REACTIVAR LA INVERSIÓN PRODUCTIVA


El día de ayer, 26 de septiembre del 2019, el presidente Andrés Manuel López Obrador acordó con los líderes del Consejo Coordinador Empresarial y Mexicano de Negocios, reactivar la inversión y definir los proyectos de infraestructura en el que participarán conjuntamente para “reactivar la inversión”. Si bien no es la primera vez que los empresarios se comprometen a ello, si es la primera vez en que habrá participación conjunta.

La inversión privada y la inversión pública son los principales componentes para el crecimiento económico, el desarrollo y el bienestar social. Gracias a ella se crea riqueza (bienes y servicios), empleos y con ellos ingresos que se materializarán en un mayor consumo y por lo tanto ventas para las empresas, pero también una parte de los ingresos generados se ahorrará, posibilitando de nuevo el financiamiento para la inversión.

Es necesario aclarar que no se habla de inversión financiera compra de activos financieros que generen rendimientos, sino de Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF), es decir: maquinaria, equipo y construcción, tanto residencial como no residencial: almacenes, fábricas, bodegas etc., cuyo propósito es producir bienes y servicios.

Desde mediados del año pasado, la inversión ha disminuido con respecto al mismo mes del año anterior (variación anual) como puede observarse en el gráfico 1, y ello es una de las razones por la cual hoy la economía mexicana se encuentra prácticamente estancada, con una probabilidad muy cercana de caer en recesión.


De estos dos caballos de fuerza, la inversión privada es la más importante y como puede verse en el gráfico 2, es más importante que la pública como porcentaje del PIB, sin embargo, es sensible y volátil cuando hay crisis económicas, recesiones, conflictos políticos e incertidumbre.



La inversión pública por su parte es menos volátil, pero tiene una década que está disminuyendo sensiblemente. Algunos dirán que es parte del Neoliberalismo y en parte ello es cierto, pero éste comenzó en México a mediados de los 80’s y en el período de datos disponibles, se puede apreciar que después de la crisis de 1994 fue recuperándose, pero a partir de la crisis del 2008 fue perdiendo terreno.

La inversión privada es muy sensible al entorno económico, político y social, ya que los empresarios arriesgan su capital y requieren para ello:
  1. Confianza con respecto a que lo producido será vendido y podrán pagar a los trabajadores, proveedores, acreedores y tener una utilidad que compense el riesgo y el sacrificio.
  2. Estado de derecho: que garantice que el ejercicio del poder está acotado por la legislación y que los gobernantes de cualquier nivel: federal, estatal y municipal, respetarán las inversiones, los términos de los contratos en caso de inversión pública-privada, es decir que se respecte el orden jurídico vigente.
  3. Estabilidad económica: con inflación controlada, un precio del dólar que no fluctué violentamente, tasa de interés bajas en términos reales, bajo déficit fiscal y deuda pública bajo control entre otras cosas.

Con respecto a la confianza y el estado de derecho, esta se puede medir de forma indirecta con la percepción que tienen los empresarios respecto al momento de la inversión. La gráfica 3, construida con los datos de la Encuesta Mensual de Confianza Empresarial, muestra como, desde el 2013 (año en que se cuenta con información para los tres sectores), se ha ido deteriorando, muy en especial en el sector de la construcción y el comercio.


Otro aspecto importante a destacar, es que la pérdida de confianza del sector de la construcción y el comercio se ha agudizado desde mediados del 2018, y que se conjunta con la caída, al mismo tiempo, tanto de la inversión pública como de la privada, como se observa en el gráfico 4.

La pregunta que surge ante dicho escenario es ¿qué puede hacer el presidente para reactivar la inversión y la confianza de los empresarios?

Con respecto a la inversión pública, necesita recaudar más, pero en un escenario de estancamiento económico es imposible aumentar el cobro de impuestos porque el empleo, los ingresos, el consumo y la inversión disminuyen; además ha prometido no crear nuevos impuestos. Podría entonces endeudarse, pero también ha prometido no incrementar la deuda, y cómo se ha empeñado en distraer recursos para dirigirlos a PEMEX ‒una empresa prácticamente en quiebra en un mundo de re conversión energética hacia energías limpias por el calentamiento global‒, la deuda le saldrá más cara que otros proyectos petroleros en otros países, pues si quiere atraer a los inversionistas tendrá que ofrecer mayores rendimientos. El otro problema es que su proyecto es de mediano plazo y no generará flujo de efectivo en el corto plazo para pagar dichos rendimientos.

