LO QUE HAY DETRÁS DE LA LÍNEA DE CRÉDITO CON EL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL
El Fondo Monetario Internacional (FMI) renovó la línea de crédito por 73 mil millones de dólares a México, está línea de crédito se nos otorgó en marzo del 2009 ante los efectos de contagio generados por la crisis económica internacional y ha sido ratificada dos veces, el 30 de agosto del 2010 y éste 30 de noviembre de 2012. En ninguna de las ocasiones hemos tenido la necesidad de utilizar dichos recursos y han permanecido como una línea abierta de la que se podrá disponer en caso necesario.
El FMI recalca que esta línea no se le otorga a cualquier país, solo a economías que demuestran fortaleza macroeconómica pero, si esto es así, la línea de crédito no tiene por qué ser necesaria, ¿qué hay entonces como trasfondo?
La respuesta es sencilla, blindar a la economía ante un choque externo que amenace con depreciar (devaluar) al peso mexicano, de esta forma tendríamos dólares suficientes para apuntalar a la moneda y garantizar la convertibilidad de la inversión extranjera de corto plazo a dólares y el pago, no solo de la deuda externa, sino también de las importaciones de productos. Así sumando las reservas internacionales a la fecha 163 mil 117 millones de dólares más la línea de crédito del FMI por 73 mil millones, tenemos un blindaje en divisas (dólares) por 236 mil 117 millones de dólares.
Este blindaje puede ayudar a hacer frente a nuestros compromisos con el extranjero, porque en los últimos años ha habido un creciente endeudamiento del sector privado y del sector público, pero básicamente del primero que a junio de este año representaba el 43% de la deuda externa total con un saldo de 134 mil 072 millones de dólares, mientras que el gobierno federal tiene el 21% de dicha deuda externa con un saldo de 65 mil 359 millones de dólares, el sector bancario debe un 6% del total y el resto son ajustes referidos a: deuda en pesos pero en poder de no residentes, a bonos del gobierno mexicano emitida en dólares pero en poder de residentes, y a deuda de mexicanos con agencias de bancos en el extranjero con el 30% restante.
Lo anterior significa que la deuda externa total ajustada del país es de 309 648.5 millones de dólares, lo que equivale a casi el doble de lo que tenemos en reservas y de la cual nuestro blindaje financiero solo cubriría el 76% y, aunque la totalidad de la deuda no es necesariamente a corto plazo, si nos dice que en caso de una depreciación abrupta del peso, tendríamos serios problemas para pagar.
La otra preocupación se encuentra en la inversión extranjera de cartera, que es aquella que llega a comprar acciones, bonos del gobierno y en general papeles de deuda de corto plazo. Esta inversión es muy volátil y muy sensible a eventos relacionados con la estabilidad financiera internacional como el precipicio fiscal en Estados Unidos, problemas de deuda soberana en Europa: Grecia, España, Italia, Portugal; y cambios en tasas de interés y política monetaria de otras economías. Esta inversión en 2010 era de 29 mil 620.1 millones de dólares, para 2011 de 41 mil 743.5 millones y hasta septiembre del presente año de 57 mil 485 millones de dólares, lo que significa que en tres años casi se ha duplicado. La característica de esta inversión es que rápidamente puede ser retirada del país lo que generaría una depreciación (devaluación) abrupta del peso.
Como puede concluirse nuestro blindaje financiero no puede cubrir ambos rubros: deuda externa e inversión extranjera de cartera, y esa es la razón detrás de la línea de crédito renovada, porque más vale prevenir que lamentar.
El FMI recalca que esta línea no se le otorga a cualquier país, solo a economías que demuestran fortaleza macroeconómica pero, si esto es así, la línea de crédito no tiene por qué ser necesaria, ¿qué hay entonces como trasfondo?
La respuesta es sencilla, blindar a la economía ante un choque externo que amenace con depreciar (devaluar) al peso mexicano, de esta forma tendríamos dólares suficientes para apuntalar a la moneda y garantizar la convertibilidad de la inversión extranjera de corto plazo a dólares y el pago, no solo de la deuda externa, sino también de las importaciones de productos. Así sumando las reservas internacionales a la fecha 163 mil 117 millones de dólares más la línea de crédito del FMI por 73 mil millones, tenemos un blindaje en divisas (dólares) por 236 mil 117 millones de dólares.
Este blindaje puede ayudar a hacer frente a nuestros compromisos con el extranjero, porque en los últimos años ha habido un creciente endeudamiento del sector privado y del sector público, pero básicamente del primero que a junio de este año representaba el 43% de la deuda externa total con un saldo de 134 mil 072 millones de dólares, mientras que el gobierno federal tiene el 21% de dicha deuda externa con un saldo de 65 mil 359 millones de dólares, el sector bancario debe un 6% del total y el resto son ajustes referidos a: deuda en pesos pero en poder de no residentes, a bonos del gobierno mexicano emitida en dólares pero en poder de residentes, y a deuda de mexicanos con agencias de bancos en el extranjero con el 30% restante.
Lo anterior significa que la deuda externa total ajustada del país es de 309 648.5 millones de dólares, lo que equivale a casi el doble de lo que tenemos en reservas y de la cual nuestro blindaje financiero solo cubriría el 76% y, aunque la totalidad de la deuda no es necesariamente a corto plazo, si nos dice que en caso de una depreciación abrupta del peso, tendríamos serios problemas para pagar.
La otra preocupación se encuentra en la inversión extranjera de cartera, que es aquella que llega a comprar acciones, bonos del gobierno y en general papeles de deuda de corto plazo. Esta inversión es muy volátil y muy sensible a eventos relacionados con la estabilidad financiera internacional como el precipicio fiscal en Estados Unidos, problemas de deuda soberana en Europa: Grecia, España, Italia, Portugal; y cambios en tasas de interés y política monetaria de otras economías. Esta inversión en 2010 era de 29 mil 620.1 millones de dólares, para 2011 de 41 mil 743.5 millones y hasta septiembre del presente año de 57 mil 485 millones de dólares, lo que significa que en tres años casi se ha duplicado. La característica de esta inversión es que rápidamente puede ser retirada del país lo que generaría una depreciación (devaluación) abrupta del peso.
Como puede concluirse nuestro blindaje financiero no puede cubrir ambos rubros: deuda externa e inversión extranjera de cartera, y esa es la razón detrás de la línea de crédito renovada, porque más vale prevenir que lamentar.
SOLO ABOGADOS Y ECONOMISTAS EN EL GABINETE ECONÓMICO: MEDIDA ESTRATÉGICA
En su discurso de toma de posesión, Enrique Peña Nieto estableció cinco Ejes sobre los que basará su política económica: El Desarrollo integral y equilibrado, un pacto social de justicia e inclusión, educación de calidad para todos, un México próspero con sustentabilidad ambiental y un país que opere como actor en el escenario internacional con responsabilidad global.
Así mismo estableció 13 decisiones presidenciales y aunque con ellas cubre parte de los grandes pendientes de los tres sexenios anteriores, en especial los relacionados con la pobreza, los adultos mayores, las mujeres jefes de familia, y la reforma educativa, es de llamar la atención la falta de presencia de la problemática laboral.
Quizás quiera evitar el error de Felipe Calderón, autodenominado presidente del empleo, porque se ha dado cuenta de que el problema del empleo es multidimensional y en él intervienen muchos factores relacionados con la educación, el mercado de trabajo, la inversión productiva y por ende la actividad emprendedora, y desde luego los trámites burocráticos y sus costos, así como, el crecimiento económico etc.
Tal vez es consciente de que la creación de empleos depende, más que de una decisión deliberada, de un ambiente de promoción, porque si lo primero fuera el caso, volveríamos a un estado populista que crea el empleo directamente a través de ampliar el aparato burocrático.
Dada la trascendencia del tema, éste quedo reservado para la firma del primer Pacto por México que en su punto dos habla del crecimiento económico, el empleo y la competitividad y del que seguramente provendrá el Consejo Nacional Consultivo para el Crecimiento Económico y el Empleo que prometió durante su campaña presidencial.
Ello me lleva a pensar que Peña Nieto esta seriamente enfocado en la negociación política como instrumento indispensable para lograr alcanzar sus objetivos de política económica y social, y ha demostrado que antes de la toma de posesión ya estaba negociando con los partidos políticos y con Felipe Calderón la aprobación de la Reforma Laboral y la negociación del Pacto por México, pues debemos recordar que se firmó apenas un día después de su toma de posesión y en domingo.
La operación política será uno de sus pilares, por ello no es de llamar la atención que en la composición de su gabinete presidencial, en especial el gabinete económico, en 12 dependencias habrá solo economistas y abogados de profesión.
Los abogados se encuentran en aquellas dependencias directamente relacionadas con la necesidad de una reforma legal como son la Secretaría de Energía (reforma energética), la Secretaría de Educación Pública (reforma educativa), la de la Reforma Agraria, la de Comunicaciones y Transportes (reforma de medios de comunicación) y la del Trabajo y Previsión Social. Mientras que Rosario Robles en la Secretaría de Desarrollo Social, aún siendo economista, es una gran operadora política, y el secretario de Relaciones Exteriores es economísta y también abogado.
Los economistas evidentemente quedaron en la Secretaría de Economía, la de Hacienda Pública, y la de Medio Ambiente y Recursos Naturales, mientras que en PEMEX tenemos a un economista y abogado a la vez. Todos egresados de prestigiosas universidades privadas (ITAM, Tec. De Monterrey, MIT y Stanford).
Para terminar es de destacar que la mayoría tiene experiencia en cargos legislativos como diputados o senadores, más no así, una fuerte experiencia profesional en el área que les compete a partir del 1 de diciembre, lo que no significa que no sean capaces de dirigir la política económica y social que les atañe.
Así mismo estableció 13 decisiones presidenciales y aunque con ellas cubre parte de los grandes pendientes de los tres sexenios anteriores, en especial los relacionados con la pobreza, los adultos mayores, las mujeres jefes de familia, y la reforma educativa, es de llamar la atención la falta de presencia de la problemática laboral.
Quizás quiera evitar el error de Felipe Calderón, autodenominado presidente del empleo, porque se ha dado cuenta de que el problema del empleo es multidimensional y en él intervienen muchos factores relacionados con la educación, el mercado de trabajo, la inversión productiva y por ende la actividad emprendedora, y desde luego los trámites burocráticos y sus costos, así como, el crecimiento económico etc.
Tal vez es consciente de que la creación de empleos depende, más que de una decisión deliberada, de un ambiente de promoción, porque si lo primero fuera el caso, volveríamos a un estado populista que crea el empleo directamente a través de ampliar el aparato burocrático.
Dada la trascendencia del tema, éste quedo reservado para la firma del primer Pacto por México que en su punto dos habla del crecimiento económico, el empleo y la competitividad y del que seguramente provendrá el Consejo Nacional Consultivo para el Crecimiento Económico y el Empleo que prometió durante su campaña presidencial.
Ello me lleva a pensar que Peña Nieto esta seriamente enfocado en la negociación política como instrumento indispensable para lograr alcanzar sus objetivos de política económica y social, y ha demostrado que antes de la toma de posesión ya estaba negociando con los partidos políticos y con Felipe Calderón la aprobación de la Reforma Laboral y la negociación del Pacto por México, pues debemos recordar que se firmó apenas un día después de su toma de posesión y en domingo.
La operación política será uno de sus pilares, por ello no es de llamar la atención que en la composición de su gabinete presidencial, en especial el gabinete económico, en 12 dependencias habrá solo economistas y abogados de profesión.
Los abogados se encuentran en aquellas dependencias directamente relacionadas con la necesidad de una reforma legal como son la Secretaría de Energía (reforma energética), la Secretaría de Educación Pública (reforma educativa), la de la Reforma Agraria, la de Comunicaciones y Transportes (reforma de medios de comunicación) y la del Trabajo y Previsión Social. Mientras que Rosario Robles en la Secretaría de Desarrollo Social, aún siendo economista, es una gran operadora política, y el secretario de Relaciones Exteriores es economísta y también abogado.
Los economistas evidentemente quedaron en la Secretaría de Economía, la de Hacienda Pública, y la de Medio Ambiente y Recursos Naturales, mientras que en PEMEX tenemos a un economista y abogado a la vez. Todos egresados de prestigiosas universidades privadas (ITAM, Tec. De Monterrey, MIT y Stanford).
Para terminar es de destacar que la mayoría tiene experiencia en cargos legislativos como diputados o senadores, más no así, una fuerte experiencia profesional en el área que les compete a partir del 1 de diciembre, lo que no significa que no sean capaces de dirigir la política económica y social que les atañe.
DICIEMBRE: GASTO CON RESPONSABILIDAD
Todo problema económico parte de un hecho simple “El gasto fue mayor al ingreso recibido”.
A pesar de ser un hecho del sentido común el que “nadie debe gastar más de lo que gana”, es el menos común de los sentidos, pues las facilidades de crédito y préstamo nos hacen perder el piso, generándonos un grave problema de sobre endeudamiento, sobre todo cuando, por un lado, los bancos nos ofrecen una formula sencilla, sin aval y sin grandes trámites para endeudarnos con créditos de nómina; mientras que por otro lado las tiendas departamentales nos ofrecen atractivos créditos a través de sus propias tarjetas y planes de financiamiento a 12, 18 e incluso 24 meses sin intereses.
Estas ofertas de crédito se incrementan en época navideña y ante tanto ofrecimiento es difícil no morder el anzuelo, sobre todo si tenemos muchas necesidades no cubiertas o somos demasiado aspiracionales (soñadores). Por ello es indispensable llevar un registro exacto sobre nuestras deudas, ingresos y gastos, para evitar tener graves problemas al no poder liquidar nuestras obligaciones, a grado tal de que nos embarguen nuestros muebles, nuestro auto o peor aún nuestra casa.
Por ello, en primer lugar, debemos ser consientes de si estamos sobre endeudados y la cuestión es simple, si usted destina más del 30% del ingreso para el pago de deudas, esta sobre endeudado y necesita iniciar un diagnóstico de gasto, un programa de ahorro y un acelerador de pagos.
El Diagnóstico de gasto es muy sencillo, consiste en elaborar una lista muy detallada de sus gastos durante cuatro semanas, incluyendo el gasto hormiga (especialmente éste que representa nuestras compras por impulso o antojos: cigarros, refresco, papitas, chicles, propinas, limosnas, antojitos, etc), de esta manera podrá usted detectar que gastos son superficiales y se pueden eliminar, que gastos son necesarios pero se pueden reducir y que gastos son indispensables y se deben realizarse aún a costa de nuestros ahorros.
Para el gasto hormiga le recomiendo consultar la página de internet de la Procuraduría Federal Del Consumidor PROFECO, y bajar de la sección: brújula de compra, la hoja de cálculo denominada calcula tu gasto hormiga, así se dará cuenta de lo que usted gasta en una semana, mes, semestre y al año.
http://www.profeco.gob.mx/encuesta/brujula.asp
Con estos datos podrá usted iniciar un programa de ahorro, en el que se fije una meta realista y alcanzable de ahorro: diario si sus ingresos son pequeños y muy irregulares, semanal si le pagan cada 8 días, quincenal si el pago es cada quincena y mensual si sus ingresos son suficientemente altos para ello.
El ahorro es el ingreso que no se consume, de forma que todos podemos ahorrar pues no necesitamos ganar más, sino gastar menos. La cantidad que usted debe ahorrar es la que su diagnóstico de gasto le indique: “aquellos gastos que se deben evitar, aquellos que se pueden reducir y el gasto hormiga”, si suma estas tres cantidades obtiene la cantidad a ahorrar e iniciar el programa de ahorro.
Con los ahorros realizados, diariamente, semanal, quincenal o mensualmente, usted puede iniciar un acelerador de pagos para liquidar sus deudas, recordando que obtener un crédito o préstamo para liquidar otra deuda es un gran error: tapar un hoyo con la tierra de otro hoyo no es avanzar.
Por ello, le recomiendo que en este mes de diciembre, cuando usted va a recibir su aguinaldo, lo utilice de forma inteligente y adquiera cosas que le sean realmente útiles, pague deudas o realice mejoras a su casa. Ello le garantizará conservar su patrimonio y mejorar sus condiciones de vida.
A pesar de ser un hecho del sentido común el que “nadie debe gastar más de lo que gana”, es el menos común de los sentidos, pues las facilidades de crédito y préstamo nos hacen perder el piso, generándonos un grave problema de sobre endeudamiento, sobre todo cuando, por un lado, los bancos nos ofrecen una formula sencilla, sin aval y sin grandes trámites para endeudarnos con créditos de nómina; mientras que por otro lado las tiendas departamentales nos ofrecen atractivos créditos a través de sus propias tarjetas y planes de financiamiento a 12, 18 e incluso 24 meses sin intereses.
Estas ofertas de crédito se incrementan en época navideña y ante tanto ofrecimiento es difícil no morder el anzuelo, sobre todo si tenemos muchas necesidades no cubiertas o somos demasiado aspiracionales (soñadores). Por ello es indispensable llevar un registro exacto sobre nuestras deudas, ingresos y gastos, para evitar tener graves problemas al no poder liquidar nuestras obligaciones, a grado tal de que nos embarguen nuestros muebles, nuestro auto o peor aún nuestra casa.
Por ello, en primer lugar, debemos ser consientes de si estamos sobre endeudados y la cuestión es simple, si usted destina más del 30% del ingreso para el pago de deudas, esta sobre endeudado y necesita iniciar un diagnóstico de gasto, un programa de ahorro y un acelerador de pagos.
El Diagnóstico de gasto es muy sencillo, consiste en elaborar una lista muy detallada de sus gastos durante cuatro semanas, incluyendo el gasto hormiga (especialmente éste que representa nuestras compras por impulso o antojos: cigarros, refresco, papitas, chicles, propinas, limosnas, antojitos, etc), de esta manera podrá usted detectar que gastos son superficiales y se pueden eliminar, que gastos son necesarios pero se pueden reducir y que gastos son indispensables y se deben realizarse aún a costa de nuestros ahorros.
Para el gasto hormiga le recomiendo consultar la página de internet de la Procuraduría Federal Del Consumidor PROFECO, y bajar de la sección: brújula de compra, la hoja de cálculo denominada calcula tu gasto hormiga, así se dará cuenta de lo que usted gasta en una semana, mes, semestre y al año.
http://www.profeco.gob.mx/encuesta/brujula.asp
Con estos datos podrá usted iniciar un programa de ahorro, en el que se fije una meta realista y alcanzable de ahorro: diario si sus ingresos son pequeños y muy irregulares, semanal si le pagan cada 8 días, quincenal si el pago es cada quincena y mensual si sus ingresos son suficientemente altos para ello.
El ahorro es el ingreso que no se consume, de forma que todos podemos ahorrar pues no necesitamos ganar más, sino gastar menos. La cantidad que usted debe ahorrar es la que su diagnóstico de gasto le indique: “aquellos gastos que se deben evitar, aquellos que se pueden reducir y el gasto hormiga”, si suma estas tres cantidades obtiene la cantidad a ahorrar e iniciar el programa de ahorro.
Con los ahorros realizados, diariamente, semanal, quincenal o mensualmente, usted puede iniciar un acelerador de pagos para liquidar sus deudas, recordando que obtener un crédito o préstamo para liquidar otra deuda es un gran error: tapar un hoyo con la tierra de otro hoyo no es avanzar.
Por ello, le recomiendo que en este mes de diciembre, cuando usted va a recibir su aguinaldo, lo utilice de forma inteligente y adquiera cosas que le sean realmente útiles, pague deudas o realice mejoras a su casa. Ello le garantizará conservar su patrimonio y mejorar sus condiciones de vida.
PRECIPICIO FISCAL EN ESTADOS UNIDOS, IMPLICACIONES ECONÓMICAS PARA MÉXICO
Es del sentido común que nadie puede gastar más de lo que gana, a menos que alguien le preste, es decir que todo déficit es necesariamente una deuda. Cuando sucede lo primero se enfrentan severos problemas de liquidez y solvencia, y si es a nivel familiar o empresarial se presenta la necesidad de vender activos: televisor, coche, casa etc., a la par que se busca elevar ingresos, y en segunda instancia reducir los gastos para disminuir el endeudamiento. A nivel país se aplica la misma lógica y se obtienen los mismos resultados.
El precipicio fiscal es la reducción súbita del déficit público mediante un incremento en los impuestos y una reducción del gasto público. La idea es sanear las finanzas públicas, y con ello disminuir el endeudamiento del gobierno, consolidar una administración correcta de los ingresos y los egresos públicos y dejar de presionar sobre las tasas de interés, la inflación, el déficit comercial y de cuenta de capital, que tienden a elevarse como resultado de la búsqueda de recursos monetarios para financiar el exceso de gasto, lo que a su vez retroalimenta el problema de endeudamiento y deteriora la credibilidad sobre la posibilidad de liquidar dicha deuda.
