EL TEMOR A LA INFLACIÓN

La inflación es siempre un dolor de cabeza, si es alta porque distorsiona la asignación de recursos, deteriora el poder adquisitivo del dinero y con ello el consumo de la población, impide hacer planeación financiera, desintegra el ahorro e incrementa la concentración del ingreso; y si es muy baja porque puede caer en un proceso deflacionario (caída en precios) y por lo tanto de contracción económica, alto desempleo, crisis e inequidad en la distribución del ingreso.

Hoy México tiene la tasa de inflación más baja a nivel histórico desde que los precios comenzaron a medirse a nivel nacional en 1969. En parte podría ser resultado de la política monetaria y las reformas estructurales implementadas en este gobierno como la energética, la de comunicaciones y la financiera, pero la razón principal es que, a nivel mundial estamos viviendo una caída de precios de bienes comercializados internacionalmente (commodities) lo que ha generado las inflaciones más bajas de la historia a nivel mundial, a excepción de aquellos países que presentan severos problemas económicos y políticos como: Brasil, Argentina, Egipto, Rusia, Nigeria, Ucrania y Venezuela entre otros pocos.

De acuerdo con el Inegi, la inflación anual en México fue del 2% en la primera quincena de diciembre, y un incremento quincenal de solo 0.26%, el año pasado en la misma fecha los datos fueron de 4.19% y 0.41%.
Estos bajos niveles inflacionarios tiene como parte de la explicación la caída de los precios internacionales del petróleo como el Brent del Norte que en tres años ha reducido su precio en un 65.8% y el gas natural con una caída del 39.1% y de muchos otros commodities como el cobre con caídas en el mismo período de 40.9%, e incluso el oro con 35.3% menos, café con -19%, maíz -47.4%, trigo -39.8% y azúcar -29.7% (http://mx.investing.com/commodities/).

Como podemos observar, son bienes y servicios claves en el consumo de la población e insumos para la producción, y son resultado básicamente de un problema de exceso de oferta, o reducción de demanda, que para el caso es lo mismo “generación de excedentes”, pero cuyas causas pueden ser distintas, pues un exceso de oferta puede ser resultado del incremento de la productividad y la eficiencia en los procesos productivos, mientras que una caída de la demanda puede ser resultado del empobrecimiento de la población que devenga bajísimos salarios reales a nivel histórico; o bien un incremento en la concentración del ingreso que implica que los más ricos gastan proporcionalmente menos ingreso que los más pobres y los productores no venden todo lo que producen.

La realidad es que a nivel mundial existe esta peligrosa tendencia a la deflación que muestra la existencia de un mercado deprimido. Independientemente de su causa, hay un exceso de productos en los mercados a nivel mundial y que obedece en parte al incremento en la productividad y eficiencia de los procesos productivos y en parte al incremento en la desigualdad social y la concentración del ingreso, lo que genera una demanda efectiva insuficiente para hacer subir los precios.

Por ello los países más desarrollados han permitido y promovido el incremento en los salarios mínimos reales (descontando inflación) como Alemania que por primera vez lo introduce, Estados Unidos 13.59%, Corea del Sur 13.1%, Reino Unido 10.22%, y China 13%, entre otros.

En este punto es importante distinguir entre el incremento al salario nominal (sin considerar inflación) y al real (considerando la inflación), porque países como Venezuela y Argentina han tenido que elevar el salario tratando de compensar la pérdida del poder adquisitivo generado por sus elevadas tasas de inflación, el primero en 42.5% y el segundo en 20.7%, sin embargo el incremento sigue siendo negativo en el sentido que no compensa el incremento en precios (es decir el incremento en términos reales es negativo). En estos casos sus salarios van siguiendo a la inflación debido a su baja productividad y crisis económica lo que genera un efecto de retroalimentación, ↑inflación →↑salario→↑inflación, lo que provoca una espiral hiperinflacionaria y hoy son de los países con mayor inflación a nivel mundial.

Y ese es precisamente el temor a la inflación, por el cual los gobiernos temen incrementar los salarios mínimos, porque ello puede acarrear mayores presiones en costos de producción y por ende en precios de venta, generando la inflación. Sin embargo las hiperinflaciones se generan en escenarios de baja productividad, proteccionismo exagerado para los productores nacionales y gobiernos populistas. Los países con incrementos en su productividad, innovación tecnológica y desarrollo de nuevos productos y mercados no deben temer a la inflación.