Lo anterior explica el porqué está tan necesitado de aceptar la co-inversión pública-privada, que durante su primer año de gobierno se negó a reconocer.

Mientras que para recuperar la confianza del sector empresarial y reactivar la inversión, necesita:
  1. Respetar el estado de derecho, sumamente dañado por la cancelación del NAIM, y el establecimiento de procedimientos arbitrales contra las empresas que construyeron gasoductos y que generó una fuerte sensibilidad entre los inversionistas internacionales.
  2. Ser muy cuidadoso con los planteamientos de reforma fiscal y la Ley de Extinción de Dominio.
  3. Dejar de atacar a los organismos autónomos.
  4. Permitir la continuidad del aeropuerto de Cd. de México, que empresarios privados e incluso de otros países se han ofrecido continuar.




EVALUANDO EL PRESUPUESTO PÚBLICO DEL 2020


Hay tres formas de analizar un presupuesto: desde el punto de vista financiero, desde el punto de vista como promotor del crecimiento y desde el de la distribución del ingreso. En este pequeño análisis tocaré los tres aspectos.

Con respecto al punto de vista financiero es un presupuesto: ortodoxo, conservador y neoliberal, porque el paquete presupuestal es austero y responsable al aplicar los principios de las finanzas saludables: disciplina fiscal, austeridad, sostenibilidad de la deuda y búsqueda de la estabilidad macroeconómica.

 A pesar de las críticas del presidente al neoliberalismo, la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP), reconoce que, más que una ideología, los principios establecidos en finanzas son los que deben aplicarse. ¡Así es, y así debe ser! sí se quiere mantener el equilibrio presupuestal y con él la salud financiera. 

La siguiente imagen es de la propia Secretaria de Hacienda.


Sin embargo, la estimación de los ingresos es optimista, y para sustentar lo anterior permítame aclarar dos cosas elementales:
  1. Que todo presupuesto “es una estimación de un gasto”, un cálculo anticipado, estimativo e hipotético, sobre el costo de la administración pública y sus programas de gobierno, por lo tanto, incluye supuestos acerca del comportamiento de variables que pueden impactar el importe de lo gastado, como por ejemplo: el valor esperado del dólar, para poder determinar los pagos de deuda externa o el precio de la gasolina importada; o la tasa de interés, para determinar el costo del servicio financiero de dicha deuda y los recursos que se pueden obtener incrementándola; o el precio de la gasolina, que además de ser importada es un insumo básico para la economía; o el precio del barril de petróleo, producto clave de exportación, muy importante para los ingresos federales; y la plataforma de producción petrolera cuyo incremento puede generar más recursos al presupuesto. Otras variables estimadas, de suma importancia porque determinan la recaudación, son: el crecimiento del PIB, y de la inflación, ésta última también determinará el incremento no presupuestado en el costo. Estos supuestos deben ser realistas, si se quieren cumplir las metas establecidas. 
En la siguiente gráfica se presentan los datos de éstas variables tan importantes.


Como puede observarse, el rango de crecimiento estimado para el PIB es más del doble de lo que se espera para este 2019, lo que es muy optimista dado el escenario internacional para el que se espera una mayor des-aceleración económica y una mayor volatilidad en el precio internacional del petróleo y el tipo de cambio. Además, como establece “México como vamos” para alcanzar esa tasa de crecimiento tendríamos que crecer en lo que resta del año del 2019 a una tasa mayor del 1% (#Semáforoeconómico: gobierno reduce el presupuesto para inversión pública y pago de deuda https://www.mexicocomovamos.mx/?s=contenido&id=1328). 


Con respecto aumento en la producción de petróleo, estimado en un 5.6% más, este dato también es muy optimista porque sería su primer incremento anual desde 2004 y, aunque se considera que será resultado de una inyección de 86,000 millones de pesos: 46 mil de capitalización y 40 mil por la reducción de la carga fiscal, este incremento en la producción de petróleo es difícil que se logre y para ello puede abonar el riesgo latente de perder la calificación de la deuda de Pemex, si el plan financiero de la empresa no convence a las agencias calificadoras.

2.  El otro punto elemental es destacar que el precio internacional del petróleo y el tipo de cambio, son variables extremadamente volátiles y difíciles de pronosticar, y que, debido al escenario internacional, de entrada ya generan una debilidad sobre el futuro ejercicio del gasto público. Además de que la tasa de interés de los CETES a 28 días depende básicamente de la demanda y en ella influyen los inversionistas institucionales, que en momentos de inestabilidad financiera deciden retirarse del país, obligando al gobierno a elevarla para mantenerlos contentos. Finalmente, el componente no subyacente de la inflación, en especial los precios agropecuarios, son ahora sumamente sensibles al cambio climático y por lo tanto volátiles.

