La semana pasada, en la Cátedra del Banco de México que se celebra en la Universidad Panamericana Campus Guadalajara, uno de los asistentes hizo una pregunta muy interesante ¿el uso del dinero electrónico ha desplazado el uso del dinero en efectivo?, la respuesta dejo al público sorprendido, contrario a lo que esperábamos el expositor contestó: ¡No!. A nivel mundial y en México en especial, ha aumentado el uso del dinero en efectivo y explicó las razones, sumamente sencillas e interesantes:
1. La población más pobre ahorra en efectivo: es decir en su casa, es el denominado “guardadito”, aunque también utiliza diversas estrategias que requieren del uso de efectivo como: la “tanda”, “las rifas” e incluso llegan a contratar a una persona conocida –un vecino, un amigo- a quienes le pagan por sus servicios que consisten en recorrer la colonia casa por casa recolectando el ahorro para evitar que ellos mismos se lo gasten. El dinero se convierte en un instrumento de ahorro.
2. Pagar en efectivo no deja ningún rastro, las deudas se saldan de forma inmediata, y los bienes se pagan de igual manera “inmediatamente”.
3. En muchos países las operaciones de bajo monto se realizan en efectivo y México no es la excepción, de hecho los billetes y monedas son la primera opción de medio de pago para realizar compras.
Que es lo que se paga en efectivo: bienes y servicios de uso común como: el trasporte urbano, los alimentos, ropa, medicamentos, restaurantes e incluso electrodomésticos.
Contrario a lo que pensábamos, la cantidad de billetes y monedas emitidos no se ha reducido, se ha incrementado a nivel mundial, aún en las economías más desarrolladas como Estados Unidos, Alemania, Canadá e Inglaterra y el negocio de la falsificación sigue poniendo en jaque a los bancos centrales del mundo, pero muy especialmente a los de Canadá e Inglaterra.
Otro dato interesante fue que los períodos en que más circulación hay de billetes y monedas son: en semana santa, las vacaciones de verano, el regreso a la escuela y, por mucho, el periodo de navidad, de hecho el día que más billetes y monedas circulan en México es el 23 de diciembre.
Un elemento curioso fue descubrir que a dichos períodos de mayor circulación se agregó el del “buen fin”, recientemente impulsado en México y aún más sorprendente fue descubrir que en el 2012, año de las elecciones presidenciales, la circulación de billetes y monedas aumentó a niveles comparados a semana santa durante el periodo de las campañas presidenciales.
JALISCO Y SU GRADO DE APERTURA EXTERNA: VENTAJAS Y DESVENTAJAS
Con la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y su puesta en operación a partir del 1 de enero de 1994, el comercio exterior en México creció de manera significativa, las importaciones se cuadruplicaron (4.5 veces la cifra inicial), mientras que las exportaciones, un poco más rezagadas casi se cuadruplican (3.6 veces). Ello modificó de forma sustantiva el modelo de crecimiento ahora fuertemente dependiente del comercio exterior y por lo tanto vulnerable a la volatilidad del precio del dólar y a la dinámica de sector manufacturero en Estados Unidos.
Sin embargo nuestra balanza comercial con dicho país es superavitaria, es decir exportamos más de lo que importamos de dicho país, aunque en conjunto sigue siendo deficitaria con respecto al resto del mundo.
En 1993 las exportaciones representaron el 15% del PIB y para el 2013 dicha cifra llegó del 32%, por su parte las importaciones pasaron del 12% al 32%. Si sumamos exportaciones más importaciones obtenemos el volumen de comercio exterior que en conjunto participa con un equivalente al 64% del total de la producción nacional de bienes y servicios.
En el caso de Jalisco, el comercio exterior se rezagó al principio, pero de 7 años a la fecha ha crecido de manera notable. Las exportaciones crecieron 151% en promedio de 2004 al 2013, pasando del 20% del PIB estatal en 2007 al 66% en 2012, ¡el doble del promedio nacional! mientras que las importaciones pasaron del 50% al 76% del PIB estatal . Sumando exportaciones más importaciones (volumen de comercio exterior) los datos se duplican del 70 al 142% del PIB ¡más del doble que a nivel nacional¡, lo que significa que ¡en 5 años se han duplicado!
Como puede observarse el dinamismo del comercio exterior en Jalisco es mucho mayor que a nivel nacional y ello nos hace una economía con un elevado grado de apertura externa, si bien esto habla bien del sector exportador e importador de Jalisco, también refleja una fuerte dependencia económica del mercado externo, en particular de la dinámica del sector manufacturero en Estados Unidos y en especial de la industria electrónica y la relacionada con alimentos, bebidas y tabaco.
Lo anterior significa que una desaceleración económica en Estados Unidos, se transformará rápidamente en un problema económico para Jalisco, no solo por la caída de las exportaciones, sino también por la reducción de las remesas, ya que somos el segundo estado receptor de las mismas después de Michoacán, con un total de 1 mil 800 millones de dólares en 2013.
Ello nos obliga a generar una mayor cultura financiera para que los exportadores aprendan a cubrir sus riesgos de tipo e cambio ($/dlls) con coberturas cambiarias, mientras que el gobierno del estado, debe generar un blindaje económico mediante programas de soporte y apoyo financiero no solo para el sector exportador, sino también para reforzar el mercado interno, en especial la micro y pequeña empresa de la que depende el sector más vulnerable de la población.
Sin embargo nuestra balanza comercial con dicho país es superavitaria, es decir exportamos más de lo que importamos de dicho país, aunque en conjunto sigue siendo deficitaria con respecto al resto del mundo.
En 1993 las exportaciones representaron el 15% del PIB y para el 2013 dicha cifra llegó del 32%, por su parte las importaciones pasaron del 12% al 32%. Si sumamos exportaciones más importaciones obtenemos el volumen de comercio exterior que en conjunto participa con un equivalente al 64% del total de la producción nacional de bienes y servicios.
En el caso de Jalisco, el comercio exterior se rezagó al principio, pero de 7 años a la fecha ha crecido de manera notable. Las exportaciones crecieron 151% en promedio de 2004 al 2013, pasando del 20% del PIB estatal en 2007 al 66% en 2012, ¡el doble del promedio nacional! mientras que las importaciones pasaron del 50% al 76% del PIB estatal . Sumando exportaciones más importaciones (volumen de comercio exterior) los datos se duplican del 70 al 142% del PIB ¡más del doble que a nivel nacional¡, lo que significa que ¡en 5 años se han duplicado!
Como puede observarse el dinamismo del comercio exterior en Jalisco es mucho mayor que a nivel nacional y ello nos hace una economía con un elevado grado de apertura externa, si bien esto habla bien del sector exportador e importador de Jalisco, también refleja una fuerte dependencia económica del mercado externo, en particular de la dinámica del sector manufacturero en Estados Unidos y en especial de la industria electrónica y la relacionada con alimentos, bebidas y tabaco.
Lo anterior significa que una desaceleración económica en Estados Unidos, se transformará rápidamente en un problema económico para Jalisco, no solo por la caída de las exportaciones, sino también por la reducción de las remesas, ya que somos el segundo estado receptor de las mismas después de Michoacán, con un total de 1 mil 800 millones de dólares en 2013.
Ello nos obliga a generar una mayor cultura financiera para que los exportadores aprendan a cubrir sus riesgos de tipo e cambio ($/dlls) con coberturas cambiarias, mientras que el gobierno del estado, debe generar un blindaje económico mediante programas de soporte y apoyo financiero no solo para el sector exportador, sino también para reforzar el mercado interno, en especial la micro y pequeña empresa de la que depende el sector más vulnerable de la población.
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