INCREMENTO DE TASA DE INTERÉS DE LA RESERVA FEDERAL, IMPACTO EN MÉXICO

La tasa de interés es uno de los instrumentos más poderosos que tiene un banco central para influir en la actividad económica de un país. El banco central es el emisor de dinero de curso legal y lo inyecta al sistema bancario mediante subastas de créditos a la banca comercial, así la banca obtiene los recursos monetario para luego prestar al público o a otros bancos (crédito interbancario), y las familias, empresas y gobierno pueden obtener créditos bancarios para lograr sus objetivos de adquisición de bienes y servicios, inversión productiva, viajes etc.

La tasa de interés de referencia es la tasa a la que el banco central (en nuestro caso Banco de México) subasta créditos a la banca comercial, y la tasa objetivo es la tasa de interés de corto plazo que predominará en el mercado y que definitivamente depende del nivel que determine el banco central. Sobre ella se fundamentarán los costos para financiar crédito hipotecario, tarjeta de crédito, crédito automotriz, de avío, refaccionario, etc.

Cuando la Reserva Federal eleva su tasa de interés está ofreciendo un mayor rendimiento lo que atrae inversionistas de todo el mundo. Aquellos países que ofrezcan menores rendimientos o menores tasas de interés verán salir los recursos monetarios de sus economías y los capitales fluirán hacia los Estados Unidos, éste país verá apreciar su moneda (dólar), mientras que el resto de los países que no muevan sus tasas verán depreciar sus monedas.

En la economía norteamericana se aumentarán los niveles de ahorro, reduciendo el consumo de las familias, disminuirán los rendimientos de los proyectos de producción financiados con recursos bancarios, por lo que la inversión productiva disminuirá; las personas con deudas en tarjeta de crédito, y por lo tanto a tasa de interés flexible, verán incrementarse su deuda y tendrán problemas de liquidez, todo ello desacelerará a la economía norteamericana generando menor crecimiento económico y empleo. Por ello el movimiento en la tasa de interés de referencia debe ser moderado, cauto y pausado, de lo contrario se podría generar una recesión.

De ahí que la Reserva Federal solo haya subido ¼ de punto porcentual su tasa de referencia, al pasar de 0.25% a 0.50%, y a pesar de tan moderado incremento, veremos efectos a nivel global.

Para el caso de México, el Banco de México tendrá que subir también su tasa de referencia o de lo contrario habrá salidas de capital, sobre todo de aquellos inversionistas que trajeron sus capitales de forma masiva para aprovechar los mayores rendimientos que generaban tasas mucho más elevadas que las norteamericanas, ya que aquí la tasa de referencia era de 3%. Mientras ello duró, y el precio del petróleo se mantuvo, el peso se apreció, pero ahora la fiesta termina y a menos que mantengamos los rendimientos competitivos, habrá vuelo a la calidad lo que depreciará aún más el peso, moviendo las expectativas de rentabilidad de los proyectos de inversión y posponiendo decisiones de empleo, construcción, producción, viajes al extranjero etc.

El problema es que la economía mexicana muestra ya claros signos de desaceleración, el efecto de incrementar la tasa de referencia se magnificará en el resto de tasas de interés, especialmente en las relacionadas con los créditos revolventes y los agentes económicos endeudados verán aumentar sus deudas, disminuir su liquidez y posponer sus decisiones sobre el uso del dinero, y ese no será el impacto total, si la economía norteamericana entra en desaceleración, nosotros lo haremos en mayor magnitud debido a nuestra estrecha dependencia en relación a las exportaciones, la inversión extranjera, las remesas, el turismo y las importaciones de materia prima y tecnología, éstas últimas pueden impactar los costos de producción generando un incremento en precios.

La Reserva Federal sabe del impacto global que su decisión ocasiona, por ello es muy seguro que el incremento en tasas de interés sea muy pausado. Economías grandes han presionado al respecto (Alemania, Francia, Italia, Japón, Canadá y Gran Bretaña) para concertar un movimiento de tasas pausado e incluso dicho incremento podrá ser revertido si la economía Norteamericana se desacelera y apunta hacia la deflación.

JALISCO: MEJOR DESEMPEÑO ECONÓMICO QUE EL PROMEDIO NACIONAL



Jalisco es una economía con un alto grado de integración al mercado internacional, fuertemente dependiente de un solo mercado, pero con productos de exportación diversos y en sectores no maduros con gran capacidad de innovación y crecimiento económico a futuro, esa diversidad genera menor vulnerabilidad a los ciclos económicos así como mayor empuje al crecimiento y generación de empleos.

Si se suman las exportaciones (X) más las importaciones (M) y se dividen entre el Producto Interno Bruto (PIB), se obtiene el grado de apertura externa, en el caso de México a diciembre del 2014 dicho grado era del 69%, mientras que para Jalisco fue del 145% ¡el doble que a nivel nacional! ello nos hace más dependientes del dinamismo de la economía internacional.