En pocas palabras, el gobierno no tendrá suficiente margen de maniobra en el 2020 para enfrentar contingencias en estos precios claves y, en un escenario adverso, ello implicará una gran diferencia entre el gasto presupuestado y el ejercido al final del año, y puede orillar al gobierno a ejercer los recursos del Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FEIP) que, seguramente para el año que entra, estarán muy mermados, porque para el cierre del presente año ya se está planteando utilizar 121,000 millones de pesos de un total existente de 296,314 millones. Los recursos de este fondo provienen de los excedentes de ingresos que resulten de la ley de ingresos (tributarios, no tributarios, petroleros y no petroleros), de transferencias del Fondo Mexicano del Petróleo, así como por los recursos derivados de coberturas y rendimientos financieros de dicho patrimonio y los remanentes de operación de Banco de México, que cómo ya se mencionó, podrán ser menores en 2020.




Con respecto al punto de vista como promotor del crecimiento económico, deja mucho que desear y para ello bastan algunos ejemplos:

a)      La Secretaría de Economía, que de acuerdo a su misión es la “…encargada de desarrollar e implementar políticas integrales de innovación, diversificación e inclusión productiva y comercial, así como de estímulo a la inversión nacional y extranjera, ... impulsando la productividad y competitividad de los sectores industriales…” presenta un recorte del 31% en su presupuesto.

b)      La Secretaria del Trabajo, cuya misión es “…fortalecer la política laboral … (y)… lograr que los mexicanos tengan acceso a empleos formales y de calidad, con prestaciones y derechos plenos… democratizar la productividad…” presenta un recorte del 33% en su presupuesto.

c)      La Secretaria de Turismo sufrió un recorte presupuestal del 42.3%, sin importar que el turismo es la tercera fuente de divisas del país y que nos ha colocado en 7º lugar a nivel internacional.

d)      El presupuesto para inversión pública se reduce un 5% disminuyendo así el efecto multiplicador del gasto. Este multiplicador, como su nombre lo dice, multiplica la inversión productiva privada porque el gobierno se convierte en comprador de insumos, bienes y servicios, pero cuando la inversión pública se reduce, ocurre el efecto contrario. Por otro lado, el gasto público también tiene un efecto acelerador cuando genera confianza y una perspectiva positiva de crecimiento económico, lo que motiva la expansión de la planta productiva y el empleo para satisfacer la futura demanda esperada. La reducción del gasto público de inversión, genera expectativas negativas sobre el crecimiento económico y la inversión privada productiva se reduce.

Desde el punto de vista de la distribución del ingreso, también deja mucho que desear porque los programas más importantes de gasto social y que más presupuesto absorben son asistencialistas en sentido negativo, sin bien necesarios para aliviar la pobreza, insuficientes para sacar a los pobres de ella, son prácticamente aspirinas para el dolor. Así, la inversión en los programas de Bienestar de las Personas Adultos Mayores, Pensión para el Bienestar de Personas con Discapacidad, Becas de Educación Básica para el Bienestar, Jóvenes Escribiendo el Futuro, ayudan a aliviar la pobreza, pero no la resuelven, ni los empoderan. 

Con respecto a programas que pueden clasificarse como de vertiente productiva como: Pequeños productores agrícolas: Programa de Producción Para el Bienestar, Crédito Ganadero a la Palabra, Sembrando Vida, Fertilizantes y Precios de Garantía para Productos Alimentarios Básicos, también pueden ser clasificados como asistencialistas, porque otorgan apoyos y micro-créditos que ayudan a mantener la producción, pero no son de cuantía suficiente como para invertirlos en maquinaria y equipo, tecnología etc., para elevar la productividad y fortalecer las capacidades productivas de los beneficiarios.

Lo anterior sin contar la falta de reglas de operación, mecanismos de evaluación, padrón de beneficiarios y lineamientos para la correcta selección de los beneficiarios.

Finalmente, el gasto destinado a pensiones y jubilaciones, que se incrementó en un 3.4%, también es un gasto improductivo, porque, aunque junto con los anteriores, promueva el consumo, es tan pequeño su efecto en éste, que no alcanza a disminuir el aspecto negativo de la reducción del gasto de inversión pública.