Para enfrentar la crisis financiera y económica, el gobierno de George W. Bush estableció, el 3 de octubre del 2008, una ley de estabilización económica de emergencia, que permitía establecer descuentos fiscales (reducción de impuestos) a personas y empresas por un equivalente aproximado de 150 mil millones de dólares, elevar la protección de los depósitos bancarios mediante un incremento del seguro de depósitos que paso de 100 mil millones a 250 mil millones y un paquete de rescate financiero para los bancos por 700 mil millones de dólares. Pero esto era apenas el comienzo, ante la inefectividad de las primeras medidas, el gobierno de Barack Obama procedió a elevar el gasto público en materia de salud, seguridad social, políticas activas para promover el empleo, y rescatar instituciones bancarias y financieras no bancarias que presentaban problemas de insolvencia (imposibilidad de pagar a sus acreedores).
Tan solo los recursos utilizados para apoyar al sistema financiero llegaron a representar el 27% del Producto Interno Bruto de ese país, y sumando a las otras medidas elevó del déficit público del 1.2% del PIB en 2007 al 10.1% en 2009 y un 7.3% para este 2012, mientras que la deuda pública aumentó del 36.3% del PIB en 2007 al 73% en 2012.
El hecho es que estas medidas no pueden sostenerse por siempre, y ha llegado el momento legal de revertirlas pues a partir del 1 de enero del 2013 se vence la prorroga de exenciones fiscales y, si no se eleva el techo del endeudamiento público establecido por el congreso, se deberá reducir el gasto público, generando así un efecto recesivo que podría contraer el PIB de Estados Unidos entre un 3 y 5%, por la evidente necesidad de generar un ahorro que oscila entre los 600 mil millones de dólares para los optimistas y de 800 mil millones para los pesimistas.
Como resultado la tasa de desempleo podrá llegar al 9%, los bancos comerciales tendrán que restringir el crédito y elevar las tasas de interés, y lógicamente las familias deberán reducir su consumo, mientras que las empresas verán acumular inventarios y reducirán su producción.
Los efectos sobre la economía mexicana vendrán por los canales de contagio acostumbrados, una reducción de nuestras exportaciones, de la inversión extranjera, el turismo y las remesas, mientras que los sectores más ligados al sector manufacturero: industria electrónica, eléctrica, autopartes, metálica, alimentaria y petrolera se verán seriamente afectadas. En resumidas cuentas la economía mexicana se desacelerará y podría entrar en recesión si no se busca fortalecer fuertemente al mercado interno, se fortalece el crédito al sector productivo y se aplican políticas activas de empleo y de promoción industrial, por solo mencionar algunas cosas.
El precipicio fiscal es la reducción súbita del déficit público mediante un incremento en los impuestos y una reducción del gasto público. La idea es sanear las finanzas públicas, y con ello disminuir el endeudamiento del gobierno, consolidar una administración correcta de los ingresos y los egresos públicos y dejar de presionar sobre las tasas de interés, la inflación, el déficit comercial y de cuenta de capital, que tienden a elevarse como resultado de la búsqueda de recursos monetarios para financiar el exceso de gasto, lo que a su vez retroalimenta el problema de endeudamiento y deteriora la credibilidad sobre la posibilidad de liquidar dicha deuda.
Para enfrentar la crisis financiera y económica, el gobierno de George W. Bush estableció, el 3 de octubre del 2008, una ley de estabilización económica de emergencia, que permitía establecer descuentos fiscales (reducción de impuestos) a personas y empresas por un equivalente aproximado de 150 mil millones de dólares, elevar la protección de los depósitos bancarios mediante un incremento del seguro de depósitos que paso de 100 mil millones a 250 mil millones y un paquete de rescate financiero para los bancos por 700 mil millones de dólares. Pero esto era apenas el comienzo, ante la inefectividad de las primeras medidas, el gobierno de Barack Obama procedió a elevar el gasto público en materia de salud, seguridad social, políticas activas para promover el empleo, y rescatar instituciones bancarias y financieras no bancarias que presentaban problemas de insolvencia (imposibilidad de pagar a sus acreedores).
Tan solo los recursos utilizados para apoyar al sistema financiero llegaron a representar el 27% del Producto Interno Bruto de ese país, y sumando a las otras medidas elevó del déficit público del 1.2% del PIB en 2007 al 10.1% en 2009 y un 7.3% para este 2012, mientras que la deuda pública aumentó del 36.3% del PIB en 2007 al 73% en 2012.
El hecho es que estas medidas no pueden sostenerse por siempre, y ha llegado el momento legal de revertirlas pues a partir del 1 de enero del 2013 se vence la prorroga de exenciones fiscales y, si no se eleva el techo del endeudamiento público establecido por el congreso, se deberá reducir el gasto público, generando así un efecto recesivo que podría contraer el PIB de Estados Unidos entre un 3 y 5%, por la evidente necesidad de generar un ahorro que oscila entre los 600 mil millones de dólares para los optimistas y de 800 mil millones para los pesimistas.
Como resultado la tasa de desempleo podrá llegar al 9%, los bancos comerciales tendrán que restringir el crédito y elevar las tasas de interés, y lógicamente las familias deberán reducir su consumo, mientras que las empresas verán acumular inventarios y reducirán su producción.
Los efectos sobre la economía mexicana vendrán por los canales de contagio acostumbrados, una reducción de nuestras exportaciones, de la inversión extranjera, el turismo y las remesas, mientras que los sectores más ligados al sector manufacturero: industria electrónica, eléctrica, autopartes, metálica, alimentaria y petrolera se verán seriamente afectadas. En resumidas cuentas la economía mexicana se desacelerará y podría entrar en recesión si no se busca fortalecer fuertemente al mercado interno, se fortalece el crédito al sector productivo y se aplican políticas activas de empleo y de promoción industrial, por solo mencionar algunas cosas.
SI A ESTADOS UNIDOS LE DA GRIPA A JALISCO LE DA NEUMONÍA
Jalisco es un estado con una economía cada vez más vinculada al sector externo, muy en especial a la economía de los Estados Unidos: nuestro principal socio comercial que adquiere el 73% del total de nuestras exportaciones y de quién compramos más del 60% de las importaciones.
La rápida expansión del comercio exterior, el turismo internacional, las remesas y la inversión extranjera directa nos hace una economía con gran potencial de crecimiento económico, pero también con gran vulnerabilidad a la volatilidad del precio del dólar con respecto al peso y la dinamismo del sector de manufacturas en Estados Unidos, en especial su industria automotriz, electrónica, química y alimenticia, así como la industria de la construcción que es en la que laboran más del 50% de nuestros paisanos.
El crecimiento promedio de las exportaciones es casi un punto porcentual mayor que a nivel nacional, y con respecto a las importaciones es mayor en casi 4 puntos porcentuales. En materia de atracción de remesas ocupamos el tercer lugar a nivel nacional en los últimos tres años, y en materia de inversión extranjera directa del 2000 al 2011 ocupamos el sexto lugar a nivel nacional.
En el 2003 el volumen del comercio exterior (importaciones más exportaciones) representaba el 64% del PIB del estado en dólares, para 2010 representó el 108%, la inversión extranjera directa, a pesar de ser sumamente variable e impredecible, aumentó su participación del 0.9% al 2.6% en el mismo período, por su parte las remesas desde el 2007 a la fecha son equivalentes al 3% del PIB, en tanto que la derrama turística pasó del 0.03% del PIB al 0.8%.
Estas cifras nos hacen una economía sumamente globalizada y abierta al exterior, lo que implica que debemos poner mucha atención en los efectos que la depreciación del peso tienen sobre las finanzas de las empresas importadoras y exportadoras, de las empresas que se endeudan en dólares o monedas extranjeras sin tener una cobertura cambiaria, y de las poblaciones que dependen fuertemente de las remesas, para lo cual es necesario profundizar en la cultura financiera y el acceso a servicios más sofisticados para empresas y familias.
En Jalisco se cumple totalmente el dicho de que “si a Estados Unidos le da gripa a nosotros nos puede dar neumonía”, por ello debemos incentivar el desarrollo del mercado interno, facilitar la apertura de empresas con menores costos y trámites, tener programas de apoyo a la inversión productiva, incentivos a la generación de empleos y fomentar la reinversión de utilidades en la innovación, la capacitación y el desarrollo de nuevos productos, así como potencializar el uso de las remesas en mejorar el patrimonio familiar, pues ello conlleva a un mayor patrimonio municipal, entre otros factores.
La rápida expansión del comercio exterior, el turismo internacional, las remesas y la inversión extranjera directa nos hace una economía con gran potencial de crecimiento económico, pero también con gran vulnerabilidad a la volatilidad del precio del dólar con respecto al peso y la dinamismo del sector de manufacturas en Estados Unidos, en especial su industria automotriz, electrónica, química y alimenticia, así como la industria de la construcción que es en la que laboran más del 50% de nuestros paisanos.
El crecimiento promedio de las exportaciones es casi un punto porcentual mayor que a nivel nacional, y con respecto a las importaciones es mayor en casi 4 puntos porcentuales. En materia de atracción de remesas ocupamos el tercer lugar a nivel nacional en los últimos tres años, y en materia de inversión extranjera directa del 2000 al 2011 ocupamos el sexto lugar a nivel nacional.
En el 2003 el volumen del comercio exterior (importaciones más exportaciones) representaba el 64% del PIB del estado en dólares, para 2010 representó el 108%, la inversión extranjera directa, a pesar de ser sumamente variable e impredecible, aumentó su participación del 0.9% al 2.6% en el mismo período, por su parte las remesas desde el 2007 a la fecha son equivalentes al 3% del PIB, en tanto que la derrama turística pasó del 0.03% del PIB al 0.8%.
Estas cifras nos hacen una economía sumamente globalizada y abierta al exterior, lo que implica que debemos poner mucha atención en los efectos que la depreciación del peso tienen sobre las finanzas de las empresas importadoras y exportadoras, de las empresas que se endeudan en dólares o monedas extranjeras sin tener una cobertura cambiaria, y de las poblaciones que dependen fuertemente de las remesas, para lo cual es necesario profundizar en la cultura financiera y el acceso a servicios más sofisticados para empresas y familias.
En Jalisco se cumple totalmente el dicho de que “si a Estados Unidos le da gripa a nosotros nos puede dar neumonía”, por ello debemos incentivar el desarrollo del mercado interno, facilitar la apertura de empresas con menores costos y trámites, tener programas de apoyo a la inversión productiva, incentivos a la generación de empleos y fomentar la reinversión de utilidades en la innovación, la capacitación y el desarrollo de nuevos productos, así como potencializar el uso de las remesas en mejorar el patrimonio familiar, pues ello conlleva a un mayor patrimonio municipal, entre otros factores.
DE POR QUÉ LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO NO PUEDE RESOLVER EL PROBLEMA DEL EMPLEO
La problemática laboral en nuestro país, como en el resto del mundo, es sumamente compleja, es un fenómeno multidimensional y multifactorial en el que intervienen factores sumamente diversos relacionados con el crecimiento poblacional (bono demográfico y envejecimiento poblacional), su concentración en las grandes ciudades (tanto de empresas como de población), la apertura externa y el proceso de globalización de los sistemas productivos, la educación y la dinámica económica, la innovación tecnológica y la fuerte competencia entre las empresas, el ciclo económico de auge y recesión,la precariedad de las micro y pequeñas empresas, por solo mencionar algunos.
Con relación a sus múltiples dimensiones tenemos el problema de la precarización (bajos salarios, contratos temporales, carencia de prestaciones, inestabilidad e inseguridad laboral), la informalidad, el fenómeno de la subcontratación (ejercicio de una actividad que no va de acuerdo a su formación educativa, trabajo esporádico, jornada menor a 8 hrs. diarias), el incremento en la tasa natural de desempleo (aquella que no genera problemas de inflación y/o recesión), incremento en la desigualdad salarial (entre trabajadores administrativos, operativos, a nivel gerencial y en el sistema financiero), movilidad laboral (carencia de habilidades múltiples que permita la rotación en la empresa y entre diversas actividades económicas), representación sindical (sindicatos corruptos que no representan a sus trabajadores y fenómeno de reducción de sindicatos y de trabajadores sindicalizados), incompatibilidad entre oferta y demanda laboral (las necesidades de las empresas no son cubiertas por los actuales programas educativos y existen excedentes de profesionistas en ciertas carreras y escasez en otras) y el problema de los grupos vulnerables ( trabajadores con discapacidad, personas de la tercera edad, trabajo infantil, problemática del empleo juvenil y mujeres embarazadas, con hijos y jefes de familia).
Esta compleja interrelación de variables supone que el problema del empleo compete no sólo a la Secretaria del Trabajo y Previsión Social, sino también a diversas instituciones involucradas como la Secretaría de Educación Pública, la Secretaría de Economía, las organizaciones empresariales y de trabajadores, la Secretaria de Desarrollo Social, las Universidades y centros educativos en general, incubadoras y aceleradores de negocios, programas de financiamiento empresarial etc., que deben buscar esquemas colaborativos encaminados a facilitar los mecanismos de protección al empleo, pero también del delicado equilibrio de la promoción económica para las empresas y sus necesidades de financiamiento, innovación e investigación, que en última instancia son las fuentes generadoras del mismo.
Si bien existen cambios en la Ley Federal del Trabajo que buscan proteger a los grupos vulnerables, generar empleos dignos y flexibilizar el mercado de trabajo para las empresas, ello es condición necesaria pero no suficiente para resolver el problema laboral.
Con relación a sus múltiples dimensiones tenemos el problema de la precarización (bajos salarios, contratos temporales, carencia de prestaciones, inestabilidad e inseguridad laboral), la informalidad, el fenómeno de la subcontratación (ejercicio de una actividad que no va de acuerdo a su formación educativa, trabajo esporádico, jornada menor a 8 hrs. diarias), el incremento en la tasa natural de desempleo (aquella que no genera problemas de inflación y/o recesión), incremento en la desigualdad salarial (entre trabajadores administrativos, operativos, a nivel gerencial y en el sistema financiero), movilidad laboral (carencia de habilidades múltiples que permita la rotación en la empresa y entre diversas actividades económicas), representación sindical (sindicatos corruptos que no representan a sus trabajadores y fenómeno de reducción de sindicatos y de trabajadores sindicalizados), incompatibilidad entre oferta y demanda laboral (las necesidades de las empresas no son cubiertas por los actuales programas educativos y existen excedentes de profesionistas en ciertas carreras y escasez en otras) y el problema de los grupos vulnerables ( trabajadores con discapacidad, personas de la tercera edad, trabajo infantil, problemática del empleo juvenil y mujeres embarazadas, con hijos y jefes de familia).
Esta compleja interrelación de variables supone que el problema del empleo compete no sólo a la Secretaria del Trabajo y Previsión Social, sino también a diversas instituciones involucradas como la Secretaría de Educación Pública, la Secretaría de Economía, las organizaciones empresariales y de trabajadores, la Secretaria de Desarrollo Social, las Universidades y centros educativos en general, incubadoras y aceleradores de negocios, programas de financiamiento empresarial etc., que deben buscar esquemas colaborativos encaminados a facilitar los mecanismos de protección al empleo, pero también del delicado equilibrio de la promoción económica para las empresas y sus necesidades de financiamiento, innovación e investigación, que en última instancia son las fuentes generadoras del mismo.
Si bien existen cambios en la Ley Federal del Trabajo que buscan proteger a los grupos vulnerables, generar empleos dignos y flexibilizar el mercado de trabajo para las empresas, ello es condición necesaria pero no suficiente para resolver el problema laboral.
DEL PORQUE ESPAÑA SE NIEGA A SOLICITAR UN RESCATE FINANCIERO
A pesar de que España ha sufrido una fuga masiva de capitales de 296 mil millones de euros entre julio del 2011 a junio de 2012, que equivalen al 27% de su producto interno bruto (PIB) y, de que su prima de riesgo podría llegar hasta los 750 puntos base (sobre tasa de interés que debe pagar para atraer capitales, 7.5% más de lo que paga el gobierno norteamericano), el gobierno español se ha negado a solicitar ayuda financiera al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Mecanismo de Estabilidad Europeo.
Por si fuera poco su déficit fiscal podría llegar ya al 9.4% de su PIB, su tasa de desempleo ronda el 25%, y la tasa de los jóvenes desempleados ya es del 50%, y a pesar de que el gobierno ha incrementado los impuestos y recortado el gasto público por casi 100 mil millones de euros, la pregunta es ¿por qué España se niega a solicitar ayuda financiera? Y lo mas probable es que la respuesta tenga que ver con las medidas de ajuste que el FMI le impondría como condición del rescate financiero, lo que ha demostrado que a muchos países les provoca un alto costo recesivo y un incremento de la pobreza a niveles que generan un fuerte conflicto social y político interno que profundizan la falta de credibilidad en los gobernantes.
Las famosas cartas de intención del FMI, son un documento de negociación que establecen las medidas de política económica y de cambio estructural que los gobiernos que aceptan la ayuda deben establecer en sus países.
La lógica detrás es asegurarse de que se apliquen políticas económicas neoliberales que garantizan la operación de un mismo modelo económico a nivel internacional. La carta de intención incluye un memorando de política económica y financiera cuya aplicación siempre profundiza la crisis económica que un país enfrenta bajo el argumento de sanear sus finanzas públicas y modificar sus estructuras financieras.
Tal vez España teme la situación que se le impuso a Grecia, en cuyo programa de ajuste debe aumentar la edad de jubilación de los 60 años de edad a los 67 años, vender activos públicos por 50 mil millones de euros, reducir el salario de los servidores públicos en un 20%, congelar las pensiones, aguinaldos y salarios de burócratas, elevar el impuesto al valor agregado (IVA) de un 13 a un 27% en servicios de hostelería, disminuir en 20% los costos salariales etc., todo para lograr que su déficit fiscal pase del 11% del PIB del 2010 al 3% en el 2014, así como elevar los ingresos fiscales al 1.8% del PIB, por mencionar solo algunos de los compromisos asumidos.
Ya el premio nobel de economía Joseph Stiglitz (2001), antiguo funcionario del FMI, ha establecido como las políticas de ajuste que se aplican no toman en consideración la situación particular de cada país, tienen un alto costo en materia de pobreza, y una profunda ceguera ideológica sobre el relativo bienestar que sus medidas de política económica generan y en muchas ocasiones se imponen en función de intereses financieros y políticos de grandes transnacionales.
Por si fuera poco su déficit fiscal podría llegar ya al 9.4% de su PIB, su tasa de desempleo ronda el 25%, y la tasa de los jóvenes desempleados ya es del 50%, y a pesar de que el gobierno ha incrementado los impuestos y recortado el gasto público por casi 100 mil millones de euros, la pregunta es ¿por qué España se niega a solicitar ayuda financiera? Y lo mas probable es que la respuesta tenga que ver con las medidas de ajuste que el FMI le impondría como condición del rescate financiero, lo que ha demostrado que a muchos países les provoca un alto costo recesivo y un incremento de la pobreza a niveles que generan un fuerte conflicto social y político interno que profundizan la falta de credibilidad en los gobernantes.
Las famosas cartas de intención del FMI, son un documento de negociación que establecen las medidas de política económica y de cambio estructural que los gobiernos que aceptan la ayuda deben establecer en sus países.
La lógica detrás es asegurarse de que se apliquen políticas económicas neoliberales que garantizan la operación de un mismo modelo económico a nivel internacional. La carta de intención incluye un memorando de política económica y financiera cuya aplicación siempre profundiza la crisis económica que un país enfrenta bajo el argumento de sanear sus finanzas públicas y modificar sus estructuras financieras.
Tal vez España teme la situación que se le impuso a Grecia, en cuyo programa de ajuste debe aumentar la edad de jubilación de los 60 años de edad a los 67 años, vender activos públicos por 50 mil millones de euros, reducir el salario de los servidores públicos en un 20%, congelar las pensiones, aguinaldos y salarios de burócratas, elevar el impuesto al valor agregado (IVA) de un 13 a un 27% en servicios de hostelería, disminuir en 20% los costos salariales etc., todo para lograr que su déficit fiscal pase del 11% del PIB del 2010 al 3% en el 2014, así como elevar los ingresos fiscales al 1.8% del PIB, por mencionar solo algunos de los compromisos asumidos.
Ya el premio nobel de economía Joseph Stiglitz (2001), antiguo funcionario del FMI, ha establecido como las políticas de ajuste que se aplican no toman en consideración la situación particular de cada país, tienen un alto costo en materia de pobreza, y una profunda ceguera ideológica sobre el relativo bienestar que sus medidas de política económica generan y en muchas ocasiones se imponen en función de intereses financieros y políticos de grandes transnacionales.
DEL PORQUE NO PUEDEN SALIR DE LA CRISIS EN LA EUROZONA
Para que un conjunto de países pueda adoptar una moneda común (euro) se requieren de cambios estructurales fuertes en sus economías, de forma que tengan condiciones similares y poder competir sin ventajas o desventajas notables. Ello implica una gran inversión en infraestructura: carreteras, medios de transporte, sistema financiero etc., que evite las grandes diferencias en productividad y en los costos de producción, transporte e inversión.
Por ello los países denominados “de la periferia” (Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Grecia, Irlanda, Malta, Portugal etc.) tuvieron que elevar fuertemente su gasto público y en consecuencia su endeudamiento para poder realizar las inversiones necesarias y de esta manera entrar a la unión monetaria europea y gozar de los beneficios de un comercio intrazona mayor y de la obtención de capitales a tasas de interés más bajas, sin sufrir el problema de las devaluaciones de sus monedas.