El 78% de las exportaciones se dirigen a un solo mercado: Estados Unidos y 52.5% son de un solo sector: el electrónico. En el caso de México el 81.7% de las exportaciones son hacia ese mercado, ello provoca que cuando el sector industrial en Estados Unidos se desacelera, en Jalisco el efecto se magnifica provocando una caída mayor que a nivel nacional.

Una gran ventaja es que Jalisco ha reducido fuertemente su déficit comercial, que medido como porcentaje del PIB pasó del 30.2% en 2007 al 8.3% en 2014, ello nos hace menos vulnerables a la escasez de divisas, pues el resto de los sectores generadores aportan una buena cantidad al mercado cambiario local, para el caso de México la cifra pasó de 1.8% a 1.1% en esos años.

En nuestro estado, un equivalente al 36% del PIB lo generan sectores que aportan divisas, 29.3% por exportaciones, 1.7% el turismo de extranjeros, 3.1% las remesas y 1.9% la inversión extranjera directa. Ello significa que el equivalente a un tercio de la riqueza generada está atada al sector externo y se ve fuertemente impactada por el nivel del tipo de cambio, lo que nos hace vulnerables en épocas de recesión internacional, pero nos fortalece conforme el peso se debilita ante el dólar pues genera competitividad por precio.

De acuerdo con el Instituto de Información Estadística y Geográfica de Jalisco (IIEG), por cada 1% que crece el PIB en Jalisco genera 8 mil 220 millones de pesos, y en los últimos cuatro años la participación en la generación de riqueza nacional se ha ido incrementado persistentemente.

Desde el 2010 crecemos por encima del promedio nacional con una diferencia a nuestro favor de 0.6%. Se nos considera un estado de alta complejidad económica, ocupamos el 4º lugar nacional en sectores precursores del crecimiento económico y el 9º en competitividad exportadora aun cuando solo el 1.5% de las empresas jaliscienses exportan.

De acuerdo con KPMG Jalisco es una de las tres entidades preferidas por los inversionistas en 2015 y lo seguirá siendo durante 2016 y 2017, y si redujéramos los costos de exportación en tan solo 1%, las exportaciones aumentarían un 2.6%.

Tal como lo dije el año pasado en la Cámara de Comercio con respecto a las expectativas para el 2015 crecimos por encima del promedio nacional durante el primer semestre, 1.5% más y esos datos se mantendrán durante el segundo semestre y durante el 2016.

Lo único que podría generar un efecto negativo sería una fuerte desaceleración en la producción automotriz y el sector manufacturero en Estados Unidos, así como la profundización de la deflación a nivel internacional.

CÓMO CONSTRUIR UN PATRIMONIO

El patrimonio es el conjunto de bienes que posee una persona y que pueden ser susceptibles de tener un valor económico, dichos bienes garantizan tu bienestar, tu salud e incluso tu felicidad, en pocas palabras el patrimonio es riqueza.

Para construir un patrimonio lo primero que necesitamos es tener nuestras finanzas personales en orden, lo que supone gastar menos de lo que se gana, con ello se puede generar un ahorro destinado a la creación de riqueza, para lo cual debes tener claro el monto total de tus ingresos y tu patrón de gastos.

Para lograr el punto anterior debes tener un presupuesto diario, en el que anotes tus ingresos y el cómo serán distribuido día con día, analizando con cuidado que gastos puedes disminuir, cuáles evitar y cuáles son estratégicos para ir construyendo tu patrimonio.

Todos podemos ahorrar, aunque pensemos que para ahorrar hay que ganar más, la realidad es lo opuesto, para ahorrar hay que gastar menos. Incluso las personas más humildes pueden generar un patrimonio, tienen estrategias financieras que les permite sobrevivir día a día con sus magros ingresos y superar la adversidad, las compras en abonos, los microcréditos, el micro ahorro son elementos presentes en su vida diaria. Realizan actividades diversas para generar ingresos extras, planchar, lavar, cocinar para otros, hacer mandados etc.

Si necesitas un ingreso extra, analiza tus capacidades y determina que otro tipo de actividades te pueden generar un ingreso adicional: cuidar niños, cuidar enfermos, cocinar para vender, dar clases de matemáticas, inglés, piano, en el gimnasio etc., todos tenemos habilidades para generar mayores ingresos.

El segundo punto es establecer una meta de ahorro y determinar tu ahorro semanal, dicho ahorro debe ser del 10% de los ingresos, si es posible un poco más. Debe estar contemplado en tu presupuesto como si fuera un gasto, para no disponer de él. Muchas personas separan dicho ingreso desde el principio de la quincena y lo depositan en una cuenta, así no podrán disponer de él, pero cuidado dicha cuenta debe tener una tasa de interés mayor a la inflación.

