Imagen: Angeloux. Flickr: mr_angeloux |
¿Puede el crecimiento económico eliminar
la pobreza?, es el título de un interesante libro escrito por el Dr. Genaro
Aguilar Gutiérrez, miembro del Consejo de Investigación y Evaluación de la
Política Social del Estado de México publicado por la Universidad Nacional
Autónoma de México.
El autor, mediante cálculos econométricos,
llega a conclusiones sencillas pero muy importantes en las que establece que
existe una relación muy estrecha entre desigualdad y pobreza, ya que a mayor desigualdad
social mayor pobreza; de hecho, el crecimiento económico no puede disminuir de
manera significativa la pobreza mientras no se apliquen políticas públicas adicionales
que busquen disminuir la desigualdad.
Para el Dr. Aguilar, las políticas
económicas establecidas para lograr el crecimiento económico sólo son
importantes y sólo tienen sentido si van acompañadas de políticas
redistributivas del ingreso ya que ello permitirá disminuir más rápidamente la
pobreza, porque no basta con reactivar el crecimiento económico si los
beneficios pueden ser apropiados por los más ricos, por aquellos que tienen un
mayor poder de negociación, o por aquellos con un mejor conocimiento o un mayor
acceso a los servicios públicos.
Hasta hace apenas 20 años los economistas
pensaban que el crecimiento económico era condición necesaria y suficiente para
disminuir la pobreza, y que los beneficios del crecimiento económico, por sí
solos, se filtrarían hasta los estratos más pobres de la población; incluso se
pensaba que la desigualdad era condición necesaria para el crecimiento
económico porque los ricos eran los que podían invertir sus excedentes
monetarios (ahorro) en nuevas fábricas, con ello generarían empleos, ingresos y
mejores condiciones de vida. Sin embargo, la realidad ha demostrado que ello no
es así, ya que la desigualdad y la pobreza se encuentran íntimamente
relacionadas de forma que a mayor desigualdad social menor crecimiento
económico y mayor probabilidad de incrementarse la pobreza, de acuerdo con
estudios recientes del Fondo Monetario Internacional y la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico, entre otros.
Hoy los estudios demuestran que la
desigualdad impide un mayor crecimiento económico y neutraliza los efectos que pudiera
tener sobre la pobreza.
De acuerdo con el documento, mientras
menos desigualdad haya en la distribución del ingreso mayor será el efecto que
el crecimiento económico tendrá para disminuir la pobreza. En función de su
modelo econométrico, calcula que de 1994 al 2005, por ejemplo, un crecimiento
en el Ingreso Nacional de 1% solo generó la posibilidad de disminuir la pobreza
en un 0.47%, mientras que una disminución en la desigualdad social de 1% generó
una disminución de 4.41% en la pobreza global en México.
Como conclusión: si se quiere reducir de
forma significativa la pobreza es indispensable acompañar las políticas que
impulsan el crecimiento económico, de políticas que disminuyan la concentración
del ingreso y mejoren la distribución de la riqueza.
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