Para formar parte de la zona del euro los países también se comprometieron a limitar su déficit fiscal a un 3% de su PIB, a limitar su deuda pública a no más del 60% de su PIB, a no tener tasas de interés mayores a un 3%, ni inflación mayor a 1.5% con respecto a la media de los tres países que tengan la inflación más baja. Sin embargo es evidente que el grado de desarrollo de los miembros no es equiparable, como tampoco los efectos que una crisis o recesión económica puede tener sobre su economía y su población.
El tener una moneda común significa que han renunciado a su soberanía monetaria en varios sentidos: a) Ya no tienen una moneda nacional: peseta, franco, escudo, lira etc., que puedan devaluar o revaluar para ajustar su balanza de pagos, b) No pueden emitir dinero para inyectar liquidez a su sistema bancario en crisis (no tienen la función de prestamista de última instancia), c) No tienen política cambiaria que les permita devaluar su moneda para atraer inversión extranjera y capitales al país y d) La política monetaria de cada banco central debe ser coordinada, supervisada y enfocada a los objetivos del eurosistema en su conjunto por lo que no tienen independencia para responder de manera diferente a los efectos de un shock financiero en función de cómo los ha afectado. En pocas palabras los miembros no tienen autonomía en su política monetaria y no tienen política cambiaria.
De lo único que disponen es de independencia fiscal, es decir de la forma en que recaudan sus impuestos y distribuyen su gasto público, así como de las decisiones de endeudamiento público. Sin embargo la crisis de hipotecas subprime los obligó a elevar el gasto y reducir sus impuestos en un primer momento, con el objetivo de disminuir el efecto negativo de la misma sobre su sistema financiero y su población. Así la crisis financiera se transformó en una crisis de deuda soberana (deuda pública de los gobiernos) y como no pueden imprimir moneda para honrar su compromiso, dicha deuda soberana (que en teoría es 100% pagable) se ha tornado impagable, lo que los obliga a ofrecer tasas de interés cada vez mayores, mientras el riesgo de insolvencia se acentúa, y como lo único que pueden captar es capital de corto plazo, la tasa de interés cambia con rapidez hacia la alza, generando una deuda a tasa de interés flexible en el largo plazo.
Por si fuera poco, ellos han asumido un compromiso de déficit fiscal y deuda pública determinada, y el resto de los países menos afectados les exige cumplir sus compromisos, por lo que deben aumentar los impuestos y reducir su gasto público para sanear sus finanzas, lo que profundiza más su recesión. En resumidas cuentas se han quedado sin política monetaria, política cambiaria y política fiscal.
Cuando se creó el euro no se pensó en un fondo de recursos mutuo que pudiera ayudar a los países miembros a enfrentar los efectos asimétricos de una crisis o de la volatilidad financiera internacional y es por ello que han tratado de resolver el problema sobre la marcha sin llegar a acuerdos y consensos globales rápidos y eficaces, sobre todo porque los problemas enfrentados no son de la misma magnitud y los ciudadanos de cada país perciben el peso del ajuste fiscal, la reducción del crédito y el encarecimiento de sus deudas de manera distinta, presionando a sus gobiernos a actuar en consideración a sus necesidades y no a la estabilidad del eurosistema. Las condiciones políticas se hacen ríspidas y los representantes gubernamentales son removidos con rapidez de sus cargos, generando una inestabilidad social y política que en muchos países, como Grecia y España, es ya insostenible.
Es por ello que el Fondo Monetario Internacional ha dicho que para salir de la crisis de la zona monetaria europea se requerirán al menos 10 años, periodo de tiempo en que se considera se establecerán los instituciones supranacionales, los organismos y los nuevos reglamentos que permitan la gestión apropiada de la crisis.
Por ello los países denominados “de la periferia” (Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Grecia, Irlanda, Malta, Portugal etc.) tuvieron que elevar fuertemente su gasto público y en consecuencia su endeudamiento para poder realizar las inversiones necesarias y de esta manera entrar a la unión monetaria europea y gozar de los beneficios de un comercio intrazona mayor y de la obtención de capitales a tasas de interés más bajas, sin sufrir el problema de las devaluaciones de sus monedas.
Para formar parte de la zona del euro los países también se comprometieron a limitar su déficit fiscal a un 3% de su PIB, a limitar su deuda pública a no más del 60% de su PIB, a no tener tasas de interés mayores a un 3%, ni inflación mayor a 1.5% con respecto a la media de los tres países que tengan la inflación más baja. Sin embargo es evidente que el grado de desarrollo de los miembros no es equiparable, como tampoco los efectos que una crisis o recesión económica puede tener sobre su economía y su población.
El tener una moneda común significa que han renunciado a su soberanía monetaria en varios sentidos: a) Ya no tienen una moneda nacional: peseta, franco, escudo, lira etc., que puedan devaluar o revaluar para ajustar su balanza de pagos, b) No pueden emitir dinero para inyectar liquidez a su sistema bancario en crisis (no tienen la función de prestamista de última instancia), c) No tienen política cambiaria que les permita devaluar su moneda para atraer inversión extranjera y capitales al país y d) La política monetaria de cada banco central debe ser coordinada, supervisada y enfocada a los objetivos del eurosistema en su conjunto por lo que no tienen independencia para responder de manera diferente a los efectos de un shock financiero en función de cómo los ha afectado. En pocas palabras los miembros no tienen autonomía en su política monetaria y no tienen política cambiaria.
De lo único que disponen es de independencia fiscal, es decir de la forma en que recaudan sus impuestos y distribuyen su gasto público, así como de las decisiones de endeudamiento público. Sin embargo la crisis de hipotecas subprime los obligó a elevar el gasto y reducir sus impuestos en un primer momento, con el objetivo de disminuir el efecto negativo de la misma sobre su sistema financiero y su población. Así la crisis financiera se transformó en una crisis de deuda soberana (deuda pública de los gobiernos) y como no pueden imprimir moneda para honrar su compromiso, dicha deuda soberana (que en teoría es 100% pagable) se ha tornado impagable, lo que los obliga a ofrecer tasas de interés cada vez mayores, mientras el riesgo de insolvencia se acentúa, y como lo único que pueden captar es capital de corto plazo, la tasa de interés cambia con rapidez hacia la alza, generando una deuda a tasa de interés flexible en el largo plazo.
Por si fuera poco, ellos han asumido un compromiso de déficit fiscal y deuda pública determinada, y el resto de los países menos afectados les exige cumplir sus compromisos, por lo que deben aumentar los impuestos y reducir su gasto público para sanear sus finanzas, lo que profundiza más su recesión. En resumidas cuentas se han quedado sin política monetaria, política cambiaria y política fiscal.
Cuando se creó el euro no se pensó en un fondo de recursos mutuo que pudiera ayudar a los países miembros a enfrentar los efectos asimétricos de una crisis o de la volatilidad financiera internacional y es por ello que han tratado de resolver el problema sobre la marcha sin llegar a acuerdos y consensos globales rápidos y eficaces, sobre todo porque los problemas enfrentados no son de la misma magnitud y los ciudadanos de cada país perciben el peso del ajuste fiscal, la reducción del crédito y el encarecimiento de sus deudas de manera distinta, presionando a sus gobiernos a actuar en consideración a sus necesidades y no a la estabilidad del eurosistema. Las condiciones políticas se hacen ríspidas y los representantes gubernamentales son removidos con rapidez de sus cargos, generando una inestabilidad social y política que en muchos países, como Grecia y España, es ya insostenible.
Es por ello que el Fondo Monetario Internacional ha dicho que para salir de la crisis de la zona monetaria europea se requerirán al menos 10 años, periodo de tiempo en que se considera se establecerán los instituciones supranacionales, los organismos y los nuevos reglamentos que permitan la gestión apropiada de la crisis.
LOS RIESGOS EN LA REFORMA A LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO
Evaluar los cambios propuestos a la Ley Federal del Trabajo en un sentido únicamente positivo o negativo es imposible, la reforma tiene tanto ventajas como desventajas debido a la amplitud de los cambios sugeridos y temas tocados, en este caso hablaremos de los claro obscuros de uno cambio relevante, el relacionado con los artículo 25.II, 35, 39A al 39D y el 83. en los que se establece la relación de trabajo por obra o tiempo determinado, por temporada, de capacitación inicial, o por tiempo indeterminado y, en su caso, si esta sujeta a un periodo de prueba, y la posibilidad de fijar salario por hora trabajada.
El motivo principal es la flexibilización de los contratos laborales para permitir resolver el problema de la contratación de mujeres madres de familia y jóvenes bajo un esquema temporal, a las primeras les permitirá compatibilizar trabajo con familia y a los segundos les da la posibilidad de estudiar y trabajar al mismo tiempo, o bien capacitarse durante el trabajo, de forma que no exista el problema de que no se les contrata porque no tienen una experiencia previa, pero también implica la posibilidad de establecer contratos temporales que no necesariamente garantizan un empleo permanente lo que genera inseguridad en el empleo y presión económica y psicológica sobre el trabajador.
Con esta reforma, en períodos de expansión económica el empleo podrá expandirse fácil y rápidamente sin elevar sustancialmente los costos laborales salariales y no salariales para el patrón, adicionalmente le permitirá adaptarse de manera flexible a los cambios en la demanda de sus productos, muy relacionados con el ciclo económico y el ciclo de vida de las mercancías, sin embargo en épocas de recesión o crisis económica el empleo se contraerá con mayor rapidez y los despidos se acelerarán, lo que elevará la tasa de desempleo, y dado que el 80% de los ocupados en México son asalariados y el Consumo de las familias representa entre un 60% y un 70% del PIB, la caída del ingreso laboral disminuirá rápidamente el consumo, elevara el incremento en inventarios de las empresas y generará un efecto de retroalimentación: contracción económica, desempleo, menores ingresos, menor consumo, mayor acumulación de inventarios, caída en la producción, reducción en las contrataciones, en el empleo y en los ingresos, profundizando aún más la recesión o crisis. En pocas palabras la flexibilización de los contratos laborales serán pro cíclicas, impulsarán el empleo en las expansiones y la reducirán en las recesiones agudizando los problemas económicos y sociales no solo de los trabajadores sino también de las mismas empresas.
Como consecuencia el Estado se verá obligado a incrementar su programa de apoyo al empleo, al sector social y a la economía, en un período en que sus ingresos fiscales se reducirán ampliamente.
El motivo principal es la flexibilización de los contratos laborales para permitir resolver el problema de la contratación de mujeres madres de familia y jóvenes bajo un esquema temporal, a las primeras les permitirá compatibilizar trabajo con familia y a los segundos les da la posibilidad de estudiar y trabajar al mismo tiempo, o bien capacitarse durante el trabajo, de forma que no exista el problema de que no se les contrata porque no tienen una experiencia previa, pero también implica la posibilidad de establecer contratos temporales que no necesariamente garantizan un empleo permanente lo que genera inseguridad en el empleo y presión económica y psicológica sobre el trabajador.
Con esta reforma, en períodos de expansión económica el empleo podrá expandirse fácil y rápidamente sin elevar sustancialmente los costos laborales salariales y no salariales para el patrón, adicionalmente le permitirá adaptarse de manera flexible a los cambios en la demanda de sus productos, muy relacionados con el ciclo económico y el ciclo de vida de las mercancías, sin embargo en épocas de recesión o crisis económica el empleo se contraerá con mayor rapidez y los despidos se acelerarán, lo que elevará la tasa de desempleo, y dado que el 80% de los ocupados en México son asalariados y el Consumo de las familias representa entre un 60% y un 70% del PIB, la caída del ingreso laboral disminuirá rápidamente el consumo, elevara el incremento en inventarios de las empresas y generará un efecto de retroalimentación: contracción económica, desempleo, menores ingresos, menor consumo, mayor acumulación de inventarios, caída en la producción, reducción en las contrataciones, en el empleo y en los ingresos, profundizando aún más la recesión o crisis. En pocas palabras la flexibilización de los contratos laborales serán pro cíclicas, impulsarán el empleo en las expansiones y la reducirán en las recesiones agudizando los problemas económicos y sociales no solo de los trabajadores sino también de las mismas empresas.
Como consecuencia el Estado se verá obligado a incrementar su programa de apoyo al empleo, al sector social y a la economía, en un período en que sus ingresos fiscales se reducirán ampliamente.
EMPLEO Y GRUPOS VULNERABLES EN JALISCO Y LOS CAMBIOS PROPUESTOS EN LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO
Los grupos vulnerables en materia de empleo son por orden de importancia las personas con alguna discapacidad, los adultos mayores, los niños, los jóvenes y las mujeres con hijos que a la vez son jefes de familia.
Su vulnerabilidad no es igual en todos los aspectos, con respecto a las personas con discapacidad por ejemplo, su principal vulnerabilidad radica en los enormes vacíos en la Ley Federal del Trabajo y la falta de recopilación estadística para determinar su situación laboral, las encuestas simplemente no contemplan la posibilidad de que una persona con discapacidades pueda ser empleada; en segundo lugar es la falta de estudios y capacitación adecuada, lo que a la vez limita las ya de por sí escazas oportunidades de empleo y de instalaciones adecuadas en el centro de trabajo.
Para el caso de los adulto mayores las condiciones cambian, si bien también existen vacíos legales éstos no son tan dramáticos como en el caso de los discapacitados, por lo que su principal vulnerabilidad radica en la falta de oportunidades para obtener un empleo en el sector formal de la economía y acceder a las prestaciones de ley que a su edad son un factor fundamental de sobrevivencia, así tenemos que solo el 5.04% de los ocupados con más de 60 años de edad cuenta con las prestaciones de ley, el 70% no goza de ningún tipo de protección y a la mayoría se les despide antes de la fecha de jubilación, para aquellos que tienen más de 70 años las discapacidades aumentan y pasan a engrosar el primer grupo.
El tercer grupo vulnerable es el de los niños que van de 5 a 17 años de edad para los cuales solo se han aplicado dos encuestas la del 2007 y la del 2009, por lo que no tenemos un seguimiento estadístico adecuado, solo existe para las edades de 14 a 19 años. Su principal vulnerabilidad es no contar con un contrato laboral por escrito, el 78% de los ocupados no cuenta con prestaciones de ley y el 37% tiene jornadas equivalentes a las de un adulto, mientras que el 41% trabaja y no asiste a la escuela, el 84% no tiene acceso a instituciones de salud y el 45% trabaja de 35 a 48 hrs. a la semana.
En cuarto lugar se encuentran los jóvenes de 20 a 29 años de edad cuyas oportunidades laborales se han reducido drásticamente, solo el 19% tiene prestaciones de ley y el 51% no goza de protección social y el 61% de los ocupados no tienen un empleo formal. Los ninis por su parte (jóvenes que no estudian y no trabajan) han elevado su número, representan más de un tercio del total de los jóvenes, y contrario a lo que la mayoría piensa su situación no es una elección personal, sino el reflejo de la falta de oportunidades educativas y laborales.
En quinto lugar se encuentran las mujeres madres y jefes de familia a la vez, su situación en Jalisco ha mejorado, sin embargo están en desventaja laboral con respecto a las mujeres solteras y sin hijos. El 17% de las ocupadas tiene acceso instituciones médicas, el 30% se encuentra en el sector informal, el 15% cuenta con prestaciones de ley y el 55% no tiene protección social.
En materia del proyecto de decreto de reformas a la Ley Federal del Trabajo existe un gran avance al reconocer la existencia de éstos grupos vulnerables y modificar los siguientes artículos: 3ero. 56, 133, 153-E. Estos artículos evitan la discriminación para estos grupos vulnerables y representan la apertura al amparo de la Ley, adicionalmente se establece un título especial para el trabajo de las personas con discapacidad que incluye los artículos del 180-A al 180G para regular las condiciones laborales de las mismas, y finalmente se establece en el artículo 995 la sanción para los patrones que violen las normas para las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia y los trabajadores con discapacidad.
Su vulnerabilidad no es igual en todos los aspectos, con respecto a las personas con discapacidad por ejemplo, su principal vulnerabilidad radica en los enormes vacíos en la Ley Federal del Trabajo y la falta de recopilación estadística para determinar su situación laboral, las encuestas simplemente no contemplan la posibilidad de que una persona con discapacidades pueda ser empleada; en segundo lugar es la falta de estudios y capacitación adecuada, lo que a la vez limita las ya de por sí escazas oportunidades de empleo y de instalaciones adecuadas en el centro de trabajo.
Para el caso de los adulto mayores las condiciones cambian, si bien también existen vacíos legales éstos no son tan dramáticos como en el caso de los discapacitados, por lo que su principal vulnerabilidad radica en la falta de oportunidades para obtener un empleo en el sector formal de la economía y acceder a las prestaciones de ley que a su edad son un factor fundamental de sobrevivencia, así tenemos que solo el 5.04% de los ocupados con más de 60 años de edad cuenta con las prestaciones de ley, el 70% no goza de ningún tipo de protección y a la mayoría se les despide antes de la fecha de jubilación, para aquellos que tienen más de 70 años las discapacidades aumentan y pasan a engrosar el primer grupo.
El tercer grupo vulnerable es el de los niños que van de 5 a 17 años de edad para los cuales solo se han aplicado dos encuestas la del 2007 y la del 2009, por lo que no tenemos un seguimiento estadístico adecuado, solo existe para las edades de 14 a 19 años. Su principal vulnerabilidad es no contar con un contrato laboral por escrito, el 78% de los ocupados no cuenta con prestaciones de ley y el 37% tiene jornadas equivalentes a las de un adulto, mientras que el 41% trabaja y no asiste a la escuela, el 84% no tiene acceso a instituciones de salud y el 45% trabaja de 35 a 48 hrs. a la semana.
En cuarto lugar se encuentran los jóvenes de 20 a 29 años de edad cuyas oportunidades laborales se han reducido drásticamente, solo el 19% tiene prestaciones de ley y el 51% no goza de protección social y el 61% de los ocupados no tienen un empleo formal. Los ninis por su parte (jóvenes que no estudian y no trabajan) han elevado su número, representan más de un tercio del total de los jóvenes, y contrario a lo que la mayoría piensa su situación no es una elección personal, sino el reflejo de la falta de oportunidades educativas y laborales.
En quinto lugar se encuentran las mujeres madres y jefes de familia a la vez, su situación en Jalisco ha mejorado, sin embargo están en desventaja laboral con respecto a las mujeres solteras y sin hijos. El 17% de las ocupadas tiene acceso instituciones médicas, el 30% se encuentra en el sector informal, el 15% cuenta con prestaciones de ley y el 55% no tiene protección social.
En materia del proyecto de decreto de reformas a la Ley Federal del Trabajo existe un gran avance al reconocer la existencia de éstos grupos vulnerables y modificar los siguientes artículos: 3ero. 56, 133, 153-E. Estos artículos evitan la discriminación para estos grupos vulnerables y representan la apertura al amparo de la Ley, adicionalmente se establece un título especial para el trabajo de las personas con discapacidad que incluye los artículos del 180-A al 180G para regular las condiciones laborales de las mismas, y finalmente se establece en el artículo 995 la sanción para los patrones que violen las normas para las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia y los trabajadores con discapacidad.
MÉXICO EN EL MUNDO: ¡NOS HEMOS GANADO EL RESPETO!
Foto: Lucy Nieto |
Por el tamaño de nuestra economía (PIB) ocupamos el 11° lugar a nivel mundial y el 2º lugar en Latinoamérica después de Brasil, el 12° por el tamaño de nuestra fuerza laboral y de acuerdo con Goldman Sachs en el 2020 podemos llegar a ser la 7ª economía más grande del mundo.
Nos distinguimos por la salud del sistema bancario y financiero.
Ocupamos el 3er lugar por el número de aeropuertos y por el volumen de gastos en salud, el 17° por los kms en carreteras, el 7º en producción de petróleo, el 11° en su consumo y el 17° como exportador del mismo. El 16° en producción de gas natural, el 8° como productor de alimentos, el 8° también en turismo mundial, el 9° en el uso de internet y el 12° en usuarios de internet, el 10° por el volumen de nuestro comercio internacional (importaciones más exportaciones), el 12° en uso de celulares, el 14° en producción de electricidad y el 19° en su consumo, el 18° por el monto de reservas internacionales y oro, el 18° en atracción de inversión extranjera, el 20° en complejidad económica. Tenemos tratados comerciales con 43 países distintos.
El peso mexicano ocupa el lugar 13° dentro de las monedas más operadas a nivel mundial, los diferenciales de compraventa son comparables a los de las principales divisas del mundo: dólar, yen, euro y libra esterlina. Según el Banco Internacional de Pagos nuestra moneda es una de las divisas con mayor operación tanto en el mercado de contado como en swaps y forwards cambiarios.
Durante este 2012 México preside el G-20, que representan los veinte países más desarrollados del mundo y de acuerdo al Banco Mundial es el país con la mayor tasa de crecimiento económico de América Latina.
Los inversionistas internacionales ven a México con otros ojos y los principales organismos financieros internacionales también, Agustín Carstens, hoy gobernador del Banco de México, fue Director Ejecutivo y Subdirector Gerente en el Fondo Monetario Internacional de 1999 a 2003, José Ángel Gurría es secretario general de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico OCDE, Ernesto Zedillo Ponce de León es director del Centro de Estudio de la Globalización de la Universidad de Yale y participa activamente en programas de las Naciones Unidas.
