DEMOCRACIA, ELECCIONES, CRECIMIENTO ECONÓMICO Y POBREZA

De acuerdo con el libro “Por Qué Fracasan los Países” de Daron Acemoglu y James A. Robinson, el incremento en la pobreza y la concentración del ingreso no obedecen a factores relacionados con la geografía, la cultura, la religión o el determinismo histórico, sino que son resultado de la existencia de instituciones económicas y políticas extractivas y excluyentes. Como bien lo establece Gary Becker, premio Nobel de Economía de 1992 “Los autores muestran de forma convincente que los países escapan de la pobreza solamente cuando tienen instituciones económicas apropiadas…, un sistema político plural y abierto, con competencia entre los candidatos a ocupar cargos políticos y un amplio electorado con capacidad de apostar por nuevos líderes políticos…”

Los autores demuestran a través de un exhaustivo estudio histórico en países como Estados Unidos, Japón, China, Rusia, Corea del Norte, del Sur, Perú, Colombia, Brasil, Argentina, Zimbabue, Sudáfrica, Egipto, India, Afganistán, Inglaterra etc., capitalistas, comunistas o socialistas; antes de cristo y después de cristo, a lo largo de la historia: mayas, incas, romanos etc., que la pobreza y la concentración del ingreso son resultado de un ejercicio del poder despótico, ilimitado de los gobernantes, confabulado con las élites y oligarquías para imponer estructuras económicas e instituciones extractivas y excluyentes que exprimen a la población no solo su riqueza real (bienes, servicios y recursos naturales) sino también su riqueza monetaria (impuestos abusivos, precios públicos elevados, expropiaciones, nacionalizaciones etc.), y su riqueza cultural, y dicha situación es posible cuando la población desconoce sus derechos, es apática, ajena a la participación política y apática a los movimientos sociales.

La tesis principal del libro establece que “el desarrollo y la prosperidad económicos están asociados con instituciones económicas y políticas inclusivas, mientras que las instituciones extractivas normalmente conducen al estancamiento y la pobreza”

De la lectura del libro se infiere que la riqueza o la pobreza dependen de las instituciones y la política, tanto como de la participación activa de la población en el diseño y objetivos de las políticas públicas; de su empoderamiento, educación y participación democrática, de su posibilidad de establecer coaliciones entre instituciones políticas y las organizaciones civiles no gubernamentales etc., para exigir sus derechos a una vida digna, educación, salud, seguridad y bienestar social, pero también para equilibrar los poderes entre las diversas instituciones públicas y privadas, gobernantes y empresarios, sindicatos y colectivos etc.

Dependen de la voluntad política de comprometerse con el pueblo y de que el pueblo sea capaz de exigir dicho compromiso a través de la organización, el voto y la participación política y de no permitir la manipulación de las reglas, para beneficio de unos cuantos.

Adicionalmente se requiere estabilidad política, gobernanza, orden, ley, estado de derecho, instituciones representativas, pluralismo, centralización política y medios de comunicación libres; lo que equilibrará el poder, nos llevará a la mejora institucional, a una sociedad inclusiva y por ende a una reducción de la pobreza y un mayor crecimiento económico.

Así que este 7 de junio todos a votar con conciencia, analizando a fondo a los candidatos, sus propuestas (no sus críticas), sus antecedentes, sus relaciones de poder y amistad, su riqueza acumulada y los grupos de los que provienen.

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