Gran Bretaña es la 5ª economía más grande del mundo, y por ello su impacto no es desdeñable, aunque en primer lugar afectará a la Unión Económica y en menor medida a Estados Unidos, el resto del mundo sentirá los efectos debido a la incertidumbre e inestabilidad financiera que ha generado.
Desde el anunció del resultado del referéndum en la que el pueblo votó por la salida, la inestabilidad financiera internacional se ha incrementado, las bolsas de valores, las divisas emergentes y los precios del petróleo han caído en forma sensible.
El barril de petróleo de mejor calidad: WTI y el Brent cayeron un 7% en solo dos sesiones, desde el 23 de junio 24 monedas de naciones emergentes han presentado caídas que oscilan entre el 0.05 y el 6.63%, y el peso mexicano ha sido una de las más golpeadas a nivel mundial, seguido de la moneda de Sudáfrica, Argentina y Polonia entre otras.
La libra esterlina tuvo una caída del 3.55% el 27 de junio, y la caída acumulada es del 11.10 %, lo que la coloca en la caída históricamente más elevada en los últimos 30 años.
El comercio internacional por su parte ya se venía desacelerando por lo que podemos esperar que se reduzcan los precios de mercancías negociadas internacionalmente (commodities) como azúcar, acero, café, cobre, algodón etc., ello impactará negativamente a los países exportadores de las mismas.
Las exportaciones manufacturas también se verán reducidas debido a la continua desaceleración en China, los problemas de crecimiento de los emergentes y la debilidad de las economías desarrolladas.
La salida de Gran Bretaña abona de forma negativa a ello, por lo que dichos problemas se verán intensificados. El crecimiento económico en Estados Unidos es de apenas 1.9%, de América Latina es negativo con -0.6% y el de México no logra llegar al 2.5%.
Los Costos para México
Los efectos en México de la salida del Brexit serán de corto y mediano plazo y se relacionan con cinco elementos determinantes: 1) La depreciación del peso, 2) El incremento en la inflación, 3) La reducción del gasto público, 4) El incremento de la tasa de interés del Banco de México, que es nuestro Banco Central, 5) El Incremento en el precio de la gasolina.
1) La depreciación del peso: Es el impacto de corto plazo más importante y es resultado de la apreciación del dólar. La apreciación del dólar, por su parte, es producto de la depreciación de la libra esterlina. En pocas palabras no es que el peso este débil por cuestiones propias de la economía mexicana, sino por el hecho de que el tipo de cambio -que es siempre el precio de un par de divisas (pesos por dólar)- se mueve, de forma que si el dólar se aprecia el peso se deprecia necesariamente.
La depreciación de la libra esterlina es resultado de la incertidumbre que genera la salida de Gran Bretaña de la UE, lo que motiva a los inversionistas internacionales a buscar una moneda más segura que opere como refugio de su poder adquisitivo y ven en el dólar una moneda mucho más atractiva, también pueden refugiarse en oro y otros metales preciosos.
El dólar es una moneda más segura porque el 85% de las transacciones internacionales financieras y comerciales se realizan en dicha moneda. Es por ello una moneda de reserva mundial, en la que se invierten también las reservas internacionales de los bancos centrales.
El fortalecimiento del dólar es a la par el debilitamiento del resto de las monedas, y muy en especial la de los países emergentes como China, Rusia, India, México, Singapur etc., pero el efecto es aún más negativo en aquellas economías que están pasando por una crisis económica como Brasil, Argentina, Venezuela etc.
El Brexit incrementa la volatilidad financiera internacional la cual está muy relacionada también con la fuerte concentración del ingreso y la riqueza a nivel mundial. Hoy el 10% de la población más rica concentra el 60% de la riqueza mundial, 30% del ingreso mundial y 87.7% de la riqueza financiera, y el 1% de los más ricos de ese 10%, concentran 25% de la riqueza y el 10% del ingreso.
Este elevado grado de concentración impide un mayor dinamismo en el crecimiento del consumo y la inversión productiva, ya que los millonarios y multimillonarios gasta un porcentaje mucho menor de su dinero comparado con los más pobres. Por ello la economía mundial presenta bajas tasas de crecimiento económico, que de acuerdo al último Reporte del Fondo Monetario Internacional no serán mayores al 3.2% a fines del 2016.
Debido a que los mercados de los países más desarrollados se encuentran deprimidos - lo que significa que las ventas de las empresas no son dinámicas - los inversionistas mueven sus capitales buscando el mejor rendimiento. Por ello el dinero fluye de un país a otro y por lo tanto, de una moneda a otra, comprando e intercambiando activos financieros: bonos de deuda privada o pública, acciones de empresas, metales preciosos o monedas de otros países (divisas), todo con el objetivo de obtener rendimientos, regalías, utilidades etc.
Lo que ha sucedido en México es una salida de capitales, lo que se denomina un “vuelo a la calidad”. Los inversionistas institucionales internacionales como las Aseguradoras, Fondos de Pensiones, Fondos de Inversión, Fondos de Riesgo, Fondos Mutualistas, etc., han vendido sus instrumentos en pesos y se han refugiado en dólares o instrumentos denominados en esa moneda, lo que ha depreciado al peso.