Si bien aún tenemos mucho camino por andar y seguimos muy atrasados en lo que a educación y pobreza se refiere, así como a la concentración del ingreso, a la fecha México es ejemplo de estabilidad financiera y económica a nivel mundial, ¡aunque usted…no lo crea!
Fuentes: Banco de México: Reporte del sistema Financiero, https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/geos/mx.html
INFRUCTUOSOS ESFUERZOS DE LA RESERVA FEDERAL QE3
Los bancos centrales pueden estimular la actividad económica recortando la tasa de interés de referencia (tasa que la banca comercial paga al banco central cuando recibe un crédito de éste ultimo), ello abarata el crédito para la banca comercial que evidentemente puede otorgar créditos más baratos a las empresas y familias, fomentando no solo la inversión de las primeras, pues obtener capital para la producción es más barato, sino que también fomenta el consumo de las familias que se ven motivadas a ahorrar menos y gastar más o bien a tomar créditos a largo plazo para comprar una casa, un auto, electrodomésticos etc. Así la reducción de las tasas de interés desmotiva el ahorro y motiva el consumo y la producción, lo que a su vez estimula la creación de empleos, eleva el ingreso de las familias y su consumo generando un círculo virtuoso de crecimiento económico, empleo, ingreso y consumo.
Sin embargo, cuando la tasa de interés de referencia llega a niveles mínimos, como actualmente en Estados Unidos que es de entre un 0 y un 0.25% anual, ya no se puede seguir disminuyendo y el banco central tiene que recurrir a otro tipo de instrumentos no convencionales para reactivar la actividad económica, uno de ellos es la flexibilidad cuantitativa.
Este jueves 13 de septiembre el sistema de la Reserva Federal en Estados Unidos (conjunto de instituciones equivalentes al Banco de México) anuncia un nuevo estímulo monetario para tratar de reactivar el empleo y la economía, el denominado QE3 (quantitative easing) o flexibilización cuantitativa, sería el tercero en su genero desde que se profundizó y difundió a nivel internacional la crisis con la quiebra de Lehman Brothers el 15 de septiembre del 2008.
El instrumento opera de la siguiente manera: la Reserva Federal hace compras de activos financieros respaldados por bonos hipotecarios que están en manos de bancos, fondos de inversión, compañías aseguradoras, fondos de pensiones etc., y así inyecta dinero en efectivo (liquidez) a estas instituciones con la esperanza de que el dinero fluya hacia el otorgamiento de créditos al sector de la construcción, o a la producción de bienes y servicios o al consumo de bienes duraderos. La mayor liquidez reducirá las tasas de interés a corto y largo plazo motivando la solicitud de créditos (demanda) y elevando el consumo y la producción.
Sin embargo no siempre esto funciona. Cuando las personas se encuentran ya muy endeudados como en EUA prefieren liquidar sus deudas disminuyendo su consumo y aumentando su ahorro, lo que no estimula las compras, mientras que las empresas temerosas de no vender sus productos mantienen su liquidez de forma improductiva comprando activos financieros que les den un rendimiento con menor riesgo, en consecuencia no aumenta la demanda de créditos, mientras que los bancos racionan la oferta de créditos para recomponer sus balances, ello provoca que la liquidez generada por el gobierno de EUA no se inyecte en la producción de su país, sino que se reinvierta en instrumentos financieros en mercados más seguros, como los mercados de valores de economías emergentes con menor riesgo país, caso de México, cuya baja inflación, finanzas públicas estables y estabilidad macroeconómica garantiza un menor riesgo y una mayor tasa de interés que en el país de origen, así el peso se aprecia, el dólar se abarata y nuestro país pierde competitividad.
En resumidas cuentas la liquidez vuelve a los mercados financieros y no logra el objetivo planteado.
Con esta medida ya son tres las veces que lo intenta, el primer QE1 fue de 1 billón 750 mil millones de dólares, el segundo QE2 fue por un total de 600 mil millones de dólares, este tercero QE3 será a razón de 40 mil millones mensuales sin especificar el periodo de tiempo en que se llevará acabo, de forma que si tardase un año serían 480 mil millones de dólares, si tardase dos años de 960 mil millones y si tardase tres años de 1 billón 440 mil millones, y no ha sido el único instrumento no convenional utilizado, recordemos la operación Twist por 85 mil millones de dólares.
¿Dónde están dichos recursos? no en créditos a la producción o al consumo, están de nuevo en los mercados financieros internacionales alimentando las burbujas especulativas y presionando a la alza a las monedas de países como México.
¿No sería mucho más fácil volver a los antiguos mecanismos de política monetaria como los cajones selectivos de crédito, o utilizar a la banca de desarrollo para otorgar créditos preferentes a la producción, en especial a la micro y pequeña empresa que genera el mayor volumen de empleo?
Sin embargo, cuando la tasa de interés de referencia llega a niveles mínimos, como actualmente en Estados Unidos que es de entre un 0 y un 0.25% anual, ya no se puede seguir disminuyendo y el banco central tiene que recurrir a otro tipo de instrumentos no convencionales para reactivar la actividad económica, uno de ellos es la flexibilidad cuantitativa.
Este jueves 13 de septiembre el sistema de la Reserva Federal en Estados Unidos (conjunto de instituciones equivalentes al Banco de México) anuncia un nuevo estímulo monetario para tratar de reactivar el empleo y la economía, el denominado QE3 (quantitative easing) o flexibilización cuantitativa, sería el tercero en su genero desde que se profundizó y difundió a nivel internacional la crisis con la quiebra de Lehman Brothers el 15 de septiembre del 2008.
El instrumento opera de la siguiente manera: la Reserva Federal hace compras de activos financieros respaldados por bonos hipotecarios que están en manos de bancos, fondos de inversión, compañías aseguradoras, fondos de pensiones etc., y así inyecta dinero en efectivo (liquidez) a estas instituciones con la esperanza de que el dinero fluya hacia el otorgamiento de créditos al sector de la construcción, o a la producción de bienes y servicios o al consumo de bienes duraderos. La mayor liquidez reducirá las tasas de interés a corto y largo plazo motivando la solicitud de créditos (demanda) y elevando el consumo y la producción.
Sin embargo no siempre esto funciona. Cuando las personas se encuentran ya muy endeudados como en EUA prefieren liquidar sus deudas disminuyendo su consumo y aumentando su ahorro, lo que no estimula las compras, mientras que las empresas temerosas de no vender sus productos mantienen su liquidez de forma improductiva comprando activos financieros que les den un rendimiento con menor riesgo, en consecuencia no aumenta la demanda de créditos, mientras que los bancos racionan la oferta de créditos para recomponer sus balances, ello provoca que la liquidez generada por el gobierno de EUA no se inyecte en la producción de su país, sino que se reinvierta en instrumentos financieros en mercados más seguros, como los mercados de valores de economías emergentes con menor riesgo país, caso de México, cuya baja inflación, finanzas públicas estables y estabilidad macroeconómica garantiza un menor riesgo y una mayor tasa de interés que en el país de origen, así el peso se aprecia, el dólar se abarata y nuestro país pierde competitividad.
En resumidas cuentas la liquidez vuelve a los mercados financieros y no logra el objetivo planteado.
Con esta medida ya son tres las veces que lo intenta, el primer QE1 fue de 1 billón 750 mil millones de dólares, el segundo QE2 fue por un total de 600 mil millones de dólares, este tercero QE3 será a razón de 40 mil millones mensuales sin especificar el periodo de tiempo en que se llevará acabo, de forma que si tardase un año serían 480 mil millones de dólares, si tardase dos años de 960 mil millones y si tardase tres años de 1 billón 440 mil millones, y no ha sido el único instrumento no convenional utilizado, recordemos la operación Twist por 85 mil millones de dólares.
¿Dónde están dichos recursos? no en créditos a la producción o al consumo, están de nuevo en los mercados financieros internacionales alimentando las burbujas especulativas y presionando a la alza a las monedas de países como México.
¿No sería mucho más fácil volver a los antiguos mecanismos de política monetaria como los cajones selectivos de crédito, o utilizar a la banca de desarrollo para otorgar créditos preferentes a la producción, en especial a la micro y pequeña empresa que genera el mayor volumen de empleo?
SOLIDARIDAD Y POBREZA: REPLANTEAR EL SERVICIO SOCIAL UNIVERSITARIO
El hombre es por naturaleza un ser solidario y su preocupación, contrario a lo que muchos piensan, va más allá del interés meramente personal. Tiene espíritu de cooperación y ayuda mutua y en especial, los mexicanos somos sumamente cooperativos y altruistas. Recordemos el ejemplo que dimos al mundo cuando en el terremoto en 1985, sobrepasamos al estado, la reacción fue inmediata y desinteresada; la capacidad de organización, sin intervención del gobierno, fue palpable.
A nivel mundial, y solo para poner algunos ejemplos, de acuerdo con la Universidad John Hopkins que tiene un proyecto de estudio comparativo en 35 países sobre voluntariado y sociedad civil, en el mundo hay 190 millones de personas que trabajan como voluntarios en organizaciones no gubernamentales las cuales generan aproximadamente un 5% del PIB mundial, lo que las constituiría en conjunto la 7ª economía más grande del mundo, su fuerza de trabajo supera a la industria alimentaria mundial en cinco veces, se concentran en las áreas más pobres de la sociedad y en comunidades en situación de emergencia.
En un libro sumamente interesante que estoy leyendo llamado “Una nueva mirada al compromiso social” de Susana Ochoa de Rojas, nos cuestiona sobre cuál sería el impacto en la reducción de la pobreza, la marginación y la desintegración social, si el servicio social que los estudiantes universitarios deben realizar, se enfocara realmente al objetivo para el cual fue creado, con una actitud de compromiso hacia los demás, en especial los más necesitados.
Es precisamente la falta de precisión sobre sus objetivos, por parte de las universidades públicas y privadas, lo que hace que se derroche una enorme energía social en objetivos no sociales. No hemos enseñado a los alumnos a canalizar el esfuerzo hacia el bien común, la subsidiaridad, la solidaridad y el combate a la marginación.
Los jóvenes quieren ser parte de ese cambio social y a veces sus energías están mal canalizadas porqué no hemos sabido orientarlos. Son los más participativos, los más solidarios, los más desprendidos y lo que hacemos es ponerlos a ayudar en oficinas públicas en trabajos burocráticos e improductivos, y peor aún, en empresas privadas como mano de obra gratuita o barata, cuando podríamos enfocar tanta energía a la resolución de la pobreza, ¡entonces si estarían haciendo un verdadero servicio social!
No importa la profesión para la cuál están estudiando, como contadores, administradores, financieros, químicos, físicos, matemáticos, biólogos, filósofos, actuarios etc. todos pueden apoyar a resolver con inventiva y participación, problemas de vivienda social, purificación del agua, baños secos, instrucción en finanzas personales, ahorro, contabilidad, manejo de residuos etc.
Lo que deben hacer las Universidades es replantearse el verdadero papel de servicio social.
A nivel mundial, y solo para poner algunos ejemplos, de acuerdo con la Universidad John Hopkins que tiene un proyecto de estudio comparativo en 35 países sobre voluntariado y sociedad civil, en el mundo hay 190 millones de personas que trabajan como voluntarios en organizaciones no gubernamentales las cuales generan aproximadamente un 5% del PIB mundial, lo que las constituiría en conjunto la 7ª economía más grande del mundo, su fuerza de trabajo supera a la industria alimentaria mundial en cinco veces, se concentran en las áreas más pobres de la sociedad y en comunidades en situación de emergencia.
En un libro sumamente interesante que estoy leyendo llamado “Una nueva mirada al compromiso social” de Susana Ochoa de Rojas, nos cuestiona sobre cuál sería el impacto en la reducción de la pobreza, la marginación y la desintegración social, si el servicio social que los estudiantes universitarios deben realizar, se enfocara realmente al objetivo para el cual fue creado, con una actitud de compromiso hacia los demás, en especial los más necesitados.
Es precisamente la falta de precisión sobre sus objetivos, por parte de las universidades públicas y privadas, lo que hace que se derroche una enorme energía social en objetivos no sociales. No hemos enseñado a los alumnos a canalizar el esfuerzo hacia el bien común, la subsidiaridad, la solidaridad y el combate a la marginación.
Los jóvenes quieren ser parte de ese cambio social y a veces sus energías están mal canalizadas porqué no hemos sabido orientarlos. Son los más participativos, los más solidarios, los más desprendidos y lo que hacemos es ponerlos a ayudar en oficinas públicas en trabajos burocráticos e improductivos, y peor aún, en empresas privadas como mano de obra gratuita o barata, cuando podríamos enfocar tanta energía a la resolución de la pobreza, ¡entonces si estarían haciendo un verdadero servicio social!
No importa la profesión para la cuál están estudiando, como contadores, administradores, financieros, químicos, físicos, matemáticos, biólogos, filósofos, actuarios etc. todos pueden apoyar a resolver con inventiva y participación, problemas de vivienda social, purificación del agua, baños secos, instrucción en finanzas personales, ahorro, contabilidad, manejo de residuos etc.
Lo que deben hacer las Universidades es replantearse el verdadero papel de servicio social.
DEL PORQUE ES TAN DIFICIL PRONOSTICAR EL TIPO DE CAMBIO
El tipo de cambio es el precio que hay que pagar en pesos por una moneda extranjera, en nuestro caso por un dólar. El dólar representa nuestra divisa dura, es decir la divisa con la cual realizamos el mayor volumen de las transacciones económicas con el exterior.
En México el tipo de cambio es libre o flexible, lo que quiere decir que se determina por las fuerzas del mercado: oferta y demanda, y detrás de sus movimientos están múltiples factores por lo que predecir su nivel se torna casi tan difícil como predecir el clima. Así por ejemplo, en cuanto a la oferta de dólares en el mercado de cambios influyen: el volumen de las exportaciones, los envíos de remesas, la inversión extranjera directa (adquisición o establecimiento de empresas), la inversión extranjera de cartera (compra de acciones, papel comercial, bonos gubernamentales etc.), el endeudamiento externo, el precio internacional del petróleo y la llegada de turistas internacionales.
Por el lado de la demanda de dólares en contrapartida están: las importaciones, la remisión de utilidades de empresas en el país a sus matrices en el extranjero, las transferencias de mexicanos a connacionales, la inversión de mexicanos en el extranjero, el pago de fletes por la transportación internacional de mercancías y los viajeros internacionales de México entre otras cosas.
Estos factores podrían llamarse estructurales, sin embargo existen otros factores muy importantes y de muy difícil predicción entre los que destacan: la perdida de confianza en la moneda nacional y en consecuencia la dolarización (compra de dólares), la inestabilidad financiera internacional y la búsqueda de mayores rendimientos en mercados más seguros (vuelo a la calidad), la inestabilidad política, la incertidumbre sobre el futuro económico y la búsqueda de mantener el poder adquisitivo de la moneda en oro o plata, los contagios financieros internacionales y sus efectos de dominó, e incluso la desconfianza ante la llegada de un nuevo gobierno, y con mucha regularidad la especulación para obtener utilidades cambiarias.
El Banco de México, que es nuestro banco central, puede intervenir en el mercado de cambios mediante subastas de dólares e incluso ventas directas, si considera que la inestabilidad cambiaria puede poner en riesgo su meta de inflación y afectar las tasas de interés generando una volatilidad de las mismas y del tipo de cambio mayor a la deseable de acuerdo a sus objetivos de política monetaria.
El tipo de cambio Fix es determinado por el Banco de México, los días hábiles bancarios, con base en un promedio de las cotizaciones del mercado de cambios al mayoreo para operaciones liquidables el segundo día hábil bancario siguiente. Dichas cotizaciones se obtienen de plataformas de transacción cambiaria y otros medios electrónicos con representatividad en el mercado de cambios. El Banco de México da a conocer el FIX a partir de las 12:00 horas.
En México el tipo de cambio es libre o flexible, lo que quiere decir que se determina por las fuerzas del mercado: oferta y demanda, y detrás de sus movimientos están múltiples factores por lo que predecir su nivel se torna casi tan difícil como predecir el clima. Así por ejemplo, en cuanto a la oferta de dólares en el mercado de cambios influyen: el volumen de las exportaciones, los envíos de remesas, la inversión extranjera directa (adquisición o establecimiento de empresas), la inversión extranjera de cartera (compra de acciones, papel comercial, bonos gubernamentales etc.), el endeudamiento externo, el precio internacional del petróleo y la llegada de turistas internacionales.
Por el lado de la demanda de dólares en contrapartida están: las importaciones, la remisión de utilidades de empresas en el país a sus matrices en el extranjero, las transferencias de mexicanos a connacionales, la inversión de mexicanos en el extranjero, el pago de fletes por la transportación internacional de mercancías y los viajeros internacionales de México entre otras cosas.
Estos factores podrían llamarse estructurales, sin embargo existen otros factores muy importantes y de muy difícil predicción entre los que destacan: la perdida de confianza en la moneda nacional y en consecuencia la dolarización (compra de dólares), la inestabilidad financiera internacional y la búsqueda de mayores rendimientos en mercados más seguros (vuelo a la calidad), la inestabilidad política, la incertidumbre sobre el futuro económico y la búsqueda de mantener el poder adquisitivo de la moneda en oro o plata, los contagios financieros internacionales y sus efectos de dominó, e incluso la desconfianza ante la llegada de un nuevo gobierno, y con mucha regularidad la especulación para obtener utilidades cambiarias.
El Banco de México, que es nuestro banco central, puede intervenir en el mercado de cambios mediante subastas de dólares e incluso ventas directas, si considera que la inestabilidad cambiaria puede poner en riesgo su meta de inflación y afectar las tasas de interés generando una volatilidad de las mismas y del tipo de cambio mayor a la deseable de acuerdo a sus objetivos de política monetaria.
El tipo de cambio Fix es determinado por el Banco de México, los días hábiles bancarios, con base en un promedio de las cotizaciones del mercado de cambios al mayoreo para operaciones liquidables el segundo día hábil bancario siguiente. Dichas cotizaciones se obtienen de plataformas de transacción cambiaria y otros medios electrónicos con representatividad en el mercado de cambios. El Banco de México da a conocer el FIX a partir de las 12:00 horas.
IMPORTANCIA ESTRÁTEGICA DE MIGRANTES Y REMESAS: "TODOS SALEN GANANDO"
Las remesas son los envíos de dinero que los emigrantes envían a sus familiares que permanecieron en su país de origen. Provienen básicamente de los sueldos y salarios por el trabajo que realizan en el lugar de destino, mismos que son resultado de la generación riqueza mediante la producción de bienes y servicios, pago de impuestos y complementación de mano de obra.
El envío de dinero es resultado de la existencia de lazos familiares. Detrás de estos envíos hay valores fundamentales para el ser humano como la solidaridad, responsabilidad, compromiso, respaldo, protección, afecto, filiación y apego entre otros.
Para la familia receptora es un factor indispensable para su supervivencia. Representa la oportunidad de mejorar su calidad de vida, de aliviar la pobreza, de mejorar la vivienda, de pagar los estudios etc. Diversos estudios han comprobado que 80 centavos de cada peso recibido se gastan en necesidades elementales como alimentación, calzado, vestido y vivienda.
A nivel del país, las remesas representan nuestra segunda fuente de divisas, después de las exportaciones manufactureras. De enero a junio de 2012 generaron un 180% más divisas que la actividad turística, 170% más que la exportación de productos agropecuarios, un 400% más que la exportación de la industria extractiva (minerales). Son 123% más que la inversión extranjera directa en el país, y fueron casi el doble que el incremento de las reservas internacionales para el mismo período, equivalen el 38% de la exportación petrolera y al 7% de la exportación de manufacturas. Se puede decir que por sí solas constituyen un sector productivo.
Contrariamente a lo que se piensa, las remesas no representan una sangría para el país huésped, pues la riqueza generada en el mismo es mucho mayor que el envío de remesas al país de origen, ya que nadie envía el 100% de su sueldo, de hecho se estima que envían entre el 10 y el 16% de sus ingresos. Adicionalmente muchos de estos migrantes mexicanos son contribuyentes netos por ejemplo: en el caso de mexicanos en Estados Unidos muchos de ellos no reciben beneficios de seguridad social y 60% no tiene acceso a servicios de salud. El 7.4 del consumo total de las familias en Estados Unidos corresponde a familias de origen mexicano. La fuerza de trabajo mexicana también ayuda a compensar el mercado laboral, su contratación es sumamente flexible, toman los empleos que los nacionales no quieren y en épocas de recesión permiten el ajuste del mercado laboral, pues la tasa de desempleo de mexicanos es más alta que la de los nacionales (durante 2009 fue de 11.6% en promedio, muy por encima de la tasa total de desempleo del 7.1%), además eleva la productividad de la fuerza de trabajo local, y ayuda a las microempresas a seguir siendo competitivas.
La migración se ha visto más con ojos xenofóbicos (miedo o rechazo a los extranjeros) que con objetividad. No es un fenómeno nuevo, desde tiempos remotos el hombre ha emigrado, conquistando nuevos territorios, expandiendo sus fronteras, integrando sociedades y difundiendo su cultura.
Analizado correctamente todos salen beneficiados.