Tercer punto, determina qué tipo de patrimonio deseas construir: un terreno, una casa, un auto, un curso de especialización que a su vez te permitirá mayores ingresos a futuro, poner un negocio etc. Comenzar por una casa es siempre una buena opción, no se deprecia con la facilidad de un auto o cualquier otro bien y te garantiza un techo seguro por si acaso enfermaras, perdieras el empleo, tuvieses una incapacidad etc.

El cuarto punto es proteger el patrimonio lo que supone asegurarlo ya sea tu coche, tu casa, tu vida y principalmente tu salud.

El quinto punto es ser disciplinado y determinado, el ahorro no se toca, no se destina a consumo superfluo: una nueva bolsa, un nuevo par de zapatos, un adornito para la casa. El ahorro debe ser un hábito, es decir permanente.

Sexto punto, determinar que el dinero debe trabajar para nosotros y no nosotros para el dinero, lo que supone gastarlo de forma inteligente e invertirlo para que genere más. La inversión del dinero debe ser con conocimiento, bien asesorados e informados sobre riesgos, rendimientos y tipos de instrumentos. Si vas a poner un negocio que sea sobre algo que conoces, nunca sobre algo novedoso sobre lo que no tienes experiencia ni idea alguna, infórmate sobre los rendimientos esperados pero también sobre los riesgos existentes.


Por último es importante tener un testamento que garantice que tus herederos recibirán el patrimonio que tanto trabajo ha costado construir sin disputas, procesos legales desgastantes y costosos.

AGUINALDO: GASTARLO CON SABIDURÍA CONSTRUYENDO RIQUEZA

El dinero es una de las cosas que más deseamos pero que valoramos poco, en el sentido de que no siempre sabemos cómo gastarlo de forma que nos beneficie y no nos perjudique, porque gastarlo debe tener un sentido y un buen propósito.

Gracias al dinero podemos adquirir bienes necesarios, podemos ahorrar para un mayor consumo futuro, para enfrentar imprevistos o para asegurar una vejez sin carencias. Podemos invertirlo para que trabaje para nosotros o bien destinarlo a ayudar a los demás.

En pocas palabras el dinero es el medio que nos permite adquirir riqueza, entendiendo como riqueza la abundancia de bienes con alto valor monetario y constituida por activos patrimoniales como inversiones, propiedades, activos financieros etc., una persona rica tiene excedentes para pasear, viajar, ahorrar y darse gustos que la mayoría no puede darse.

El dinero no es en sí mismo riqueza, pero es el medio por excelencia para obtenerla, nuestros ingresos nos proveen del dinero necesario, y utilizarlo con sabiduría puede generar riqueza que a su vez genere mayores ingresos, generando un círculo virtuoso de ingreso, riqueza, ingreso.

No se trata de gastar para consumir, sino de gastar para generar y la clave está, en primer lugar, en realizar un diagnóstico de gasto, es decir determinar mis pautas de consumo, definir si gasto demasiado en cosas que no me permiten aportar a un patrimonio, en pocas palabras si mi gasto es improductivo o productivo, ya que malgastar el dinero significa desperdiciarlo, sin un propósito claro y correcto, sin considerar metas o necesidades futuras, sin analizar si aporta a mi bienestar futuro.

El gasto realizado para satisfacer deseos o caprichos es un gasto 100% improductivo, no quiero decir que de vez en cuando no gastemos en un buen restaurante, un buen vino, adornos para la casa etc., pero recuerde que la suma de dichos gastos va mermando la posibilidad de invertir en algo que genere más ingresos.

El gasto hormiga, esas pequeñas sumas de dinero que destinamos a papitas, dulces, café, propinas, dádivas etc., se van acumulando semana tras semana hasta juntar cantidades considerables que pueden representar por sí solas el enganche de un auto, una cantidad respetable para destinar a un fondo de inversión etc.

Recuerde que el factor común a toda crisis: personal, familiar, empresarial, municipal, estatal y nacional es que se gasta más de lo que se gana, por ello la regla número uno es nunca gastar más de lo que tienes, elaborar un presupuesto en el que uno de los rubros sea el ahorro.

La regla número dos es analizar tu gasto y determinar si es productivo, es decir si te aporta algo: educación, salud, auto, casa, en pocas palabras patrimonio, ello supone hacer un diagnóstico de tu gasto anotando durante un mes todos tus desembolsos, por más insignificantes que sean, para poder determinar qué gastos pueden ser reducidos, cuáles pueden ser evitados y evaluar de qué tamaño es tu gasto hormiga para convertirlo en un acelerador de ahorro e inversión.

