El costo del rescate del sistema financiero norteamericano es aún un debate, pues no existe acuerdo entre la Reserva Federal que argumenta que el costo fue de 1.2 billones de dólares (trillion), la oficina de contabilidad del gobierno que estima 16 billones (trillion) y Bloomberg cuyo calculo ascienda a 7.7 billones (trillion), sin contar los costos relacionados con la reducción de impuestos y el incremento del gasto público.
Un estudio reciente del Levy Economics Institute of Bard College (One Pager/No. 23 del 12 de diciembre del 2011)(http://www.levyinstitute.org/publications/?docid=1462), establece que el costo del rescate del sistema financiero norteamericano por parte de la Reserva Federal es de 29 000 000 000 000 dólares (29 millones de millones de dólares: billones en español)desde enero del 2007 hasta noviembre del 2011.
Para darnos una idea de lo que ello significa, tome usted en cuenta que en el 2010 el Instituto de Estadística Geografía e Informática calculo el PIB en México en 1.14 billones de dólares (lo que nos colocó como la 13ava economía más grande el mundo), o en Alemania que fue de 3.309 billones de dólares, o China con 5.879 billones.
Cualquiera que sea la cifra correcta, si tomamos un simple promedio nos daremos cuenta del enorme esfuerzo por parte de la Reserva Federal para dotar de liquidez al mercado financiero, donde los que recibieron la mayor cantidad fueron los grandes bancos como Merrill Lynch, Citigroup, Morgan Stanley, Bear Stearns y Bank of America.
La cifra por sí sola es casi inimaginable y representa los préstamos y compras de activos realizados a instituciones financieras bancarias y no bancarias para dotarlas de liquidez, es decir para que tengan suficiente dinero que asegure el pago de sus deudas y los recursos de los depositantes e inversionistas, pues de lo contrario habría un pánico bancario (cuando todo mundo corre a retirar su dinero de los bancos), y una paralisis en las transacciones financieras.
La verdad es que el crédito interbancario (préstamos de los bancos comerciales entre sí) se supendió tanto en Estados Unidos como en Alemania, Francia, Italia etc., debido a la incertidumbre sobre los activos tóxicos (incobrables) que tenían dichas instituciones en sus balances y fuera de sus balances, ello generó una parálisis del crédito que a la fecha subsiste, pues dichas instituciones financieras tienen un gran temor a prestar los recursos y los mantienen ociosos o invertidos en bonos gubernamentales, aún cuando puedan recibir rendimientos negativos por ellos, como sucedió hace dos semanas en Alemania pues los rendimientos obtenidos en la compra de papel gubernamental alemán fueron negativos, lo que quiere decir que prefieren dejar de ganar e incluso perder un poco de dinero a prestar dichos recursos.
El papel que ha jugado la Reserva Federal es lo que en economía llamamos prestamista de última instancia, lo que significa que el banco central esta dispuesto a inyectar liquidez a las instituciones financieras, en especial la banca comercial para que las transacciones comerciales y financieras no se detengan, despues de todo el dinero y el crédito es como el aceite que mueve los engranajes de una economía.
El problema es que esta enorme inyección de liquidez no ha reactivado la confianza en el mercado crediticio y los recursos se han mantenido ociosos. Y para que la economía funcione el dinero debe circular, es decir debe gastarse en bienes y servicios, y no mantenerse ocioso como reserva o utilizarlo para escpecular en los mercados financieros.
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