INFRUCTUOSOS ESFUERZOS DE LA RESERVA FEDERAL QE3

Los bancos centrales pueden estimular la actividad económica recortando la tasa de interés de referencia (tasa que la banca comercial paga al banco central cuando recibe un crédito de éste ultimo), ello abarata el crédito para la banca comercial que evidentemente puede otorgar créditos más baratos a las empresas y familias, fomentando no solo la inversión de las primeras, pues obtener capital para la producción es más barato, sino que también fomenta el consumo de las familias que se ven motivadas a ahorrar menos y gastar más o bien a tomar créditos a largo plazo para comprar una casa, un auto, electrodomésticos etc. Así la reducción de las tasas de interés desmotiva el ahorro y motiva el consumo y la producción, lo que a su vez estimula la creación de empleos, eleva el ingreso de las familias y su consumo generando un círculo virtuoso de crecimiento económico, empleo, ingreso y consumo.

Sin embargo, cuando la tasa de interés de referencia llega a niveles mínimos, como actualmente en Estados Unidos que es de entre un 0 y un 0.25% anual, ya no se puede seguir disminuyendo y el banco central tiene que recurrir a otro tipo de instrumentos no convencionales para reactivar la actividad económica, uno de ellos es la flexibilidad cuantitativa.

Este jueves 13 de septiembre el sistema de la Reserva Federal en Estados Unidos (conjunto de instituciones equivalentes al Banco de México) anuncia un nuevo estímulo monetario para tratar de reactivar el empleo y la economía, el denominado QE3 (quantitative easing) o flexibilización cuantitativa, sería el tercero en su genero desde que se profundizó y difundió a nivel internacional la crisis con la quiebra de Lehman Brothers el 15 de septiembre del 2008.

El instrumento opera de la siguiente manera: la Reserva Federal hace compras de activos financieros respaldados por bonos hipotecarios que están en manos de bancos, fondos de inversión, compañías aseguradoras, fondos de pensiones etc., y así inyecta dinero en efectivo (liquidez) a estas instituciones con la esperanza de que el dinero fluya hacia el otorgamiento de créditos al sector de la construcción, o a la producción de bienes y servicios o al consumo de bienes duraderos. La mayor liquidez reducirá las tasas de interés a corto y largo plazo motivando la solicitud de créditos (demanda) y elevando el consumo y la producción.

Sin embargo no siempre esto funciona. Cuando las personas se encuentran ya muy endeudados como en EUA prefieren liquidar sus deudas disminuyendo su consumo y aumentando su ahorro, lo que no estimula las compras, mientras que las empresas temerosas de no vender sus productos mantienen su liquidez de forma improductiva comprando activos financieros que les den un rendimiento con menor riesgo, en consecuencia no aumenta la demanda de créditos, mientras que los bancos racionan la oferta de créditos para recomponer sus balances, ello provoca que la liquidez generada por el gobierno de EUA no se inyecte en la producción de su país, sino que se reinvierta en instrumentos financieros en mercados más seguros, como los mercados de valores de economías emergentes con menor riesgo país, caso de México, cuya baja inflación, finanzas públicas estables y estabilidad macroeconómica garantiza un menor riesgo y una mayor tasa de interés que en el país de origen, así el peso se aprecia, el dólar se abarata y nuestro país pierde competitividad.

En resumidas cuentas la liquidez vuelve a los mercados financieros y no logra el objetivo planteado.

Con esta medida ya son tres las veces que lo intenta, el primer QE1 fue de 1 billón 750 mil millones de dólares, el segundo QE2 fue por un total de 600 mil millones de dólares, este tercero QE3 será a razón de 40 mil millones mensuales sin especificar el periodo de tiempo en que se llevará acabo, de forma que si tardase un año serían 480 mil millones de dólares, si tardase dos años de 960 mil millones y si tardase tres años de 1 billón 440 mil millones, y no ha sido el único instrumento no convenional utilizado, recordemos la operación Twist por 85 mil millones de dólares.

¿Dónde están dichos recursos? no en créditos a la producción o al consumo, están de nuevo en los mercados financieros internacionales alimentando las burbujas especulativas y presionando a la alza a las monedas de países como México.

¿No sería mucho más fácil volver a los antiguos mecanismos de política monetaria como los cajones selectivos de crédito, o utilizar a la banca de desarrollo para otorgar créditos preferentes a la producción, en especial a la micro y pequeña empresa que genera el mayor volumen de empleo?

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