Como conclusión, si bien se respetan los principios básicos de finanzas saludables, aún falta mucho para hacer una correcta asignación presupuestal que aporte al crecimiento económico y el bienestar de las familias. Deben perfeccionarse los programas de apoyo social de forma que, en lugar de ser asistencialistas negativos, sean promotores de las capacidades productivas de los beneficiarios, acompañando los subsidios con programas que preparen al beneficiario en la administración, contabilidad y finanzas. Deben tener criterios de selección, padrones de beneficiarios y formas de evaluación, no solo en función del número de beneficiarios y habilidades desarrolladas, sino con un seguimiento en el mediano plazo para detectar la efectividad del gasto realizado al empoderar a la población.

Es claro que se puede gastar mucho y gastar mal, porque no se ejercen efectos significativos sobre el crecimiento económico, o dichos efectos tendrán resultados únicamente en el largo plazo. Así el gasto público debe tener objetivos estratégicos claramente diseñados y con métricas adecuadas para su evaluación. Aunque suena bien que el 72% se destine a Desarrollo con Justicia Social, y que el rescate al sector energético Pemex y la CFE se lleve el 16.1% del gasto total. En un mundo de reconversión industrial, energética y alertas de cambio climático, no puede darse prioridad a los hidrocarburos, es necesario promover la investigación científica, no solo en los centros especializados en ello o en las universidades, sino también en las empresas mexicanas, pequeñas y medianas, para generar nuevos productos, de bajo costo y competitivos tecnológicamente hablando. 








¿QUÉ ES LA 4ª TRANSFORMACIÓN? UN IDEAL SIN PIES NI CABEZA


Después de buscar sin éxito un documento oficial que me explicará que es la 4ª Transformación (4T), de releer el Plan Nacional de Desarrollo y el Libro "La Salida", además de otros programas y documentos del partido Morena, he llegado a las siguientes conclusiones:

1. Es un proyecto de país sin un rumbo claro, que busca -según describe Armando Bartra en su artículo de la Revista Proceso “La felicidad del Poder”- “…enderezar el curso de nuestra historia…cambiando todo para que nada vuelva a ser igual”, y que afirma que “…López Obrador tiene que ponerlo todo de cabeza –o casi todo– para inaugurar la 4ª Transformación y …romper la continuidad del sistema… para poner en orden los asuntos de la nación…” porque “…así fue en Venezuela con Chávez, en Brasil con Lula, en Bolivia con Evo…”, y ¡vaya que ha logrado poner al país de cabeza!

2. En el Plan Nacional de Desarrollo tampoco encontré, aunque sea un esbozo, de los objetivos a lograr, las estrategias a instrumentar y las métricas para evaluar. En realidad más que un plan es un documento simple que enuncia buenos deseos, grandes ideas y denuesta al neoliberalismo.

El documento establece que el plan maestro es construir una propuesta pos-neoliberal y convertirla en un modelo viable de desarrollo económico, sin embargo, no dice los cómos, ni establece que es el pos-neoliberalismo.

3. Es un modelo político más que económico, que empata al 100% en diversas definiciones de populismo, pero mantiene vigentes los elementos más característicos del neoliberalismo: la independencia del banco central (Banco de México), el equilibrio presupuestal con austeridad, un banco central con un solo objetivo prioritario: el combate a la inflación, el mantenimiento de la apertura externa, conservar el tipo de cambio flexible, y garantizar el libre mercado.

4. Su objetivo prioritario es el bienestar social, la disminución de la pobreza y de la desigualdad, pero mediante políticas básicamente asistencialistas que, si bien alivian la pobreza, no la resuelven, porque no tienen estrategias para empoderar a la población, ni les otorgan los medios suficientes para proporcionar una vida digna, ni reciben ayuda alguna para desarrollar alternativas emprendedoras o de perfeccionamiento de capacidades. Sin embargo, sí genera un profundo sentido de agradecimiento y lealtad política, por lo que el resultado inmediato es un mayor capital político para el partido.

5. Sus dos grandes banderas son: “el combate a la corrupción y gobernar con el pueblo”. Sin embargo, hasta el momento lo del combate a la corrupción es un decir, porque dentro de las filas del partido se encuentran personajes como Manuel Bejarano, Víctor Hugo Romo, Jesús Valencia, Rigoberto Salgado entre otros. No hay altos directivos de Pemex, responsables de Huachicol, en la cárcel, y a personajes menos importantes del organismo simplemente los removió de su cargo. El caso de Rosario Robles es más una vendetta política y el caso por el que la Auditoria Superior de la Federación perdona a Manuel Velasco, por el desvío millonario de recursos en Chiapas, es escandaloso.

