CINCO GRÁFICOS PARA EXPLICAR QUE EL INCREMENTO SALARIAL ESTA SIENDO INFLACIONARIO.
La explicación es del propio Banco de México, me limito a facilitar la comprensión del fenómeno:
El pasado 20 de febrero, el subgobernador del Banco de México, Javier Guzmán Calafell, dijo que, en este año, 2020, no se alcanzarán las metas de inflación, la razón principal el incremento en los salarios que no va en línea con el incremento en la productividad (ver gráfica no. 1 y no. 2).


Por su parte el 14 de febrero, otro subgobernador del Banco, Jonathan Heath, en su presentación sobre el Panorama de la Política Monetaria aclaró que “…la política salarial es un choque permanente en el panorama inflacionario…” (ver gráfica no. 3)


Los salarios son un componente muy importante del costo de producción, y cuando los costos aumentan, se debe incrementar la productividad para reducir el costo promedio y no trasladar dicho incremento al precio de venta, de lo contrario, se genera inflación, y el salario real disminuye, así, un incremento en el salario nominal, puede generar una pérdida de su poder adquisitivo.
El incremento salarial provoca un aumento en el costo de producción y si la empresa no aumenta el precio de venta, sus utilidades se reducen y existe la posibilidad de que reduzca la producción y finalmente cierre, aumentando el desempleo.
Por otro lado, el incremento en el precio de venta provoca una pérdida de competitividad ante empresas más eficientes, por lo que las ventas se reducen, la producción también y con ella los empleos que genera, en consecuencia, los salarios caen, y las ventas se siguen reduciendo, en un círculo perverso (contractivo) al que los economistas denominados deflacionario (recesión o crisis, según sea la profundidad de la caída en la producción).
¿Cómo sabemos que son los salarios y no otros factores?
La inflación también puede generarse por exceso de demanda, ello significa que no hay producción suficiente, pero este no es el caso debido a la brecha de producto, que indica que hay capacidad ociosa instalada en la economía y no hay cuellos de botella en el suministro de materias primas, equipo de trabajo o maquinaria y equipo (ver gráfica no 4).


Es interesante observar también, que los precios que han subido son los de la canasta básica, en ellos se gasta el mayor porcentaje del ingreso de las familias, que, de acuerdo con el Encuesta Ingreso Gasto de los Hogares del 2018, los hogares en promedio gastaron el 39.3% en alimentos bebidas y tabaco, 20% en transporte y 12.1% en educación y esparcimiento (ver tabla no. 1 y gráfica no. 5)
En la tabla a mayor intensidad del color, mayor presión inflacionaria.
Independientemente de la necesidad de incrementar el salario mínimo para recuperar el poder adquisitivo de la población y disminuir la pobreza, es un hecho que los incrementos salariales deben realizarse acompañados de medidas y políticas que apoyen al incremento en la productividad y en ese punto, el presente gobierno no tiene ninguna propuesta.