2) El incremento en la inflación: La depreciación del peso, por su parte, generará una mayor presión inflacionaria en nuestra economía, debido a que más del 70% de lo que importamos es materia prima, maquinaria y equipo para la producción. Al encarecerse el dólar, se encarecen las importaciones de esos productos y suben los costos de producción para las empresas, lo que provocará que los productores trasladen los incrementos del costo a los precios de venta generando una mayor inflación y pérdida del poder adquisitivo del dinero.
Hoy, el incremento en los precios para el productor, es mayor que el incremento en los precios al consumidor, ello significa que ante la debilidad del mercado interno, los productores están absorbiendo parte del impacto del tipo de cambio sobre los costos y no lo han transferido al precio de venta.
De acuerdo con Barclays ello elevará la tasa de inflación en al menos 4 puntos porcentuales para 2017, al pasar de un pronóstico del 3.1% al 3.5% y el precio del dólar podría llegar a los 20 pesos al primer trimestre del 2017. Para el Banco de México la inflación a fin de año se situará ligeramente por arriba del 3%.
La lucha contra el incremento en los costos de producción, producto de la la depreciación, genera otro problema: el de la precarización del empleo. Los empresarios han encontrado otras medidas para disminuir sus costos, con empleos temporales, a destajo, no registrando a sus trabajadores en el Seguro Social, dando menores prestaciones laborales e incluso menores salarios nominales, despidiendo trabajadores y haciendo lo mismo con menos mano de obra, es decir intensificando la jornada laboral, o aprovechando la flexibilidad laboral de la reciente reforma con contratos de capacitación, contratación a prueba, contrato por temporada, prácticas profesionales etc., lo que aumenta la precarización del empleo. Como resultado final quién absorbe el mayor impacto son los trabajadores asalariados.
3) La reducción del Gasto Público: En materia de Finanzas Públicas, el Brexit ha ocasionado que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público haga un nuevo recorte al gasto público, -el cuarto por cierto durante la administración de Peña Nieto-, como resultado de dos efectos del Brexit, el primero sobre el precio internacional del petróleo, y el segundo por el previsible incremento de las tasas internacionales de interés que harán más cara nuestra deuda pública. Por ello Hacienda anunció el 24 de junio un recorte al gasto por 31 mil 715 millones de pesos buscando evitar un mayor déficit fiscal y tratando de enviar señales positivas a los inversionistas internacionales, ello permitirá que los bonos de deuda del gobierno mexicano se negocien en condiciones más favorables en los mercados internacionales, además de generar credibilidad, certidumbre financiera y estabilidad en las tasas de interés.
4) El incremento de la tasa de interés: Por otra parte el Banco de México anunció el 30 de junio que elevará la tasa de referencia en 50 puntos base, para dejar la tasa interbancaria a un día en 4.25%. Ello se debe a que Banco de México es banco de bancos, e introduce el dinero que imprime en la economía a través de créditos que otorga a la banca comercial. Dichos créditos se subastan diariamente a una tasa de interés determinada, a la que se denomina tasa de referencia, de ésta forma la banca comercial participa en la subasta ofreciendo una tasa de interés por encima de la de referencia, y así obtiene los créditos que luego colocará en el mercado como créditos hipotecarios, refaccionarios, préstamos o tarjetas de crédito.
Cada vez que el banco central sube la tasa de referencia, los bancos comerciales tendrán que subir sus tasas de interés, y de ésta manera las empresas y consumidores que toman sus decisiones de ahorro, préstamos o créditos en función del nivel de tasas de interés verán reducir su consumo, la inversión en maquinaria, equipo o materia prima de las empresas y por ende la reducción de la producción.
El Banco de México se ha visto obligado a subir la tasa de interés para que la diferencia entre los intereses pagados en México y los intereses pagados en otros países no se amplíe a grado tal que salgan capitales del país buscando mayores rendimientos en otros países, ya que si esto sucede, los pesos deberán transformarse en dólares y emigraran buscando mayores rendimientos o seguridad, lo que provocará una mayor depreciación del peso frente al dólar.
Así mismo los precios de las acciones de las empresas en la Bolsa de Valores se verán afectados, ocasionando pérdidas para los inversionistas de menor experiencia.
5) El incremento al precio de la gasolina: A pesar de las promesas hechas por el presidente, de que después de aceptada la Reforma Fiscal ya no habría incrementos a la gasolina, el precio de la gasolina se incrementó para el mes de julio, y la razón de tal contradicción es simple, 51.2% de las gasolinas consumidas en México son importadas, y la depreciación del peso la ha encarecido, afectando al presupuesto de Pemex, adicionalmente Pemex ha disminuido su refinación debido a la insuficiencia de crudo ligero para su producción. Por ello si queremos destacarnos a nivel internacional como un país seguro para la inversión, con estabilidad macroeconómica, tenemos que fortalecer las finanzas públicas y evitar un mayor déficit que puede abonar a la inflación, la elevación de tasas de interés y la depreciación.
En conjunto, los efectos anteriores implicarán un menor crecimiento de la economía mexicana. Que traducido a los bolsillos implicará menores salarios, menor poder de compra, menor consumo, menor inversión y menor empleo. De hecho ya cinco bancos extranjeros recortaron sus expectativas económicas y algunos de ellos fijan un crecimiento menor al 2% anual, aunque el promedio de crecimiento económico esperado es del 2.4% según Bloomberg.
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