Con respecto a la forma que tiene de gobernar con el pueblo, es una manipulación, en la medida que el nivel de escolaridad general de la población y su conocimiento sobre cuestiones económicas es insuficiente para dar soluciones reales, y basta un simple ejemplo: si es difícil conocer la problemática de la colonia donde uno habita y más difícil la del municipio, ni que decir con respecto a la del Estado y mucho menos la del país.

6. Los miembros de su partido político: Morena, no tienen clara la visión de país que se quiere transformar. Como partido, no tiene una visión común de Proyecto Nación, porque está constituido por un conjunto diverso de elementos que emigraron del PRI, el PAN, el PRD etc., buscando un coto de poder –las denominadas tribus– y, por lo mismo, se caracteriza por constantes luchas internas para reelegirse u obtener puestos claves en la cámaras de diputados y senadores. Así, las propuestas lanzadas para modificar leyes o las nuevas iniciativas de ley sólo generan confusión y desconfianza, como en el caso de: remover concesiones mineras, eliminar comisiones bancarias, usar reservas internacionales para financiar infraestructura, y la reciente propuesta de Ley de Extinción de Dominio que promueve la expropiación de inmuebles.

7. El modelo de la 4T aún no ha sido definido y muchas de las medidas tomadas vulneran gravemente el estado de derecho como, por ejemplo:
a) La cancelación del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAIM).
b) El proceso de arbitraje internacional iniciado por CFE contra empresas internacionales y nacionales exigiendo nulidad de algunas cláusulas del contrato de servicios del gaseoducto Texas-Tuxpan.
c) El bloqueo de vías férreas por parte de la CNTE en Michoacán y la tardía intervención del gobierno.
d) Las compras directas sin licitación pública (75% de los contratos otorgados por el gobierno federal).
e) La inhabilitación de 3 empresas distribuidoras de medicamentos de sector de salud Pública, sin juicio previo.
f) El ataque frontal contra la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos, la Comisión Reguladora de Energía, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL)  y otros institutos autónomos.
g) La derogación de la Reforma Educativa vía memorándum.
h) La mencionada propuesta de Ley de Extinción de Dominio que promueve la expropiación de inmuebles con solo violar los sellos de suspensión de obras.
i) Los programas sociales si padrón de beneficiarios, sin reglas de operación claras, sin forma de evaluar y con falta de información sobre los beneficiarios.
j) El cambio en política energética de Pemex, desactivando las alianzas estratégicas y farmouts, y
k) El experimento en Baja California Norte para la ampliación del mandato del gobernador electo Jaime Bonilla.

8. Las promesas de campaña cumplidas, se quedan en la conciencia colectiva pero no abonan al crecimiento económico ni al desarrollo como por ejemplo:
a) Abrir al público la ex residencia oficial de Los Pinos.
b) Eliminar la guardia presidencial o Estado Mayor Presidencial.
c) Abrir los expedientes secretos del Centro Nacional de Inteligencia (CISEN).
d) La creación del Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado, que en realidad más que un instituto es un Sistema de Adquisición y Enajenación de Bienes.
e) La venta del avión presidencial, aún no materializada, y que se guarda en un hangar en el aeropuerto Victorville en California, con un costo 400 millones de pesos por el arrendamiento financiero más 720 mil dólares anuales por su almacenamiento, mantenimiento y cuidado.
f) Cancelar la pensión para los ex presidentes.
g) Cancelar la Reforma Educativa.
h) Bajar sueldos, prestaciones, eliminar bonos de productividad, seguro de gastos médicos etc., a funcionarios públicos.

9. Que el modelo económico es en realidad un modelo de hacer política: un populismo autoritario pero liberal.


10. Que las decisiones económicas se toman en función de objetivos políticos porque:como el mismo presidente dice: “Dejar asuntos públicos a los economistas es como encomendar la paz de un país a un militar”, y "...durante mucho tiempo la economía estuvo por encima de todo lo demás"; "porque el crecimiento económico no es importante, solo el desarrollo" y "porque el crecimiento económico solo es acumulación de dinero" y finalmente, porque "la tecnocracia se obsesiona con las cifras y las mediciones cuando lo importante es la felicidad"

Tenemos así un Modelo de Transformación política y económica profunda, sin metas, objetivos y estrategias claras, que avanza improvisando sobre la marcha y que ha hecho cambios institucionales para concentrar el poder político y económico en la figura presidencial. Que pretende crear un modelo pos-neoliberal, pero no sabe cómo, y que tiene diseminadas un conjunto importante de piezas de rompecabezas sin poder armar un proyecto de país.