El envío de dinero es resultado de la existencia de lazos familiares. Detrás de estos envíos hay valores fundamentales para el ser humano como la solidaridad, responsabilidad, compromiso, respaldo, protección, afecto, filiación y apego entre otros.
Para la familia receptora es un factor indispensable para su supervivencia. Representa la oportunidad de mejorar su calidad de vida, de aliviar la pobreza, de mejorar la vivienda, de pagar los estudios etc. Diversos estudios han comprobado que 80 centavos de cada peso recibido se gastan en necesidades elementales como alimentación, calzado, vestido y vivienda.
A nivel del país, las remesas representan nuestra segunda fuente de divisas, después de las exportaciones manufactureras. De enero a junio de 2012 generaron un 180% más divisas que la actividad turística, 170% más que la exportación de productos agropecuarios, un 400% más que la exportación de la industria extractiva (minerales). Son 123% más que la inversión extranjera directa en el país, y fueron casi el doble que el incremento de las reservas internacionales para el mismo período, equivalen el 38% de la exportación petrolera y al 7% de la exportación de manufacturas. Se puede decir que por sí solas constituyen un sector productivo.
Contrariamente a lo que se piensa, las remesas no representan una sangría para el país huésped, pues la riqueza generada en el mismo es mucho mayor que el envío de remesas al país de origen, ya que nadie envía el 100% de su sueldo, de hecho se estima que envían entre el 10 y el 16% de sus ingresos. Adicionalmente muchos de estos migrantes mexicanos son contribuyentes netos por ejemplo: en el caso de mexicanos en Estados Unidos muchos de ellos no reciben beneficios de seguridad social y 60% no tiene acceso a servicios de salud. El 7.4 del consumo total de las familias en Estados Unidos corresponde a familias de origen mexicano. La fuerza de trabajo mexicana también ayuda a compensar el mercado laboral, su contratación es sumamente flexible, toman los empleos que los nacionales no quieren y en épocas de recesión permiten el ajuste del mercado laboral, pues la tasa de desempleo de mexicanos es más alta que la de los nacionales (durante 2009 fue de 11.6% en promedio, muy por encima de la tasa total de desempleo del 7.1%), además eleva la productividad de la fuerza de trabajo local, y ayuda a las microempresas a seguir siendo competitivas.
La migración se ha visto más con ojos xenofóbicos (miedo o rechazo a los extranjeros) que con objetividad. No es un fenómeno nuevo, desde tiempos remotos el hombre ha emigrado, conquistando nuevos territorios, expandiendo sus fronteras, integrando sociedades y difundiendo su cultura.
Analizado correctamente todos salen beneficiados.
LA INFLACIÓN NO ES LA MISMA PARA TODOS
Todo mundo entiende que un incremento en la inflación indica una pérdida de poder adquisitivo del dinero, es decir nos alcanza para menos; pero lo que no todo mundo puede hacer es interpretar la compleja información con respecto a la inflación que emite el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), así tenemos que hay inflación subyacente y no subyacente, la inflación de la canasta básica, la inflación por objeto de gasto, la de consumo individual por finalidades y, por estrato de ingreso y objeto de gasto.
Lo que debemos recalcar es que los efectos negativos de la inflación no son los mismos para toda la población, pues depende del monto de gasto que realicemos en ciertos bienes y de la ciudad en la que estemos así como del proceso de escasez de los productos que necesitamos, y por si ello no fuera suficiente, debemos considerar como se ha ido comportando el incremento en los salarios con respecto al incremento en los precios.
En resumen la inflación no es igual para todos, y hay ciertos segmentos de la población que la recienten en mayor medida.
Para aclarar bastan algunos ejemplos:
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares en 2008, los mexicanos en promedio gastamos, en orden decreciente, de cada 100 pesos, $1.59 en tortillas de maíz, $1.58 en leche, $1.56 en cerveza, $1.55 en gas doméstico LP, $1.32 en pollo y $1.15 en refrescos envasados, $1.08 en pan blanco, de caja y de dulce, 62 centavos en huevos, 12 centavos en sopa de pasta, entre otras muchas cosas.
Si bien el índice nacional de precios al consumidor (INPC) tuvo una variación de julio del 2011 a julio de 2012 de 4.42%, la de la canasta básica fue 6.19%, alimentos, bebidas y tabaco 8.22%, en tanto que la inflación en huevo fue 19.25%, maíz 16.61%, carne de res 16.18%, tortilla de maíz 11.49 %, cerdo 7.47%, pollo 8.43%, pan 6.35%, tostada 5.33%, cerveza 4.98%, leche 4.27%, refrescos envasados 4.08%.
Si consideramos la inflación por estrato de ingreso tenemos que para quienes ganan un salario mínimo la inflación en alimentos bebidas y tabaco, del mismo periodo, fue 4.95%, para quienes perciben de 1 a 3 salarios mínimos de 5.13%, de 3 a 6 salarios mínimos 4.91% y más de seis salarios mínimos 4.43%.
Un dato curioso es cuando calculamos la inflación de la canasta básica con la calculadora del INEGI nos da un 73.39% de inflación anual de julio 2011 a julio 2012, en tanto que la variación del INPC de dicha canasta es de solo 6.19% en el mismo periodo, lo que nos lleva a destacar lo complejo que es entender el fenómeno inflacionario y más aún la percepción que de él tenemos.
Todo esto sin considerar que por ciudad estos datos difieren y en el caso de Jalisco donde la gripe aviar mermo la producción de pollo y huevo, el impacto inflacionario es mucho mayor. Así en Guadalajara fue de 3.82% y en Tepatitlán de 6.0%, de hecho esta fue la ciudad con el mayor incremento a nivel nacional.
Como podemos observar el efecto de la inflación en nuestro bolsillo difiere para cada uno, en función no solo de los bienes de nuestra canasta básica: marcas, contenido, peso neto, presentación, etc. con respecto a la canasta construida por el INEGI, sino también en función de la ciudad dónde vivimos, y el incremento real de nuestros ingresos.
Comparando con la inflación, el incremento en el ingreso nominal promedio al segundo trimestre del 2012 fue de 2.8%, mientras que en el salario base de cotización del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) fué de 4.2%, y el incremento del salario contractual de empresas privadas de 4.5%.
El incremento en precios y la diferencia con respecto al incremento en salarios impactan en nuestro poder adquisitivo, así como en nuestra percepción de la inflación.
Lo que debemos recalcar es que los efectos negativos de la inflación no son los mismos para toda la población, pues depende del monto de gasto que realicemos en ciertos bienes y de la ciudad en la que estemos así como del proceso de escasez de los productos que necesitamos, y por si ello no fuera suficiente, debemos considerar como se ha ido comportando el incremento en los salarios con respecto al incremento en los precios.
En resumen la inflación no es igual para todos, y hay ciertos segmentos de la población que la recienten en mayor medida.
Para aclarar bastan algunos ejemplos:
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares en 2008, los mexicanos en promedio gastamos, en orden decreciente, de cada 100 pesos, $1.59 en tortillas de maíz, $1.58 en leche, $1.56 en cerveza, $1.55 en gas doméstico LP, $1.32 en pollo y $1.15 en refrescos envasados, $1.08 en pan blanco, de caja y de dulce, 62 centavos en huevos, 12 centavos en sopa de pasta, entre otras muchas cosas.
Si bien el índice nacional de precios al consumidor (INPC) tuvo una variación de julio del 2011 a julio de 2012 de 4.42%, la de la canasta básica fue 6.19%, alimentos, bebidas y tabaco 8.22%, en tanto que la inflación en huevo fue 19.25%, maíz 16.61%, carne de res 16.18%, tortilla de maíz 11.49 %, cerdo 7.47%, pollo 8.43%, pan 6.35%, tostada 5.33%, cerveza 4.98%, leche 4.27%, refrescos envasados 4.08%.
Si consideramos la inflación por estrato de ingreso tenemos que para quienes ganan un salario mínimo la inflación en alimentos bebidas y tabaco, del mismo periodo, fue 4.95%, para quienes perciben de 1 a 3 salarios mínimos de 5.13%, de 3 a 6 salarios mínimos 4.91% y más de seis salarios mínimos 4.43%.
Un dato curioso es cuando calculamos la inflación de la canasta básica con la calculadora del INEGI nos da un 73.39% de inflación anual de julio 2011 a julio 2012, en tanto que la variación del INPC de dicha canasta es de solo 6.19% en el mismo periodo, lo que nos lleva a destacar lo complejo que es entender el fenómeno inflacionario y más aún la percepción que de él tenemos.
Todo esto sin considerar que por ciudad estos datos difieren y en el caso de Jalisco donde la gripe aviar mermo la producción de pollo y huevo, el impacto inflacionario es mucho mayor. Así en Guadalajara fue de 3.82% y en Tepatitlán de 6.0%, de hecho esta fue la ciudad con el mayor incremento a nivel nacional.
Como podemos observar el efecto de la inflación en nuestro bolsillo difiere para cada uno, en función no solo de los bienes de nuestra canasta básica: marcas, contenido, peso neto, presentación, etc. con respecto a la canasta construida por el INEGI, sino también en función de la ciudad dónde vivimos, y el incremento real de nuestros ingresos.
Comparando con la inflación, el incremento en el ingreso nominal promedio al segundo trimestre del 2012 fue de 2.8%, mientras que en el salario base de cotización del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) fué de 4.2%, y el incremento del salario contractual de empresas privadas de 4.5%.
El incremento en precios y la diferencia con respecto al incremento en salarios impactan en nuestro poder adquisitivo, así como en nuestra percepción de la inflación.
¿QUIÉNES SON LOS PIGS?
PIGS su traducción al inglés es literalmente cerdos y es el acrónimo por medio del cual los medios financieros de la eurozona, en especial los anglosajones, se refieren al grupo de paises del sur de la unión monetaria europea que han sufrido las peores consecuencias de la crisis económica. Dichos países son Portugal, Irlanda, Grecia y España, y en ocasiones se agrega Italia PIIGS. Estos países se caracterizan por su abultado déficit fiscal y su elevada deuda externa como porcentaje del producto interno bruto.
Para reducir dicho déficit estos países han aplicado medidas fiscales recesivas reduciendo drásticamente el gasto público: salarios, empleo público, deducciones fiscales e inversión pública, y elevando los impuestos incrementando el costo para su población que se traduce en una caída importante de los servicios públicos, las pensiones, los gastos en salud y la seguridad social, lo que eleva a niveles sin precedentes las tasas de pobreza, como puede verse en la tabla abajo.
DÉFICIT FISCAL COMO % DEL PIB
PAÍS 2009 2011 2013e
Portugal 10.2% 4.2% 3.0%
Irlanda 14% 13.1% 7.5%
Italia 5.4% 31.2% 1.5%
Grecia 15.6% 9.2% 3.0%
España 11.2% 8.9% 5.9%
Fuente: Fondo Monetario Internacional. Monitor Fiscal, 16 julio 2012.
Adicionalmente se han visto en la necesidad de incrementar su deuda pública tratando de obtener recursos de los mercados internacionales de capital a través de elevar la tasa de interés que pagan por dichos recursos (ver tabla abajo)
DEUDA BRUTA DEL GOBIERNO FEDERAL COMO % DEL PIB
PAÍS 2009 2011 2013e
Portugal 83.1 107.8 118.6
Irlanda 65.1 108.2 121.2
Italia 116.1 120.1 126.4
Grecia 129.0 165.4 171.0
España 53.9 68.5 96.5
Fuente: Fondo Monetario Internacional. Monitor Fiscal, 16 julio 2012
La elevada incertidumbre y la pérdida de empleos ha obligado a las familias de estos países a reducir su consumo de bienes y servicios, que en promedio representa el 70% de la demanda agregada total, lo que a su vez retroalimenta la crisis al reducir las ventas de las empresas y la producción, y aumentar la destrucción de empleos impulsando la recesión y con ella la reducción en la captación de impuestos. Ello orilla a los gobiernos a reducir aún más su gasto público y a subir las tasas de interés para captar más recursos de los mercados financieros internacionales, de esta forma, como una espiral recesiva creciente, las economías se hunden aún más en la recesión y los niveles de pobreza y desesperanza de su población se incrementan generando problemas de gobernabilidad y estabilidad social y política, pues la población no logra entender el por qué deben pagar los costos de una crisis que inició con una burbuja crediticia y especulativa en los mercados hipotecarios y financieros y que se tradujo en un problema de déficit fiscal.
Mientras los gobiernos más conservadores como el Alemán insisten en aplicar políticas fiscales recesivas, los gobiernos mas abiertos como el Francés insisten a incrementar el gasto público y reducir los impuestos para lo cuál deben elevar su deuda pública, lo cual sería factible si el banco central europeo garantizará los bonos de deuda soberana. El debate esta en marcha y las soluciones se retrasan, mientras tanto el bienestar social de la población en estos países se reduce.
Para reducir dicho déficit estos países han aplicado medidas fiscales recesivas reduciendo drásticamente el gasto público: salarios, empleo público, deducciones fiscales e inversión pública, y elevando los impuestos incrementando el costo para su población que se traduce en una caída importante de los servicios públicos, las pensiones, los gastos en salud y la seguridad social, lo que eleva a niveles sin precedentes las tasas de pobreza, como puede verse en la tabla abajo.
DÉFICIT FISCAL COMO % DEL PIB
PAÍS 2009 2011 2013e
Portugal 10.2% 4.2% 3.0%
Irlanda 14% 13.1% 7.5%
Italia 5.4% 31.2% 1.5%
Grecia 15.6% 9.2% 3.0%
España 11.2% 8.9% 5.9%
Fuente: Fondo Monetario Internacional. Monitor Fiscal, 16 julio 2012.
Adicionalmente se han visto en la necesidad de incrementar su deuda pública tratando de obtener recursos de los mercados internacionales de capital a través de elevar la tasa de interés que pagan por dichos recursos (ver tabla abajo)
DEUDA BRUTA DEL GOBIERNO FEDERAL COMO % DEL PIB
PAÍS 2009 2011 2013e
Portugal 83.1 107.8 118.6
Irlanda 65.1 108.2 121.2
Italia 116.1 120.1 126.4
Grecia 129.0 165.4 171.0
España 53.9 68.5 96.5
Fuente: Fondo Monetario Internacional. Monitor Fiscal, 16 julio 2012
La elevada incertidumbre y la pérdida de empleos ha obligado a las familias de estos países a reducir su consumo de bienes y servicios, que en promedio representa el 70% de la demanda agregada total, lo que a su vez retroalimenta la crisis al reducir las ventas de las empresas y la producción, y aumentar la destrucción de empleos impulsando la recesión y con ella la reducción en la captación de impuestos. Ello orilla a los gobiernos a reducir aún más su gasto público y a subir las tasas de interés para captar más recursos de los mercados financieros internacionales, de esta forma, como una espiral recesiva creciente, las economías se hunden aún más en la recesión y los niveles de pobreza y desesperanza de su población se incrementan generando problemas de gobernabilidad y estabilidad social y política, pues la población no logra entender el por qué deben pagar los costos de una crisis que inició con una burbuja crediticia y especulativa en los mercados hipotecarios y financieros y que se tradujo en un problema de déficit fiscal.
Mientras los gobiernos más conservadores como el Alemán insisten en aplicar políticas fiscales recesivas, los gobiernos mas abiertos como el Francés insisten a incrementar el gasto público y reducir los impuestos para lo cuál deben elevar su deuda pública, lo cual sería factible si el banco central europeo garantizará los bonos de deuda soberana. El debate esta en marcha y las soluciones se retrasan, mientras tanto el bienestar social de la población en estos países se reduce.
CRISIS FINANCIERA Y CRISIS DE DEUDA SOBERANA: ¿CÓMO SE TRANSFORMÓ UNA EN OTRA Y…ESTÁ MÉXICO EXCENTO DE UN PROBLEMA SEMEJANTE?
La política fiscal es un importante instrumento del gobierno para salir de una crisis económica y disminuir la inflación, una reducción en los impuestos permite a empresas y familias elevar sus niveles de inversión y consumo, lo que fomenta la demanda agregada y en consecuencia, las ventas de las empresas. Por su parte un incremento en el gasto público en obras de infraestructura, bienes y servicios en general, gastos en educación, salud, vivienda y seguridad social permite a su vez mejorar el nivel de vida de la población, la rentabilidad de las empresas y en consecuencia el crecimiento económico. Esto es lo que los economistas conocen como política fiscal expansiva. De manera contraria un incremento en los impuestos y una reducción del gasto público, produce el efecto contrario, reduce los niveles de consumo e inversión de las empresas y con ello el nivel de actividad económica.
Cuando inicia la crisis financiera de la eurozona los gobiernos reaccionaron de forma inmediata mediante una política fiscal expansiva, la idea era precisamente aumentar la demanda agregada y generar crecimiento económico; el efecto fue temporalmente positivo, las economías recibieron el empuje necesario para salir de la recesión, más sin embargo dicho empuje no fue suficiente porque la misma recesión disminuyó el volumen recaudado por los gobiernos por lo que tuvieron que recurrir a un incremento de su endeudamiento mediante la emisión de bonos soberanos.
El problema de pertenecer a una zona monetaria radica en que no existe la política cambiaria, el tener una moneda común significa que se ha renunciado a la soberanía monetaria y con ella a la emisión de moneda y el manejo de su tipo de cambio a través de devaluaciones, depreciaciones, apreciaciones o revaluaciones.
Así los gobiernos recurrieron al endeudamiento en los mercados internacionales de capital, mientras que su población sufría los efectos adversos de la recesión viendo elevar el nivel de desempleo, lo que los obligó a restringir sus gastos y elevar su ahorro, mientras que las empresas al ver reducidas las ventas, disminuyeron la producción y con ella el empleo, retroalimentándose así la recesión.
Este proceso incrementó el riesgo país, por lo que cada gobierno ofreció una tasa de interés más alta para poder atraer capitales que adquieran sus bonos de deuda. El consecuente incremento en tasas de interés elevó los costos del financiamiento y el monto de la deuda y, paradójicamente, el riesgo país.
De esta forma la crisis financiera se transformó en una crisis de deuda pública o soberana.
Hay que tener en consideración también, que los gobiernos utilizaron gran cantidad de recursos para recuperar la confianza en los bancos de la región, por lo que inyectaron crecientes cantidades de dinero en su saneamiento financiero para generar la confianza necesaria que impidiera las corridas bancarias (retiro masivo de dinero por parte de los depositantes).
Como resultado se llegó a niveles insostenibles de déficit fiscal (gasto público mayor que los ingresos públicos) y la deuda pública se incrementó. Así tenemos que el déficit fiscal promedio en la eurozona pasó de representar el 2.1% del PIB en el 2008 al 6.2% en el 2010, mientras que la deuda de los gobiernos pasó del 70% al 86% del PIB en promedio y continua subiendo, esperando que en el 2012 sea del 92.4%. Tan solo Grecia pasó del 113% en el 2008 al 165% en el 2011 y se espera llegue al 171% en el 2013, los datos de Italia respectivamente son del 106%, 120% y 126%, los de España son 40%, 68.5% y 97%, los de Irlanda son 44%, 108% y 121%, los de Portugal son 72%, 108% y 119%, los de Francia son 68%, 86% y al 90% y Alemania, que presume tener la posición más saludable, presenta los siguientes datos: 67%, 81% y 80%. Ello ha obligado al Banco Central Europeo y al Fondo Monetario Internacional, entre otros, a exigir un recorte del gasto público y un incremento en los impuestos, lo que de forma contraproducente ha magnificado el efecto recesivo de la crisis financiera, elevando el riesgo país y generando una mayor carga financiera para los gobiernos en crisis.
En un efecto perverso, el efecto recesivo de la política fiscal impuesta disminuye aún más la recaudación, eleva el riesgo país y con él las tasas de interés necesarias para atraer capitales, lo que a su vez genera una mayor presión financiera y una mayor necesidad de recursos monetarios por parte de los bancos y los gobiernos, evitando la ansiada recuperación económica y generando un panorama de desaliento para los próximos cinco años.
A la luz de dichos acontecimiento conviene comparar la posición de México, que aunque se encuentra en una posición mucho más holgada al pasar del 43.1% al 43.8% de deuda pública como porcentaje del PIB en el 2008 y el 2011 respectivamente, existen importantes focos rojos relacionados con el notable incremento de la deuda de ciertos gobiernos estatales y municipales que ha crecido de manera alarmante en los últimos años. Aquí la evaluación no es con relación al PIB sino en relación a su participación en los ingresos federales, ya que debemos recordar que la recaudación de los impuestos más importantes como el ISR y el IVA es de carácter federal por lo que se transfieren directamente a la federación y luego ésta los asigna de nuevo a los estados en función de su población, sus necesidades sociales inmediatas y sus aportaciones en dicha recaudación.
Así tenemos que Coahuila pasó de una deuda del 18.8% en 2008 al 304.6% en el 2011, en tanto que Chihuahua paso del 54% al 118%, Jalisco del 48% al 77%, Nuevo León del 95% al 166% y Quintana Roo del 52% al 204%, medida como porcentaje de sus participaciones en ingresos federales, es decir que gastan más de lo que ingresan y todos sabemos que cuando se gasta más de lo que se ingresa tenemos un problema en primera instancia de liquidez y después de solvencia, lo que conduce a la necesidad de realizar ajustes abruptos al gasto publico y a los ingresos que puede generar un efecto recesivo sobre la economía local.