La regla número tres es determinar si estas gastando de forma inteligente, es decir si usas el dinero para adquirir un patrimonio que además de garantizar una vida tranquila te permita generar un fondo de ahorro que ayude a enfrentar un imprevisto (despido, enfermedad, defunción, etc.,) o te apoye para generar un monto suficiente para poner un negocio, realizar una inversión financiera o aporte recursos para el retiro, es decir vivir una vejes tranquila.

Regla número cuatro que la búsqueda de generación de riqueza no cancele hoy tu bienestar.

El dinero nunca sobra y por lo tanto no debe gastarse tan pronto como se recibe, es también un medio para capitalizarlo, ello significa que se multiplique así mismo mediante una inversión bien hecha, para la cual estemos asesorados por las personas correctas e invertirlo en una institución segura. Por ello debemos tener claras nuestras metas, determinar las prioridades e irlo asignando a satisfacer cada una de ellas, de ahí la regla número cinco: determina tus metas, tu estrategia financiera y el tipo de patrimonio que deseas construir lo que supone tener planes financieros para el futuro.


No hagas compras por impulso, no hagas compras innecesarias, no seas un consumista vanidoso, inviértelo en instrumentos seguros, define tus metas financieras y sobre todo regla número seis determina correctamente tu capacidad de endeudamiento, se disciplinado, programa tus pagos, no acumules deudas a meses sin intereses sin una correcta planeación y destina algo para tus vacaciones, ya que el reposo siempre repercute en salud, paz y tranquilidad.

EL YUAN EN EL SISTEMA MONETARIO INTERNACIONAL: CHINA HACE LA TAREA

Para que una economía globalizada opere con fluidez a nivel internacional se requiere que los intercambios comerciales puedan realizarse sin dificultad, ello significa que se puedan liquidar las importaciones de bienes, los préstamos internacionales, las compras de activos financieros: bonos de deuda, acciones, obligaciones, etc., así como la compraventa de divisas; por lo tanto en el mundo debe existir la suficiente liquidez (medios de pago) para saldar las deudas, así como la suficiente confianza en el valor de las monedas y la determinación de sus paridades.

Dado que cada país tiene su propia moneda, esta debe ser convertible en otras y garantizar que es lo suficientemente estable para mantener su poder adquisitivo de forma que sea aceptada como medio de pago, liquidación o financiación.

Así el sistema monetario internacional debe contar con las condiciones monetarias y financieras que faciliten el ajuste ante eventos catastróficos como terremotos, huracanes de gran impacto, sequías, guerras, etc., problemas de depresión en los precios de los commodities como por ejemplo: la caída del precio internacional del petróleo; y eventos de contagio de crisis financieras, cambiarias, de deuda y económicas en general a nivel internacional.

Ello supone la coordinación y el establecimiento de medidas internacionales que posibiliten la consecución de créditos en otras monedas que permitan liquidar deudas, respaldar activos y reconstituir reservas internacionales. De ahí la creación, en 1969, de los Derechos Especiales de Giro (DEG), que sin ser una moneda, es un activo de reserva internacional creado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), apoyado por una canasta de monedas, con el objetivo de apuntalar el sistema de paridades fijas vigentes hasta entonces, de forma que un país puede obtener la divisa que requiere y le es escasa a cambio de su disposición en DEGs, ya que los puede canjear por dichas divisas, los puede vender o puede tomar créditos usándolos como respaldo. Así los DEG operan como activos de reserva complementarios a las tenencias en oro y a las reservas internacionales que poseen los bancos centrales.

El valor del DEG está basado en una canasta de divisas que hasta hoy consta de cuatro monedas de amplio uso internacional: el dólar, el euro, el yen y la libra esterlina, y a partir de octubre del 2016 entrará el yuan o renminbi chino.


De acuerdo con el FMI el yuan cumple con los criterios necesarios para formar parte de la cesta de monedas por ser de amplio uso internacional en operaciones de comercio exterior y financieras, y China ha trabajado perseverantemente en ello, por eso tiene 39 acuerdos de intercambio de divisas con el mismo número de países, ha mejorado el acceso de los extranjeros a su mercado cambiario ampliando sus horarios y ha logrado negociar bonos soberanos de deuda en las Bolsas de Frankfurt y Londres. En pocas palabras el yuan tiene el volumen de operación necesario para clasificarse como moneda de libre uso que además se negocia extensamente en función del volumen de comercio internacional y en los principales mercados de divisas.