DE POR QUÉ LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO NO PUEDE RESOLVER EL PROBLEMA DEL EMPLEO

La problemática laboral en nuestro país, como en el resto del mundo, es sumamente compleja, es un fenómeno multidimensional y multifactorial en el que intervienen factores sumamente diversos relacionados con el crecimiento poblacional (bono demográfico y envejecimiento poblacional), su concentración en las grandes ciudades (tanto de empresas como de población), la apertura externa y el proceso de globalización de los sistemas productivos, la educación y la dinámica económica, la innovación tecnológica y la fuerte competencia entre las empresas, el ciclo económico de auge y recesión,la precariedad de las micro y pequeñas empresas, por solo mencionar algunos.

Con relación a sus múltiples dimensiones tenemos el problema de la precarización (bajos salarios, contratos temporales, carencia de prestaciones, inestabilidad e inseguridad laboral), la informalidad, el fenómeno de la subcontratación (ejercicio de una actividad que no va de acuerdo a su formación educativa, trabajo esporádico, jornada menor a 8 hrs. diarias), el incremento en la tasa natural de desempleo (aquella que no genera problemas de inflación y/o recesión), incremento en la desigualdad salarial (entre trabajadores administrativos, operativos, a nivel gerencial y en el sistema financiero), movilidad laboral (carencia de habilidades múltiples que permita la rotación en la empresa y entre diversas actividades económicas), representación sindical (sindicatos corruptos que no representan a sus trabajadores y fenómeno de reducción de sindicatos y de trabajadores sindicalizados), incompatibilidad entre oferta y demanda laboral (las necesidades de las empresas no son cubiertas por los actuales programas educativos y existen excedentes de profesionistas en ciertas carreras y escasez en otras) y el problema de los grupos vulnerables ( trabajadores con discapacidad, personas de la tercera edad, trabajo infantil, problemática del empleo juvenil y mujeres embarazadas, con hijos y jefes de familia).

Esta compleja interrelación de variables supone que el problema del empleo compete no sólo a la Secretaria del Trabajo y Previsión Social, sino también a diversas instituciones involucradas como la Secretaría de Educación Pública, la Secretaría de Economía, las organizaciones empresariales y de trabajadores, la Secretaria de Desarrollo Social, las Universidades y centros educativos en general, incubadoras y aceleradores de negocios, programas de financiamiento empresarial etc., que deben buscar esquemas colaborativos encaminados a facilitar los mecanismos de protección al empleo, pero también del delicado equilibrio de la promoción económica para las empresas y sus necesidades de financiamiento, innovación e investigación, que en última instancia son las fuentes generadoras del mismo.

Si bien existen cambios en la Ley Federal del Trabajo que buscan proteger a los grupos vulnerables, generar empleos dignos y flexibilizar el mercado de trabajo para las empresas, ello es condición necesaria pero no suficiente para resolver el problema laboral.

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