Así que México no esta exento de los mismos riesgos financieros que han profundizado la crisis económica en la eurozona y el gobierno mexicano parece ser complaciente con ello al no exigir información sobre la evolución de la deuda local, ni instrumentar las medidas de transparencia y seguimiento necesarias para cualificar la solvencia de las finanzas públicas de los estados.
Cuando inicia la crisis financiera de la eurozona los gobiernos reaccionaron de forma inmediata mediante una política fiscal expansiva, la idea era precisamente aumentar la demanda agregada y generar crecimiento económico; el efecto fue temporalmente positivo, las economías recibieron el empuje necesario para salir de la recesión, más sin embargo dicho empuje no fue suficiente porque la misma recesión disminuyó el volumen recaudado por los gobiernos por lo que tuvieron que recurrir a un incremento de su endeudamiento mediante la emisión de bonos soberanos.
El problema de pertenecer a una zona monetaria radica en que no existe la política cambiaria, el tener una moneda común significa que se ha renunciado a la soberanía monetaria y con ella a la emisión de moneda y el manejo de su tipo de cambio a través de devaluaciones, depreciaciones, apreciaciones o revaluaciones.
Así los gobiernos recurrieron al endeudamiento en los mercados internacionales de capital, mientras que su población sufría los efectos adversos de la recesión viendo elevar el nivel de desempleo, lo que los obligó a restringir sus gastos y elevar su ahorro, mientras que las empresas al ver reducidas las ventas, disminuyeron la producción y con ella el empleo, retroalimentándose así la recesión.
Este proceso incrementó el riesgo país, por lo que cada gobierno ofreció una tasa de interés más alta para poder atraer capitales que adquieran sus bonos de deuda. El consecuente incremento en tasas de interés elevó los costos del financiamiento y el monto de la deuda y, paradójicamente, el riesgo país.
De esta forma la crisis financiera se transformó en una crisis de deuda pública o soberana.
Hay que tener en consideración también, que los gobiernos utilizaron gran cantidad de recursos para recuperar la confianza en los bancos de la región, por lo que inyectaron crecientes cantidades de dinero en su saneamiento financiero para generar la confianza necesaria que impidiera las corridas bancarias (retiro masivo de dinero por parte de los depositantes).
Como resultado se llegó a niveles insostenibles de déficit fiscal (gasto público mayor que los ingresos públicos) y la deuda pública se incrementó. Así tenemos que el déficit fiscal promedio en la eurozona pasó de representar el 2.1% del PIB en el 2008 al 6.2% en el 2010, mientras que la deuda de los gobiernos pasó del 70% al 86% del PIB en promedio y continua subiendo, esperando que en el 2012 sea del 92.4%. Tan solo Grecia pasó del 113% en el 2008 al 165% en el 2011 y se espera llegue al 171% en el 2013, los datos de Italia respectivamente son del 106%, 120% y 126%, los de España son 40%, 68.5% y 97%, los de Irlanda son 44%, 108% y 121%, los de Portugal son 72%, 108% y 119%, los de Francia son 68%, 86% y al 90% y Alemania, que presume tener la posición más saludable, presenta los siguientes datos: 67%, 81% y 80%. Ello ha obligado al Banco Central Europeo y al Fondo Monetario Internacional, entre otros, a exigir un recorte del gasto público y un incremento en los impuestos, lo que de forma contraproducente ha magnificado el efecto recesivo de la crisis financiera, elevando el riesgo país y generando una mayor carga financiera para los gobiernos en crisis.
En un efecto perverso, el efecto recesivo de la política fiscal impuesta disminuye aún más la recaudación, eleva el riesgo país y con él las tasas de interés necesarias para atraer capitales, lo que a su vez genera una mayor presión financiera y una mayor necesidad de recursos monetarios por parte de los bancos y los gobiernos, evitando la ansiada recuperación económica y generando un panorama de desaliento para los próximos cinco años.
A la luz de dichos acontecimiento conviene comparar la posición de México, que aunque se encuentra en una posición mucho más holgada al pasar del 43.1% al 43.8% de deuda pública como porcentaje del PIB en el 2008 y el 2011 respectivamente, existen importantes focos rojos relacionados con el notable incremento de la deuda de ciertos gobiernos estatales y municipales que ha crecido de manera alarmante en los últimos años. Aquí la evaluación no es con relación al PIB sino en relación a su participación en los ingresos federales, ya que debemos recordar que la recaudación de los impuestos más importantes como el ISR y el IVA es de carácter federal por lo que se transfieren directamente a la federación y luego ésta los asigna de nuevo a los estados en función de su población, sus necesidades sociales inmediatas y sus aportaciones en dicha recaudación.
Así tenemos que Coahuila pasó de una deuda del 18.8% en 2008 al 304.6% en el 2011, en tanto que Chihuahua paso del 54% al 118%, Jalisco del 48% al 77%, Nuevo León del 95% al 166% y Quintana Roo del 52% al 204%, medida como porcentaje de sus participaciones en ingresos federales, es decir que gastan más de lo que ingresan y todos sabemos que cuando se gasta más de lo que se ingresa tenemos un problema en primera instancia de liquidez y después de solvencia, lo que conduce a la necesidad de realizar ajustes abruptos al gasto publico y a los ingresos que puede generar un efecto recesivo sobre la economía local.
Así que México no esta exento de los mismos riesgos financieros que han profundizado la crisis económica en la eurozona y el gobierno mexicano parece ser complaciente con ello al no exigir información sobre la evolución de la deuda local, ni instrumentar las medidas de transparencia y seguimiento necesarias para cualificar la solvencia de las finanzas públicas de los estados.
DESEMPLEO JUVENIL: ALERTA MUNDIAL
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha puesto de manifiesto en repetidas ocasiones que el mundo enfrenta una crisis global de empleo que se ha agudizado a partir de la crisis del 2008, pero cuyas raíces se encuentran más allá de la misma. Las características más importantes son la inactividad creciente, elevados niveles de desempleo, el trabajo precario, el aumento de trabajadores pobres y la problemática juvenil. México no se encuentra exento de esta situación, como tampoco lo esta el estado de Jalisco.
La tasa de desocupación de los adolescentes de 14 a 19 años de edad es el doble de la tasa de desocupación total, siendo del 8.7% al primer trimestre del 2012, en tanto que la de los jóvenes de 20 a 29 años es del 6.2%, por su parte la tasa de desocupación en general es del 4.5%.
Jalisco se encuentra en su punto máximo de bono demográfico, la población joven de 17 a 29 años de edad esta siendo desaprovechada, desperdiciando con ello los recursos públicos invertidos en su capacitación y educación y alimentando la frustración, desesperanza y marginación de los jóvenes, incrementando así los riesgos de ingobernabilidad y conflicto social. Adicionalmente estamos abonando al crecimiento del sector informal, válvula de escape de los jóvenes que requieren una ocupación y un ingreso y de no lograrlo pueden ingresar a la delincuencia, el crimen organizado o generar un contingente importante de jóvenes sin esperanza que pueden caer en la depresión, pandillerismo, alcoholismo y drogadicción.
Una cantidad menor de estos jóvenes buscan una opción educativa que posponga su ingreso al mercado laboral mediante la realización de diplomados, especialidades, maestrías y doctorados.
Esta situación ya ha generado a nivel mundial fuertes movimientos de protesta mediante manifestaciones que pretenden demostrar su creciente indignación, y el alcance que los gobiernos pueden tener a través de las políticas activas de empleo se ve seriamente limitado por el estancamiento económico y la escaza inversión productiva y reinversión de recursos en la producción de bienes y servicios.
Aunque la eficacia en los programas públicos de atención a la problemática laboral en Jalisco, se ha incrementado persistentemente, e incluso por encima del promedio nacional, su alcance sigue siendo muy limitado y las becas para la capacitación en el trabajo se han reducido.
Por todo lo anterior, es necesario establecer una alianza a nivel estatal que permita atender las diversas dimensiones y factores relacionados con la problemática laboral y que incluya, en los participantes, al sector empresarial, financiero, educativo y público del estado, pues las políticas públicas activas de empleo no podrán con el gran reto que tendremos en los siguientes diez años para satisfacer las necesidades laborales de la población, en especial de los grupos vulnerables y, por volumen, el de los jóvenes. La Secretaría del Trabajo por sí sola no podrá resolver un problema que en esencia es multifactorial y multidimensional.
La tasa de desocupación de los adolescentes de 14 a 19 años de edad es el doble de la tasa de desocupación total, siendo del 8.7% al primer trimestre del 2012, en tanto que la de los jóvenes de 20 a 29 años es del 6.2%, por su parte la tasa de desocupación en general es del 4.5%.
Jalisco se encuentra en su punto máximo de bono demográfico, la población joven de 17 a 29 años de edad esta siendo desaprovechada, desperdiciando con ello los recursos públicos invertidos en su capacitación y educación y alimentando la frustración, desesperanza y marginación de los jóvenes, incrementando así los riesgos de ingobernabilidad y conflicto social. Adicionalmente estamos abonando al crecimiento del sector informal, válvula de escape de los jóvenes que requieren una ocupación y un ingreso y de no lograrlo pueden ingresar a la delincuencia, el crimen organizado o generar un contingente importante de jóvenes sin esperanza que pueden caer en la depresión, pandillerismo, alcoholismo y drogadicción.
Una cantidad menor de estos jóvenes buscan una opción educativa que posponga su ingreso al mercado laboral mediante la realización de diplomados, especialidades, maestrías y doctorados.
Esta situación ya ha generado a nivel mundial fuertes movimientos de protesta mediante manifestaciones que pretenden demostrar su creciente indignación, y el alcance que los gobiernos pueden tener a través de las políticas activas de empleo se ve seriamente limitado por el estancamiento económico y la escaza inversión productiva y reinversión de recursos en la producción de bienes y servicios.
Aunque la eficacia en los programas públicos de atención a la problemática laboral en Jalisco, se ha incrementado persistentemente, e incluso por encima del promedio nacional, su alcance sigue siendo muy limitado y las becas para la capacitación en el trabajo se han reducido.
Por todo lo anterior, es necesario establecer una alianza a nivel estatal que permita atender las diversas dimensiones y factores relacionados con la problemática laboral y que incluya, en los participantes, al sector empresarial, financiero, educativo y público del estado, pues las políticas públicas activas de empleo no podrán con el gran reto que tendremos en los siguientes diez años para satisfacer las necesidades laborales de la población, en especial de los grupos vulnerables y, por volumen, el de los jóvenes. La Secretaría del Trabajo por sí sola no podrá resolver un problema que en esencia es multifactorial y multidimensional.
LA TIRANÍA DE LOS MERCADOS FINANCIEROS: EL PODER DE UNOS CUANTOS
Las últimas noticias en Europa nos hablan de un desplome de los mercados, del hecho de que los mercados se anticipan a la situación económica, de que son capaces de descontar por anticipado una decisión de política monetaria de los bancos centrales etc., y… seguramente usted se preguntará ¿qué significa ello? Para su asombro la respuesta es muy sencilla, los mercados somos nosotros: personas que continuamente tomamos decisiones de ahorro, inversión, consumo, deuda, producción, contratación de personas etc., pero también debo destacar, que no todos tenemos el mismo poder de influencia en las leyes que rigen la oferta y demanda de bienes y servicios.
El grupo de personas con mayor poder económico, financiero y político son las que determinan hacia donde gira la rueda, pues son sus decisiones las que mueven a las grandes instituciones: empresas triple AAA (transnacionales con una gran generación de empleo y producción), bancos, aseguradoras, fondos de inversión, gobiernos estatales, federales, grandes dependencias públicas, partidos políticos etc.
Ellos son los que tienen en su poder la facultad de invertir o retirar grandes sumas de dinero de los circuitos de producción y finanzas, y de lograr que el circuito de mercancías y servicios, y el circuito monetario siga fluyendo, generando con ello consumo, producción y empleo, que es en realidad la riqueza que genera un determinado país.
El funcionamiento de la economía pone en circulación dos tipos de circuitos contrapuestos: el de las mercancías (bienes y servicios) y el monetario (dinero). Ambos circuitos caminan en sentido contrario, como en una carretera, así las personas adquirimos bienes y en respuesta pagamos en dinero por dichos bienes, si el pago se interrumpe, el circuito monetario se detiene y un poco más tarde se detendrá el de bienes.
En este punto es importante aclarar también que el dinero es básicamente un medio de cambio, un invento que el hombre generó para liquidar deudas. En sí mismo el dinero no es riqueza ya que no es un bien con valor intrínseco, es decir no es oro, ni plata, no podemos comerlo o usarlo como vestido. Es simplemente un signo de valor al que por un acuerdo social le hemos dado el poder, basado en la confianza, de que a través del él podremos liquidar deudas, realizar transacciones, otorgar créditos etc.
Cuando las grandes empresas, los gobiernos y las instituciones financieras deciden atesorar su dinero, la economía se detiene en seco pues el medio de cambio ya no esta circulando, ello genera una caída en las ventas, una reducción de la producción, un incremento en el desempleo, una caída en el consumo y de nuevo una caída en las ventas, en un circulo recesivo.
Pues bien, esto es lo que sucede en los mercados financieros internacionales, la desconfianza de los inversionistas los orilla a mantener su dinero ocioso ya sea en oro y plata, dólares, o bonos de gobiernos como el alemán, que en lugar de redituarles ganancias incluso le pierden, pero sienten que su dinero esta seguro. Así a nivel global, las grandes transnacionales, bancos, aseguradoreas etc. mantienen una liquidez ociosa (dinero inmóvil) que detiene la circulación de mercancías y por ende las ventas, producción, y empleo.
Las empresas no están reinvirtiendo sus ganancias en aumentar la producción y generar empleos, en lugar de ello sus tesorerías las destinan a inversiones seguras en algún instrumento financiero de bajo riesgo como los bonos del tesoro norteamericano, y mientras más concentrada este la riqueza en pocas manos y empresas, más difícil es poner en marcha el mecanismo del crecimiento económico, y para muestra basta un botón, de acuerdo con el documento World Wealth Report 2012, 11 millones de personas en el mundo concentran 42 billones de dólares excluyendo residencias, coleccionables, consumibles y bienes de consumo durable, por lo que son básicamente activos financieros. En México sólo el 0.18% de los mexicanos invierte en la bolsa un capital equivalente al 42% del producto interno bruto.
Para reactivar una economía es indispensable dejar que el dinero circule, mantenerlo ocioso solo mantiene ociosa a la economía.
El grupo de personas con mayor poder económico, financiero y político son las que determinan hacia donde gira la rueda, pues son sus decisiones las que mueven a las grandes instituciones: empresas triple AAA (transnacionales con una gran generación de empleo y producción), bancos, aseguradoras, fondos de inversión, gobiernos estatales, federales, grandes dependencias públicas, partidos políticos etc.
Ellos son los que tienen en su poder la facultad de invertir o retirar grandes sumas de dinero de los circuitos de producción y finanzas, y de lograr que el circuito de mercancías y servicios, y el circuito monetario siga fluyendo, generando con ello consumo, producción y empleo, que es en realidad la riqueza que genera un determinado país.
El funcionamiento de la economía pone en circulación dos tipos de circuitos contrapuestos: el de las mercancías (bienes y servicios) y el monetario (dinero). Ambos circuitos caminan en sentido contrario, como en una carretera, así las personas adquirimos bienes y en respuesta pagamos en dinero por dichos bienes, si el pago se interrumpe, el circuito monetario se detiene y un poco más tarde se detendrá el de bienes.
En este punto es importante aclarar también que el dinero es básicamente un medio de cambio, un invento que el hombre generó para liquidar deudas. En sí mismo el dinero no es riqueza ya que no es un bien con valor intrínseco, es decir no es oro, ni plata, no podemos comerlo o usarlo como vestido. Es simplemente un signo de valor al que por un acuerdo social le hemos dado el poder, basado en la confianza, de que a través del él podremos liquidar deudas, realizar transacciones, otorgar créditos etc.
Cuando las grandes empresas, los gobiernos y las instituciones financieras deciden atesorar su dinero, la economía se detiene en seco pues el medio de cambio ya no esta circulando, ello genera una caída en las ventas, una reducción de la producción, un incremento en el desempleo, una caída en el consumo y de nuevo una caída en las ventas, en un circulo recesivo.
Pues bien, esto es lo que sucede en los mercados financieros internacionales, la desconfianza de los inversionistas los orilla a mantener su dinero ocioso ya sea en oro y plata, dólares, o bonos de gobiernos como el alemán, que en lugar de redituarles ganancias incluso le pierden, pero sienten que su dinero esta seguro. Así a nivel global, las grandes transnacionales, bancos, aseguradoreas etc. mantienen una liquidez ociosa (dinero inmóvil) que detiene la circulación de mercancías y por ende las ventas, producción, y empleo.
Las empresas no están reinvirtiendo sus ganancias en aumentar la producción y generar empleos, en lugar de ello sus tesorerías las destinan a inversiones seguras en algún instrumento financiero de bajo riesgo como los bonos del tesoro norteamericano, y mientras más concentrada este la riqueza en pocas manos y empresas, más difícil es poner en marcha el mecanismo del crecimiento económico, y para muestra basta un botón, de acuerdo con el documento World Wealth Report 2012, 11 millones de personas en el mundo concentran 42 billones de dólares excluyendo residencias, coleccionables, consumibles y bienes de consumo durable, por lo que son básicamente activos financieros. En México sólo el 0.18% de los mexicanos invierte en la bolsa un capital equivalente al 42% del producto interno bruto.
Para reactivar una economía es indispensable dejar que el dinero circule, mantenerlo ocioso solo mantiene ociosa a la economía.
EL" MANIFIESTO POR EL SENTIDO ECONÓMICO"
La economía es una ciencia social que es resultado de nuestras acciones y decisiones personales en materia de ahorro, consumo, inversión, préstamos, créditos, endeudamiento etc. Cada una de nuestras acciones se suma en una serie de actos económicos que generan lo que conocemos como ambiente macroeconómico. Pero también es resultado de las decisiones que en materia de política económica toman los gobiernos, y de las decisiones que en materia de producción, inversión y generación de empleo toman las empresas. En pocas palabras “todos participamos en ella y de ella”.
Sin embargo, encontrar el hilo conductor de un fenómeno en especial es difícil, ya que nuestras decisiones dependen de nuestra perspectiva sobre acciones pasadas, presentes o a realizar, de forma que se genera una especie de circuito económico que relaciona todos nuestros actos económicos, en el cual las causas se confunden con los efectos y viceversa, y ello puede conducir a graves errores de política económica cuyo principal efecto es imponer un alto costo sobre la sociedad en su conjunto, lo que a su vez genera un malestar social que puede provocar serios problemas políticos y de gobernabilidad.
Una correcta interpretación sobre las causas de una crisis económica tendrá como resultado medidas adecuadas de política económica para su solución pero, un error en la interpretación puede profundizar aún más las crisis económicas, es por ello que actualmente circula por la redes sociales un Manifiesto por el Sentido Económico: “A Manifiesto for Economic Sense” que esta suscrito por reconocidos economistas a nivel mundial como Paul Krugman, Alan Blinder, Philip Arestis, Robert Frank y Robert Feldman entre otros, y de cual anexo el vínculo para su consulta.
http://www.manifestoforeconomicsense.org/A-MANIFESTO-FOR-ECONOMIC-SENSE.pdf.
Dicho manifiesto pone en entredicho las medidas de política económica instrumentadas en diversos países para salir de la crisis, que en lugar de resolver el problema lo profundizan aún más, pues confunden efectos con causas. En él se establece que la crisis económica financiera actual, en europa y otras partes del mundo, es resultado de un sobre endeudamiento de familias y empresas y no de un excesivo déficit fiscal, pues dicho déficit fue resultado de la crisis misma.
Su lectura es sencilla e ilustrativa, refleja correctamente la realidad actual y el cómo podemos ser presa de ideas viejas y equívocas que demostraron su ineficiencia ya desde el período de la gran recesión de 1929. El problema con las políticas erróneas es que los costos recaen directamente sobre la población reduciendo el gasto público y elevando los impuestos, así el poder de compra y el dinero se tornan insuficientes, la demanda se reduce y se generan elevadas tasas de desempleo, cuya persistencia no tiene precedentes, como resultado la pobreza aumenta y el futuro económico de las nuevas generaciones, en especial de los jóvenes, se cancela.
Como he establecido en artículos previos, toda crisis económica tiene su origen en un exceso de gasto con respecto a los ingresos, y ello solo puede suceder cuándo se ha financiado dicho gasto a través de créditos, tanto a nivel personal, familiar, empresarial, municipal, estatal o nacional. Como consecuencia lógica una vez que se constata que no es posible liquidar la deuda con las ingresos corrientes, las personas reducen rápidamente el gasto, buscan formas de ahorrar y, aunque ello genera un beneficio personal, provoca un incremento en los inventarios de las empresas (reducción de ventas) lo que las orilla a reducir la producción, posponer sus proyectos de expansión, y por ende reducir el empleo y con él el ingreso. Todo esto nos lleva a una espiral recesiva, pues a mayor desempleo, menor consumo y mayor acumulación de inventarios. Si el gobierno reduce también su gasto público, la crisis se hace mucho más profunda, pues de nuevo estamos contrayendo la demanda de bienes.
