Después de haber leído diversos
documentos, entre ellos los libros: “2018, La Salida” y “Hacia una Economía
Moral”, sigo sin encontrar un documento que defina la estrategia y objetivos de
la llamada Cuarta Transformación (4T).
Ello es un grave error ya que el equipo de
gobierno no cuenta con objetivos precisos, cómo tampoco los diputados y
senadores que acompañan al gobierno en la definición de leyes, el debilitamiento de viejas instituciones y la creación de otras nuevas, lo que crea confusión, indefiniciones y errores de
instrumentación.
Es claro que se plantea un cambio
de modelo económico para volver hacia un Estado del Bienestar, pero bajo el
marco envolvente del "Decálogo Neoliberal", aquel definido por John Williamson en
1990 para las economías en desarrollo.
Como se puede observar en la siguiente
tabla, en México, el fin del neoliberalismo está solo en el discurso, ya que se
mantienen sus principios elementales al reconocer la necesidad de mantener los
macro-fundamentos sanos (baja inflación, bajo déficit fiscal, bajo déficit
comercial y tipo de cambio libre) para garantizar la estabilidad macroeconómica
e instrumentar un cambio enfocado principalmente en lo político y parcialmente en
la política social.
Es claro que las prioridades son:
A.
La atención prioritaria a los pobres, pero no su
combate. Porque los programas son básicamente asistencialistas, sin proyecto de
evaluación de resultados, seguimiento y sin empoderamiento. Aunque es loable la ayuda a personas de la tercera edad y discapacitados, existen otros sectores dentro de los jóvenes, jubilados e indígenas que con la adecuada capacitación y acompañamiento pudieran salir por si solos de la pobreza, sin embargo, no es un objetivo de sus propuestas de política social.
B.
Recuperar los recursos energéticos: hidrocarburos y
electricidad, como fuente de recursos públicos para la re-vitalización y re-estructuración
del gasto público, limitando a los órganos autónomos de supervisión y
regulación, para poder ejercer un control directo sobre los flujos financieros
que en algún futuro llegarán.
C.
Recuperar el papel del Estado como rector de la
actividad económica, mediante la centralización de los recursos públicos
(super delegados, compras centralizadas en Hacienda, etc.).
El gran problema es la falta de una
visión y de una estrategia clara de cómo reconvertir el modelo de desarrollo anterior.
Hay claridad sobre el cambio de régimen político, pero no sobre cómo fundar una
nueva estrategia de desarrollo.
Entre sus inexpertos funcionarios
públicos hay mucha confusión al no contar con directrices claras, y los hechos
lo confirman, predominado la improvisación y precipitación.
He aquí solo algunos ejemplos que
hablan por sí solos:
1. La cancelación
del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, y la falta de un proyecto viable y
seguro en Santa Lucía.
2. El cierre
de ductos para el combate al huachicol, la compra de pipas sin licitación.
3. La creación
de la Guardia Nacional sin aprobar el marco normativo necesario para su operación,
sin una estrategia de transición para los diversos cuerpos policiales y
militares.
4. El inicio
de las obras de la nueva refinería en Dos Bocas en Tabasco sin tener los proyectos
de impacto ambiental y con un calendario de ejecución y con un presupuesto poco
realista.
5. Lo mismo en
la construcción del Tren Maya, a pesar de las denuncias sobre el impacto
ambiental.
6. Eliminación del Seguro Popular y creación el Instituto de Salud para el Bienestar, sin
establecer ningún período de transición, ni ninguna estrategia para ello.
7. Recortes a
discreción en el gasto público para obtener recursos para sus proyectos
estelares lo que generó problemas en abasto de medicamentos, subejercicio del
gasto público y ahorros mal entendidos.
8. Terminó con
el exitoso programa Oportunidades/Prospera, replicado en otras partes del
mundo, para pasar a dar subsidios generalizados directos y monetarios, sin
ningún programa de seguimiento y evaluación, volviendo a esquemas clientelares
y asistencialistas, y muchos de los programas no tienen reglas de operación ni existe un padrón confiable de beneficiarios.
9. Dio marcha
atrás a la Reforma Educativa, y regresó el control de plazas al CNTE. Habla de la no necesidad de hacer exámenes de admisión, y la inutilidad de la Tesis.
10. En la
práctica está desmantelando la Reforma Energética, cerrando la puerta a la coinversión,
dando marcha atrás a la inversión solar y eólica.
En conclusión: es momento de generar un documento
que especifique con claridad, cómo se construye un nuevo modelo de desarrollo bajo la 4T.