Esto es lo que en resumidas cuentas explica el manifiesto y por ello los invito a conocerlo y a expresar su opinión para generar una cultura económica a favor de las personas, más que de lo material.
Sin embargo, encontrar el hilo conductor de un fenómeno en especial es difícil, ya que nuestras decisiones dependen de nuestra perspectiva sobre acciones pasadas, presentes o a realizar, de forma que se genera una especie de circuito económico que relaciona todos nuestros actos económicos, en el cual las causas se confunden con los efectos y viceversa, y ello puede conducir a graves errores de política económica cuyo principal efecto es imponer un alto costo sobre la sociedad en su conjunto, lo que a su vez genera un malestar social que puede provocar serios problemas políticos y de gobernabilidad.
Una correcta interpretación sobre las causas de una crisis económica tendrá como resultado medidas adecuadas de política económica para su solución pero, un error en la interpretación puede profundizar aún más las crisis económicas, es por ello que actualmente circula por la redes sociales un Manifiesto por el Sentido Económico: “A Manifiesto for Economic Sense”
http://www.manifestoforeconomicsense.org/A-MANIFESTO-FOR-ECONOMIC-SENSE.pdf.
Dicho manifiesto pone en entredicho las medidas de política económica instrumentadas en diversos países para salir de la crisis, que en lugar de resolver el problema lo profundizan aún más, pues confunden efectos con causas. En él se establece que la crisis económica financiera actual, en europa y otras partes del mundo, es resultado de un sobre endeudamiento de familias y empresas y no de un excesivo déficit fiscal, pues dicho déficit fue resultado de la crisis misma.
Su lectura es sencilla e ilustrativa, refleja correctamente la realidad actual y el cómo podemos ser presa de ideas viejas y equívocas que demostraron su ineficiencia ya desde el período de la gran recesión de 1929. El problema con las políticas erróneas es que los costos recaen directamente sobre la población reduciendo el gasto público y elevando los impuestos, así el poder de compra y el dinero se tornan insuficientes, la demanda se reduce y se generan elevadas tasas de desempleo, cuya persistencia no tiene precedentes, como resultado la pobreza aumenta y el futuro económico de las nuevas generaciones, en especial de los jóvenes, se cancela.
Como he establecido en artículos previos, toda crisis económica tiene su origen en un exceso de gasto con respecto a los ingresos, y ello solo puede suceder cuándo se ha financiado dicho gasto a través de créditos, tanto a nivel personal, familiar, empresarial, municipal, estatal o nacional. Como consecuencia lógica una vez que se constata que no es posible liquidar la deuda con las ingresos corrientes, las personas reducen rápidamente el gasto, buscan formas de ahorrar y, aunque ello genera un beneficio personal, provoca un incremento en los inventarios de las empresas (reducción de ventas) lo que las orilla a reducir la producción, posponer sus proyectos de expansión, y por ende reducir el empleo y con él el ingreso. Todo esto nos lleva a una espiral recesiva, pues a mayor desempleo, menor consumo y mayor acumulación de inventarios. Si el gobierno reduce también su gasto público, la crisis se hace mucho más profunda, pues de nuevo estamos contrayendo la demanda de bienes.
Esto es lo que en resumidas cuentas explica el manifiesto y por ello los invito a conocerlo y a expresar su opinión para generar una cultura económica a favor de las personas, más que de lo material.
MÉXICO A NIVEL GLOBAL
Según Goldman Sachs. México podría ser la séptima economía más grande del planeta en el 2020, es decir en menos de 10 años y ello sería por el tamaño de su mercado que está directamente relacionado con el tamaño de la población y la generación de producción o producto interno bruto (PIB). Actualmente somos la doceava economía del mundo y somos el primer lugar mundial en producción de plata, aguacate, sandía, limón, papaya, exportación de pantallas planas y café orgánico. Somos el tercer lugar en exportación de celulares, el cuarto exportador mundial en automóviles, el 6º en instrumentos de medicina, cirugía y odontología y el octavo en aparatos de terapia entre otros.
Todo esto ha sido posible tan solo por el incremento poblacional que tenemos y por la gran dotación de recursos naturales con los que contamos y ello se ve potencializado puesto que adicionalmente nuestro entorno macroeconómico es sumamente estable.
Según el World Economic Forum (WEA) en su último reporte de Desarrollo Financiero, de 142 países ocupamos el lugar no. 7 en deuda externa, 10 en fortaleza financiera, el 15 en estabilidad cambiaria, el 20 en estabilidad del sistema bancario, el 21 en estabilidad financiera y el 29 en riesgo de deuda soberana. Todo esto habla de la excelente política a nivel macroeconómico en nuestro país.
Sin embargo en lo que se refiere al ambiente de negocios y competitividad, estrechamente relacionado con el entorno microeconómico, aún nos falta mucho por avanzar pues según el reporte sobre Competitividad Global del mismo WEA, nuestro desempeño no es tan notable pues tenemos el 45avo lugar en colaboración universidad e industria, 58 en competitividad global, el 55 en innovación y sofisticación, el 60 en salud y educación primaria, 66 en infraestructura, 79 en investigación y desarrollo por parte de las empresas, 107 en calidad del sistema educativo, 114 en eficiencia del mercado laboral, y 139 en el precio que el crimen organizado le genera a la iniciativa privada etc.
Aunque del último reporte al actual hemos mejorado 8 posiciones en competitividad, el ámbito microeconómico sigue teniendo un muy mal desempeño con respecto a otros países, a nivel mundial y, el aspecto relacionado con la administración del aparato gubernamental predomina entre los factores que impiden avanzar en el establecimiento de empresas y su productividad, pues de acuerdo con éste último informe la corrupción, la ineficiencia de la burocracia y la regulación impositiva son los problemas más importantes que afectan la operación de los negocios, sin contar que en primer lugar se encuentra la delincuencia y el crimen organizado y el acceso al financiamiento por parte de las empresas.
Seguimos siendo, por lo tanto, dos Méxicos, uno a nivel de estabilidad macroeconómica, y otro a nivel microeconómico que es el directamente relacionado con las familias y las empresas, por lo que el próximo presidente tendrá que enfocar sus prioridades hacia favorecer el emprendurismo y facilitar la creación de empleos formales mediante la reducción de trámites y el costo de los mismos, así como fomentar la inversión productiva mediante medidas fiscales, y evitar la creciente concentración del ingreso, así como mejorar las condiciones laborales y salariales de los trabajadores.
Todo esto ha sido posible tan solo por el incremento poblacional que tenemos y por la gran dotación de recursos naturales con los que contamos y ello se ve potencializado puesto que adicionalmente nuestro entorno macroeconómico es sumamente estable.
Según el World Economic Forum (WEA) en su último reporte de Desarrollo Financiero, de 142 países ocupamos el lugar no. 7 en deuda externa, 10 en fortaleza financiera, el 15 en estabilidad cambiaria, el 20 en estabilidad del sistema bancario, el 21 en estabilidad financiera y el 29 en riesgo de deuda soberana. Todo esto habla de la excelente política a nivel macroeconómico en nuestro país.
Sin embargo en lo que se refiere al ambiente de negocios y competitividad, estrechamente relacionado con el entorno microeconómico, aún nos falta mucho por avanzar pues según el reporte sobre Competitividad Global del mismo WEA, nuestro desempeño no es tan notable pues tenemos el 45avo lugar en colaboración universidad e industria, 58 en competitividad global, el 55 en innovación y sofisticación, el 60 en salud y educación primaria, 66 en infraestructura, 79 en investigación y desarrollo por parte de las empresas, 107 en calidad del sistema educativo, 114 en eficiencia del mercado laboral, y 139 en el precio que el crimen organizado le genera a la iniciativa privada etc.
Aunque del último reporte al actual hemos mejorado 8 posiciones en competitividad, el ámbito microeconómico sigue teniendo un muy mal desempeño con respecto a otros países, a nivel mundial y, el aspecto relacionado con la administración del aparato gubernamental predomina entre los factores que impiden avanzar en el establecimiento de empresas y su productividad, pues de acuerdo con éste último informe la corrupción, la ineficiencia de la burocracia y la regulación impositiva son los problemas más importantes que afectan la operación de los negocios, sin contar que en primer lugar se encuentra la delincuencia y el crimen organizado y el acceso al financiamiento por parte de las empresas.
Seguimos siendo, por lo tanto, dos Méxicos, uno a nivel de estabilidad macroeconómica, y otro a nivel microeconómico que es el directamente relacionado con las familias y las empresas, por lo que el próximo presidente tendrá que enfocar sus prioridades hacia favorecer el emprendurismo y facilitar la creación de empleos formales mediante la reducción de trámites y el costo de los mismos, así como fomentar la inversión productiva mediante medidas fiscales, y evitar la creciente concentración del ingreso, así como mejorar las condiciones laborales y salariales de los trabajadores.
¿POR QUÉ PERDIÓ EL PARTIDO ACCIÓN NACIONAL?
Como resultado de las elecciones presidenciales del pasado 1 de julio, el Partido Acción Nacional (PAN) pasa al tercer lugar en las preferencias electorales. Sin duda una fuerte caída que nos hace reflexionar sobre el porque del cambio del voto después de dos períodos presidenciales en el poder.
La respuesta no es difícil, México es, tanto en términos económicos como geográficos, dos países diferentes.
En términos económicos existen dos escenarios diametralmente opuestos en un sentido práctico: el aspecto macroeconómico y el aspecto microeconómico.
A nivel macroeconómico la situación del país es muy buena, en relación con la mayoría de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), nos caracterizamos por una inflación baja y estable, un tipo de cambio relativamente estable, un bajo déficit fiscal, bajo déficit comercial y crecimiento económico moderado.
Comparado con los gobiernos Priistas de los 90´s el Producto Interno Bruto por persona (PIB) es de 8 326 dólares anuales, contra 4 870 de los 90´s, la tasa de interés promedio es de 7.5% vs. 23.3%, el aumento en los precios es de 55% vs. 401%, el aumento de la deuda externa de 9.7% vs. 27.5%, las reservas internacionales se encuentran en máximos históricos y han sido utilizadas para estabilizar el peso etc., pero... ¿por qué la gente no percibe esto?, porque a nivel personal dichos beneficios no se reflejan en sus bolsillos ni en su bienestar social, así tenemos que…
A nivel microeconómico predomina la pobreza por ingresos, la precarización del empleo, la concentración del ingreso y el bajo poder adquisitivo de los salarios. Las familias que dependen de los ingreso salariales (74% del total de los ocupados son trabajadores subordinados remunerados a nivel urbano), han visto disminuir su poder adquisitivo a la par que ha disminuido la calidad de los empleos generados en el sector formal con menores prestaciones laborales, salarios y oportunidades de empleo, por ello emigran al sector informal que muestra un persistente crecimiento y en el cuál el 29.5% de los ocupados labora, esto es 14 millones de personas, mientras que en el sector formal tenemos 14 millones 594 mil trabajadores ¡un poquito más del 50%! de los cuales 12 millones 700 mil tienen un empleo permanente. La tasa de desocupación es del 4.97% (mayo 2012) muy por encima del promedio del 2000 al 2007 que fue de 3.3% y no logra remontar los niveles pre-crisis, mientras que la tasa de subocupación es de 8.9%, y los ocupados en condiciones críticas de empleo (bajos salarios, jornadas incompletas) aumentó de 11.8% a 12.1%.
En términos geográficos México también es dos países distintos, el sur con respecto del norte aún se encuentra ha grandes distancias en materia de pobreza, productividad, tecnología, emprendurismo y generación de riqueza, de ahí que en el mapa de resultados electorales el país se pinte de verde (PRI) al norte, mientras que en el sur predomina el amarillo (PRD), para el PAN la pérdida es tremenda, pues sólo mantiene tres estados: Guanajuato, Nuevo León y Tamaulipas.
No debe sorprendernos el resultado, el presidente del empleo no cumplió su promesa más importante, la que perciben directamente las personas, con la que vivieron día a día. Los aspectos positivos de la macroeconomía no entran dentro de sus percepciones en tanto no mejoren sus condiciones de ingreso y empleo. En resumidas cuentas ¡no se puede prometer algo que no estaba en sus manos cumplir! puesto que la generación de empleos depende de la actividad productiva, la inversión en empresas y del mismo dinamismo de la calidad del empleo, mejores salarios generan poder de compra y por ende mercado interno, lo que permite a las empresas vender lo que producen y seguir expandiendo su producción y el empleo.
A menos que sea un gobierno populista que genere empleos en la burocracia, es decir de forma directa, o que se enfoque en la simplificación fiscal y administrativa para el impulso de la actividad productiva, no se puede prometer ser el Presidente del Empleo. Esto es una dura lección.
La respuesta no es difícil, México es, tanto en términos económicos como geográficos, dos países diferentes.
En términos económicos existen dos escenarios diametralmente opuestos en un sentido práctico: el aspecto macroeconómico y el aspecto microeconómico.
A nivel macroeconómico la situación del país es muy buena, en relación con la mayoría de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), nos caracterizamos por una inflación baja y estable, un tipo de cambio relativamente estable, un bajo déficit fiscal, bajo déficit comercial y crecimiento económico moderado.
Comparado con los gobiernos Priistas de los 90´s el Producto Interno Bruto por persona (PIB) es de 8 326 dólares anuales, contra 4 870 de los 90´s, la tasa de interés promedio es de 7.5% vs. 23.3%, el aumento en los precios es de 55% vs. 401%, el aumento de la deuda externa de 9.7% vs. 27.5%, las reservas internacionales se encuentran en máximos históricos y han sido utilizadas para estabilizar el peso etc., pero... ¿por qué la gente no percibe esto?, porque a nivel personal dichos beneficios no se reflejan en sus bolsillos ni en su bienestar social, así tenemos que…
A nivel microeconómico predomina la pobreza por ingresos, la precarización del empleo, la concentración del ingreso y el bajo poder adquisitivo de los salarios. Las familias que dependen de los ingreso salariales (74% del total de los ocupados son trabajadores subordinados remunerados a nivel urbano), han visto disminuir su poder adquisitivo a la par que ha disminuido la calidad de los empleos generados en el sector formal con menores prestaciones laborales, salarios y oportunidades de empleo, por ello emigran al sector informal que muestra un persistente crecimiento y en el cuál el 29.5% de los ocupados labora, esto es 14 millones de personas, mientras que en el sector formal tenemos 14 millones 594 mil trabajadores ¡un poquito más del 50%! de los cuales 12 millones 700 mil tienen un empleo permanente. La tasa de desocupación es del 4.97% (mayo 2012) muy por encima del promedio del 2000 al 2007 que fue de 3.3% y no logra remontar los niveles pre-crisis, mientras que la tasa de subocupación es de 8.9%, y los ocupados en condiciones críticas de empleo (bajos salarios, jornadas incompletas) aumentó de 11.8% a 12.1%.
En términos geográficos México también es dos países distintos, el sur con respecto del norte aún se encuentra ha grandes distancias en materia de pobreza, productividad, tecnología, emprendurismo y generación de riqueza, de ahí que en el mapa de resultados electorales el país se pinte de verde (PRI) al norte, mientras que en el sur predomina el amarillo (PRD), para el PAN la pérdida es tremenda, pues sólo mantiene tres estados: Guanajuato, Nuevo León y Tamaulipas.
No debe sorprendernos el resultado, el presidente del empleo no cumplió su promesa más importante, la que perciben directamente las personas, con la que vivieron día a día. Los aspectos positivos de la macroeconomía no entran dentro de sus percepciones en tanto no mejoren sus condiciones de ingreso y empleo. En resumidas cuentas ¡no se puede prometer algo que no estaba en sus manos cumplir! puesto que la generación de empleos depende de la actividad productiva, la inversión en empresas y del mismo dinamismo de la calidad del empleo, mejores salarios generan poder de compra y por ende mercado interno, lo que permite a las empresas vender lo que producen y seguir expandiendo su producción y el empleo.
A menos que sea un gobierno populista que genere empleos en la burocracia, es decir de forma directa, o que se enfoque en la simplificación fiscal y administrativa para el impulso de la actividad productiva, no se puede prometer ser el Presidente del Empleo. Esto es una dura lección.
TODOS A VOTAR: NUESTRO VOTO ES ESTRATÉGICO
Este primero de julio debemos ir a votar por el mejor candidato presidencial de acuerdo a nuestras prioridades, valores, creencias y necesidades; y debemos de hacerlo de manera consiente, informada y serena, sin dejar que nuestros prejuicios, las opiniones de amigos y familiares, la noticias amarillistas de la prensa influyan en ello. Debe ser un voto razonado, analizado y estratégico.
Razonado porque debemos conocer y comparar la plataforma presidencial de los cuatro candidatos, de los cuales dos ya la tienen muy bien ordenada y clara en su página de internet: Josefina Vázquez Mota y Gabriel Quadri de la Torre cuyas direcciones adjunto para su rápida consulta
http://www.josefina.mx/diferente/descargas/Josefina%20Diferente%20Presidenta%202012.pdf
http://nuevaalianza.mx/plataforma.php
Enrique Peña Nieto tiene un conjunto de propuestas claras pero sin ordenar en un documento unificador y uno debe hacer la labor de jerarquizar y leer en una secuencia interminable de clicks.
http://www.enriquepenanieto.com/paginas/propuestas
La página de Andrés Manuel López Obrador es realmente un suplicio de noticias desordenadas, sin un documento aglutinador en el que predominan los buenos deseos, el sarcasmo y la crítica, adicionalmente su buscador no responde a lo que uno le pide, así que lo que recomiendo es, a través de un buscador, poner el tema de nuestro interés como por ejemplo: propuesta laboral de Andrés Manuel López… y confiar que los analistas de los diversos medios hayan hecho bien el trabajo de síntesis.
Debe ser un voto analizado, en el sentido de ser lo suficientemente consientes de que una cosa es lo que nos gustaría escuchar y otra si se explican y se tienen los medios para lograr las grandes promesas.
Debe ser un voto estratégico, en el sentido de que debemos elegir no solo al candidato presidencial, sino también a gobernadores, diputados, senadores y presidentes municipales y recordar que la alternancia y la diversificación generarán mayor honradez, transparencia y cuidado por parte de los candidatos para hacer las cosas correctamente.
No debemos olvidar que el elegido (a) a presidente nos gobernará durante seis años y marcará el destino no solo del país, sino de nuestras posibilidades de crecimiento económico, generación de empleos, inversión productiva, equilibrio ecológico, seguridad nacional, combate a la delincuencia etc.
Es una de las tres decisiones más importantes que tomamos a lo largo de nuestra vida, la primera es la carrera que decidimos estudiar y que marcara nuestro futuro laboral, económico y de satisfacción, la segunda y no por orden de importancia, es la elección de nuestra pareja sentimental que dará sentido a nuestra vida, orden, equilibrio y fortaleza, y, la tercera es la elección de los candidatos que delinean el camino económico, social, cultural, político y ecológico de la región y el país donde vivimos.
Las tres son decisiones que no podemos tomar a la ligera, ni dejar para el último momento, en las tres debemos ser prudentes, precavidos y minuciosos. No puede dejarse al azar. Sé que la tarea es mucha, pero debemos hacerla, por que si todos votamos con conciencia e imparcialidad, seguramente elegiremos al mejor candidato.
Razonado porque debemos conocer y comparar la plataforma presidencial de los cuatro candidatos, de los cuales dos ya la tienen muy bien ordenada y clara en su página de internet: Josefina Vázquez Mota y Gabriel Quadri de la Torre cuyas direcciones adjunto para su rápida consulta
http://www.josefina.mx/diferente/descargas/Josefina%20Diferente%20Presidenta%202012.pdf
http://nuevaalianza.mx/plataforma.php
Enrique Peña Nieto tiene un conjunto de propuestas claras pero sin ordenar en un documento unificador y uno debe hacer la labor de jerarquizar y leer en una secuencia interminable de clicks.
http://www.enriquepenanieto.com/paginas/propuestas
La página de Andrés Manuel López Obrador es realmente un suplicio de noticias desordenadas, sin un documento aglutinador en el que predominan los buenos deseos, el sarcasmo y la crítica, adicionalmente su buscador no responde a lo que uno le pide, así que lo que recomiendo es, a través de un buscador, poner el tema de nuestro interés como por ejemplo: propuesta laboral de Andrés Manuel López… y confiar que los analistas de los diversos medios hayan hecho bien el trabajo de síntesis.
Debe ser un voto analizado, en el sentido de ser lo suficientemente consientes de que una cosa es lo que nos gustaría escuchar y otra si se explican y se tienen los medios para lograr las grandes promesas.
Debe ser un voto estratégico, en el sentido de que debemos elegir no solo al candidato presidencial, sino también a gobernadores, diputados, senadores y presidentes municipales y recordar que la alternancia y la diversificación generarán mayor honradez, transparencia y cuidado por parte de los candidatos para hacer las cosas correctamente.
No debemos olvidar que el elegido (a) a presidente nos gobernará durante seis años y marcará el destino no solo del país, sino de nuestras posibilidades de crecimiento económico, generación de empleos, inversión productiva, equilibrio ecológico, seguridad nacional, combate a la delincuencia etc.
Es una de las tres decisiones más importantes que tomamos a lo largo de nuestra vida, la primera es la carrera que decidimos estudiar y que marcara nuestro futuro laboral, económico y de satisfacción, la segunda y no por orden de importancia, es la elección de nuestra pareja sentimental que dará sentido a nuestra vida, orden, equilibrio y fortaleza, y, la tercera es la elección de los candidatos que delinean el camino económico, social, cultural, político y ecológico de la región y el país donde vivimos.
Las tres son decisiones que no podemos tomar a la ligera, ni dejar para el último momento, en las tres debemos ser prudentes, precavidos y minuciosos. No puede dejarse al azar. Sé que la tarea es mucha, pero debemos hacerla, por que si todos votamos con conciencia e imparcialidad, seguramente elegiremos al mejor candidato.
G-20 EN MÉXICO
La globalización económica implica una mayor integración de las economías a nivel mundial. El desarrollo de la informática, los medios de comunicación, el transporte colectivo y la ingeniería financiera, han integrado los mercados mundiales, fomentado el comercio internacional y facilitado el flujo de los capitales a nivel global, estrechando los vínculos económicos entre los diversos países del mundo. Estos vínculos son mucho más fuertes que en el siglo pasado, lo que ha elevado los riesgos de contagio de los problemas financieros: monetarios, bancarios y bursátiles a lo largo del globo terráqueo.
La liberalización de los mercados y de las instituciones financieras, junto con la propuesta de la autorregulación, facilita el manejo irresponsable de los recursos monetarios a nivel mundial: los booms crediticios, la especulación y la búsqueda de grandes ganancias en los inestables mercados financieros, ha elevado los riesgos de la inestabilidad económica mundial.
Las crisis financieras y bancarias son cada vez más frecuentes y más profundas, y se diseminan con impresionante velocidad a nivel mundial.Ya no es un problema que se contenga dentro de los límites geográficos de un determinado país, de ahí la generación y evolución de diversos grupos de países que buscan un foro de discusión para el establecimiento de políticas conjuntas y lineamientos de transparencia y supervisión para disminuir los efectos de las crisis económico-financieras, el narcotráfico y su operación de lavado de dinero, el proteccionismo comercial y el establecimiento de criterios generales de aplicación en materia de política económica: fiscal, monetaria y cambiaria.
Así surge el grupo de los siete (G-7) en 1976, integrado por los países más desarrollados: Italia, Francia, Alemania, Reino Unido, Estados Unidos, Japón y Canadá, al que luego sucede el G-8 que incluye a Rusia en 1994, y así sucesivamente se van integrando y desintegrando miembros en los diversos grupos en función de su operatividad y logro de consensos, hasta el actual denominado G-20 que procura involucrar a economías en desarrollo cuyo peso económico mundial es relevante para la estabilidad económica internacional.
El G-20 comprende a los países del G-8 más Argentina, Brasil, India, Indonesia, México, Australia, China, Corea del Sur, Arabia Saudita, Sudáfrica, Turquía y un representante de los países de la Unión Monetaria Europea. Este grupo existe desde 1999 como resultado de las terribles crisis financieras de dicha década en las que el efecto tequila, efecto dragón, efecto vodca y efecto zamba cimbraron al sistema financiero internacional.
En realidad el G-20 es sólo un foro de discusión en el que se tratan de establecer soluciones globales a los problemas más apremiantes del momento. Dentro de dicho foro también participan los representantes del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, instituciones surgidas después de la Segunda Guerra Mundial para reactivar la economía internacional.
En un principio solo se reunían los ministros de finanzas y los representantes de los bancos centrales pero a partir del 2008 incluye a los jefes de estado, como resultado de la profunda crisis financiera internacional a la que se ha denominado la gran recesión por su paralelismo con la gran depresión de los años 20 del siglo pasado. No tienen una sede permanente, ni personal fijo y la presidencia se rota. En esta ocasión le toca al gobierno de México.
Su operación no es más que el reconocimiento de la estrecha interdependencia económica entre los países y la búsqueda de soluciones democráticas y consensuadas, además de ser formador de agenda. Los miembros del G-20 representan el 90% del PIB, el 80% del comercio y 66% de la población mundial y como en todo club, el que tiene más canicas fija las reglas de operación, y el que tiene más poder de convencimiento determina las directrices a seguir. Para muchos, actúa como una caja de resonancia del G-7 y así, en el mejor de los casos, democratiza sus versiones sobre lo que suponen sería la mejor política económica a seguir para enfrentar determinadas problemáticas, y en muchas otras ocasiones, no llegan a acuerdos y consensos. La mayoría de las veces aplican recetas generalizadas que no responden a las circunstancias específicas, políticas, económicas y culturales de cada país, de manera que a final de cuentas todos llegan a ser dueños de una visión parcial de solución que muchas veces solo beneficia a unos cuantos.
La liberalización de los mercados y de las instituciones financieras, junto con la propuesta de la autorregulación, facilita el manejo irresponsable de los recursos monetarios a nivel mundial: los booms crediticios, la especulación y la búsqueda de grandes ganancias en los inestables mercados financieros, ha elevado los riesgos de la inestabilidad económica mundial.
Las crisis financieras y bancarias son cada vez más frecuentes y más profundas, y se diseminan con impresionante velocidad a nivel mundial.Ya no es un problema que se contenga dentro de los límites geográficos de un determinado país, de ahí la generación y evolución de diversos grupos de países que buscan un foro de discusión para el establecimiento de políticas conjuntas y lineamientos de transparencia y supervisión para disminuir los efectos de las crisis económico-financieras, el narcotráfico y su operación de lavado de dinero, el proteccionismo comercial y el establecimiento de criterios generales de aplicación en materia de política económica: fiscal, monetaria y cambiaria.
Así surge el grupo de los siete (G-7) en 1976, integrado por los países más desarrollados: Italia, Francia, Alemania, Reino Unido, Estados Unidos, Japón y Canadá, al que luego sucede el G-8 que incluye a Rusia en 1994, y así sucesivamente se van integrando y desintegrando miembros en los diversos grupos en función de su operatividad y logro de consensos, hasta el actual denominado G-20 que procura involucrar a economías en desarrollo cuyo peso económico mundial es relevante para la estabilidad económica internacional.
El G-20 comprende a los países del G-8 más Argentina, Brasil, India, Indonesia, México, Australia, China, Corea del Sur, Arabia Saudita, Sudáfrica, Turquía y un representante de los países de la Unión Monetaria Europea. Este grupo existe desde 1999 como resultado de las terribles crisis financieras de dicha década en las que el efecto tequila, efecto dragón, efecto vodca y efecto zamba cimbraron al sistema financiero internacional.
En realidad el G-20 es sólo un foro de discusión en el que se tratan de establecer soluciones globales a los problemas más apremiantes del momento. Dentro de dicho foro también participan los representantes del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, instituciones surgidas después de la Segunda Guerra Mundial para reactivar la economía internacional.
En un principio solo se reunían los ministros de finanzas y los representantes de los bancos centrales pero a partir del 2008 incluye a los jefes de estado, como resultado de la profunda crisis financiera internacional a la que se ha denominado la gran recesión por su paralelismo con la gran depresión de los años 20 del siglo pasado. No tienen una sede permanente, ni personal fijo y la presidencia se rota. En esta ocasión le toca al gobierno de México.
Su operación no es más que el reconocimiento de la estrecha interdependencia económica entre los países y la búsqueda de soluciones democráticas y consensuadas, además de ser formador de agenda. Los miembros del G-20 representan el 90% del PIB, el 80% del comercio y 66% de la población mundial y como en todo club, el que tiene más canicas fija las reglas de operación, y el que tiene más poder de convencimiento determina las directrices a seguir. Para muchos, actúa como una caja de resonancia del G-7 y así, en el mejor de los casos, democratiza sus versiones sobre lo que suponen sería la mejor política económica a seguir para enfrentar determinadas problemáticas, y en muchas otras ocasiones, no llegan a acuerdos y consensos. La mayoría de las veces aplican recetas generalizadas que no responden a las circunstancias específicas, políticas, económicas y culturales de cada país, de manera que a final de cuentas todos llegan a ser dueños de una visión parcial de solución que muchas veces solo beneficia a unos cuantos.
INESTABILIDAD FINANCIERA EN EUROPA, CANALES DE CONTAGIO HACIA MÉXICO
Los problemas financieros y bancarios en Europa sí afectan en el corto plazo a la economía mexicana, aun cuando Grecia no haya salido todavía de la zona monetaria europea (Euro) y la inyección de los recursos monetarios al sistema bancario español, por 100 mil millones de euros, no sea considerado un rescate bancario.
Los canales por los que transcurre el contagio son básicamente los relacionados con el tipo de cambio, es decir con el precio del dólar, el euro y otras divisas en términos de pesos, y su impacto sobre tasas de interés, crédito bancario e importaciones.
El nerviosismo en los mercados financieros hace que los países europeos que requieren recursos monetarios para poder liquidar sus deudas soberanas (deudas de sus gobiernos, no de sus empresas) tengan que ofrecer mayores tasas de interés en relación con el resto del mundo, ello eleva el pago de la deuda externa y ocasiona problemas para generar los ingresos fiscales (impuestos, precios de bienes y servicios públicos, etc.) que les permitan saldar sus compromisos financieros.
Lo anterior genera una mayor competencia por atraer recursos monetarios para los países emergentes o en vías de desarrollo y, cuando el nerviosismo se eleva, se traduce en un “vuelo a la calidad”: salida de capitales externos que buscan mayor seguridad a pesar de los menores rendimientos.
Como resultado, México ha visto salir capitales de la bolsa mexicana de valores y de los mercados de dinero (corto plazo), capitales que buscan seguridad más que rendimientos y que han ocasionado que el peso se deprecie sensiblemente en las dos últimas semanas llegando a pagar por un dólar casi $14.50 pesos el primero de junio, y obligado a intervenir al Banco de México subastando parte de sus reservas internacionales el 23 y el 31 de mayo por un monto total de 365 millones de dólares. Aunque el monto no es significativo sirve para tranquilizar a los mercados.
El nerviosismo generado por la inestabilidad del tipo de cambio genera expectativas negativas entre los empresarios quienes posponen sus planes de inversión, no elevan su producción ni tienen incentivos para generar empleos. Adicionalmente las importaciones de productos extranjeros se encarecen en pesos y, dado que los insumos para la producción representan el 75% del total de bienes importados, ello incrementa los costos de producción presionando sobre las utilidades de las empresas, que no pueden trasladar dicho incremento al precio de mercado por la competencia externa y lo deprimido del mercado interno.
Si bien las exportaciones se incrementan porque cada dólar compra más producto mexicano, ello no se refleja en los bolsillos de los mexicanos ni se trasmite al aparato productivo en general por el alto grado de concentración de las exportaciones en pocas empresas y su elevada dependencia de la importación de insumos.
Así, el empleo se mantiene estancado, el poder de compra de las familias deprimido y existe una tendencia a elevar las tasas de interés de los créditos ante el riesgo percibido, sobre todo si recordamos que la banca en México es extranjera y cuyas matrices, que están fuertemente expuestas a la crisis de la zona monetaria europea, tienen políticas globales que las obligan a reducir el crédito a las empresas y familias en nuestro país.
El dinero es, en resumidas cuentas, más caro para todos, mientras que los precios de bienes básicos importados como gasolina y alimentos se elevan. Así, aún sin recesión en la economía mexicana, todos resentimos un proceso de deterioro económico financiero que se refleja en un bajo poder adquisitivo, empleos precarios y con bajo dinamismo y un mayor debilitamiento del mercado interno.
Los canales por los que transcurre el contagio son básicamente los relacionados con el tipo de cambio, es decir con el precio del dólar, el euro y otras divisas en términos de pesos, y su impacto sobre tasas de interés, crédito bancario e importaciones.
El nerviosismo en los mercados financieros hace que los países europeos que requieren recursos monetarios para poder liquidar sus deudas soberanas (deudas de sus gobiernos, no de sus empresas) tengan que ofrecer mayores tasas de interés en relación con el resto del mundo, ello eleva el pago de la deuda externa y ocasiona problemas para generar los ingresos fiscales (impuestos, precios de bienes y servicios públicos, etc.) que les permitan saldar sus compromisos financieros.
Lo anterior genera una mayor competencia por atraer recursos monetarios para los países emergentes o en vías de desarrollo y, cuando el nerviosismo se eleva, se traduce en un “vuelo a la calidad”: salida de capitales externos que buscan mayor seguridad a pesar de los menores rendimientos.
Como resultado, México ha visto salir capitales de la bolsa mexicana de valores y de los mercados de dinero (corto plazo), capitales que buscan seguridad más que rendimientos y que han ocasionado que el peso se deprecie sensiblemente en las dos últimas semanas llegando a pagar por un dólar casi $14.50 pesos el primero de junio, y obligado a intervenir al Banco de México subastando parte de sus reservas internacionales el 23 y el 31 de mayo por un monto total de 365 millones de dólares. Aunque el monto no es significativo sirve para tranquilizar a los mercados.
El nerviosismo generado por la inestabilidad del tipo de cambio genera expectativas negativas entre los empresarios quienes posponen sus planes de inversión, no elevan su producción ni tienen incentivos para generar empleos. Adicionalmente las importaciones de productos extranjeros se encarecen en pesos y, dado que los insumos para la producción representan el 75% del total de bienes importados, ello incrementa los costos de producción presionando sobre las utilidades de las empresas, que no pueden trasladar dicho incremento al precio de mercado por la competencia externa y lo deprimido del mercado interno.
Si bien las exportaciones se incrementan porque cada dólar compra más producto mexicano, ello no se refleja en los bolsillos de los mexicanos ni se trasmite al aparato productivo en general por el alto grado de concentración de las exportaciones en pocas empresas y su elevada dependencia de la importación de insumos.
Así, el empleo se mantiene estancado, el poder de compra de las familias deprimido y existe una tendencia a elevar las tasas de interés de los créditos ante el riesgo percibido, sobre todo si recordamos que la banca en México es extranjera y cuyas matrices, que están fuertemente expuestas a la crisis de la zona monetaria europea, tienen políticas globales que las obligan a reducir el crédito a las empresas y familias en nuestro país.
El dinero es, en resumidas cuentas, más caro para todos, mientras que los precios de bienes básicos importados como gasolina y alimentos se elevan. Así, aún sin recesión en la economía mexicana, todos resentimos un proceso de deterioro económico financiero que se refleja en un bajo poder adquisitivo, empleos precarios y con bajo dinamismo y un mayor debilitamiento del mercado interno.
LA EVOLUCIÓN DE LA CRISIS EN LA ZONA MONETARIA EUROPEA
Esta crisis comenzó desde marzo del 2007, cuando el incremento en las tasas de interés llevó al impago a miles de deudores hipotecarios, lo que generó una baja recuperación de la cartera crediticia de los bancos y por ello, un efecto en cascada sobre los inversionistas institucionales (fondos de pensiones, aseguradoras, fondos de inversión, fondos mutualistas etc.) que habían confiado sus recursos para invertir en productos financieros estructurados cuyo portafolio principal se componía de instrumentos de deuda hipotecaria.
La desconfianza paralizó no solo el crédito entre los bancos comerciales, sino a todo el sistema financiero debido a la complejidad de las operaciones realizadas y a la imposibilidad de saber, con certeza, que tan contaminados estaban sus balances y sus portafolios de inversión.
El crédito es como el aceite que mueve el engranaje de la producción y por ende de la generación de empleos, ingresos y consumo. Sin crédito las economías se paralizan pues el flujo de recursos de quien tiene un excedente monetario hacia aquel que tiene un faltante (déficit) se suspende, aumentando el desempleo y cayendo estrepitosamente el consumo de las familias, lo que disminuye las ventas de las empresas y finalmente aumenta la pobreza.
Durante 2008 y 2009, los gobiernos de los países afectados, incrementaron el gasto público y disminuyeron los impuestos para reactivar las economías, a su vez inyectaron grandes cantidades de dinero a los bancos comerciales afectados y aquellas instituciones financieras que estaban seriamente comprometidas. Todo ello, en conjunto, elevó su déficit fiscal y por lo tanto los obligó a buscar más recursos en el mercado internacional de dinero aumentando su deuda pública y con ella, la necesidad de ofrecer intereses cada vez más elevados para seguir atrayendo capitales. Este proceso genera un circulo perverso pues el incremento en intereses eleva aún más el monto de la deuda. Es así como la crisis hipotecaria y productiva se transforma en una crisis de deuda pública.
Adicionalmente los bancos comerciales más grandes de Europa: franceses, alemanes, ingleses y españoles, compraron estos instrumentos de deuda lo que aumentó su exposición al riesgo de un impago por parte de los gobiernos deudores, en especial Grecia, Irlanda, Italia y Portugal. Para seguir prestando a estos países, el Fondo Monetario Internacional y en especial los gobiernos de Alemania y Francia impusieron como condición la aplicación de medidas recesivas: reducir del gasto público y elevar los impuestos; medidas que se han traducido en la reducción de pensiones, gasto público en educación y servicios sociales que afectan a amplios sectores de la población, en especial a los jóvenes. Paralelamente la generación de empleos se ha reducido elevándose las tasas de desempleo y la pobreza. Como es de esperar ello ha generado fuertes protestas por parte de la población civil y en especial por los jóvenes indignados que ven como su futuro laboral, productivo y económico se desmorona, lo que aumenta la presión social y política sobre los gobiernos en turno y ha obligado a elecciones prematuras, cambio de gobernantes y de responsables de las finanzas de los países.
Hoy día, la población en general se opone a continuar pagando por los errores y la avaricia de los especuladores, lo que ha estancado las negociaciones y polarizado las posiciones en torno a cómo resolver esta crisis. Mientras algunos gobiernos como el de Francia proponen volver a una política de crecimiento económico aumentando de nuevo el gasto público y bajando los impuestos, otros, en especial Alemania, insisten en poner en orden las finanzas públicas reduciendo aún más el déficit fiscal. La oposición de la población es tan importante en Grecia que ha llevado a exigir su salida de la zona monetaria europea. Si bien esto les permite una recuperación más rápida de la crisis, tiene implicaciones financieras internacionales que pueden conducirnos de nuevo a una recesión global.
La desconfianza paralizó no solo el crédito entre los bancos comerciales, sino a todo el sistema financiero debido a la complejidad de las operaciones realizadas y a la imposibilidad de saber, con certeza, que tan contaminados estaban sus balances y sus portafolios de inversión.
El crédito es como el aceite que mueve el engranaje de la producción y por ende de la generación de empleos, ingresos y consumo. Sin crédito las economías se paralizan pues el flujo de recursos de quien tiene un excedente monetario hacia aquel que tiene un faltante (déficit) se suspende, aumentando el desempleo y cayendo estrepitosamente el consumo de las familias, lo que disminuye las ventas de las empresas y finalmente aumenta la pobreza.
Durante 2008 y 2009, los gobiernos de los países afectados, incrementaron el gasto público y disminuyeron los impuestos para reactivar las economías, a su vez inyectaron grandes cantidades de dinero a los bancos comerciales afectados y aquellas instituciones financieras que estaban seriamente comprometidas. Todo ello, en conjunto, elevó su déficit fiscal y por lo tanto los obligó a buscar más recursos en el mercado internacional de dinero aumentando su deuda pública y con ella, la necesidad de ofrecer intereses cada vez más elevados para seguir atrayendo capitales. Este proceso genera un circulo perverso pues el incremento en intereses eleva aún más el monto de la deuda. Es así como la crisis hipotecaria y productiva se transforma en una crisis de deuda pública.
Adicionalmente los bancos comerciales más grandes de Europa: franceses, alemanes, ingleses y españoles, compraron estos instrumentos de deuda lo que aumentó su exposición al riesgo de un impago por parte de los gobiernos deudores, en especial Grecia, Irlanda, Italia y Portugal. Para seguir prestando a estos países, el Fondo Monetario Internacional y en especial los gobiernos de Alemania y Francia impusieron como condición la aplicación de medidas recesivas: reducir del gasto público y elevar los impuestos; medidas que se han traducido en la reducción de pensiones, gasto público en educación y servicios sociales que afectan a amplios sectores de la población, en especial a los jóvenes. Paralelamente la generación de empleos se ha reducido elevándose las tasas de desempleo y la pobreza. Como es de esperar ello ha generado fuertes protestas por parte de la población civil y en especial por los jóvenes indignados que ven como su futuro laboral, productivo y económico se desmorona, lo que aumenta la presión social y política sobre los gobiernos en turno y ha obligado a elecciones prematuras, cambio de gobernantes y de responsables de las finanzas de los países.
Hoy día, la población en general se opone a continuar pagando por los errores y la avaricia de los especuladores, lo que ha estancado las negociaciones y polarizado las posiciones en torno a cómo resolver esta crisis. Mientras algunos gobiernos como el de Francia proponen volver a una política de crecimiento económico aumentando de nuevo el gasto público y bajando los impuestos, otros, en especial Alemania, insisten en poner en orden las finanzas públicas reduciendo aún más el déficit fiscal. La oposición de la población es tan importante en Grecia que ha llevado a exigir su salida de la zona monetaria europea. Si bien esto les permite una recuperación más rápida de la crisis, tiene implicaciones financieras internacionales que pueden conducirnos de nuevo a una recesión global.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)