"En Economía no se improvisa"
La teoría económica genera los
fundamentos para la política económica, y la política económica tiene como
objetivos básicos el bienestar social, el crecimiento económico y el desarrollo
sustentable y sostenible.
Diagnosticar correctamente los
problemas económicos nos permite corregir el rumbo y aplicar políticas
contra-cíclicas en caso de crisis económica.
En política económica no se puede
improvisar, debido a la responsabilidad social que representa modificar o
corregir el rumbo de la actividad económica y los costos sociales que en materia
de pobreza, desempleo y destrucción de recursos naturales se pueden generar.
Para evitar los impactos negativos y fomentar los positivos se establece un
Plan Nacional de Desarrollo (PND) con objetivos precisos, estrategias
detalladas y métricas adecuadas, y a él se ajustan todos los planes
sectoriales, estatales y municipales. Pero…
Cuando no existe tal plan y solo se
proyecta un documento con fuerte carga ideológica no se pueden generar
sinergias positivas, ni se puede establecer un rumbo claro, y la economía
avanza dando tumbos, distorsionando resultados, generando incertidumbre y disminuyendo
la confianza, la inversión y el consumo.
Si a ello agregamos una crisis
económica profundizada por un fenómeno imposible de predecir como la pandemia
del Covid-19, entonces se requiere un plan y un conjunto de programas
contra-ciclicos para reactivar la economía, y que el resto de los municipios y
estados se coordinen con la Federación para actuar en consecuencia y disminuir
los efectos negativos en materia de salud pública, pérdida de empleos, incremento
en la pobreza y la desigualdad, pero…
Si no se crea ningún programa
contra-ciclico de recuperación económica, ni ningún Plan Nacional de Salud para
combatir el Covid, los resultados son realmente desastrosos así…
Ahora que nos queda…
La realización de un Plan de
Recuperación Económica, que implique una reestructura del Presupuesto Público
para el 2021 con un énfasis en la aplicación de incentivos fiscales y gasto
público selectivo, por sector económico y social, porque los impactos no son
parejos y hay sectores económicos y de la población fuertemente afectados.
Si bien la política adecuada era
retener empleos, ahora la política debe ser recuperar empleos y según la
estrategia de recuperación debe ser el Rediseño del Presupuesto Público para el 2021 que
comprenda:
- Mejorar las capacidades administrativas según la estrategia de recuperación.
- Aprovechar las históricamente bajas tasas de interés
- Fortalecer el espacio fiscal (grado de libertad de un gobierno para controlar tanto sus ingresos como sus gastos, considerando recursos adicionales como préstamos)
- Revertir el recorte en salud pública, investigación, innovación, y desarrollo.
- Hacer un diagnóstico de gasto público de forma que se reoriente a generar flujo de efectivo en el corto plazo, apoye a la recuperación de las empresas, en especial: la micro, pequeña y mediana. Un gasto con efectos multiplicadores y de arrastre sobre la estructura productiva del país. Un gasto enfocado en inversiones públicas con rendimiento que permitan la acumulación de capital público, sin desperdicio de recursos.
- Hacer un diagnóstico sobre las empresas públicas, su viabilidad tanto de corto como de largo plazo, sus implicaciones en materia ecológica y financiera, de forma que fortalezcan la independencia financiera de las mismas, disminuyendo su dependencia presupuestal.
- Establecer un diagnóstico de ingresos públicos para fortalecer aquellos relacionados con los impuestos a las herencias, a la propiedad y a las ganancias financieras.
- Analizar la consistencia entre las diversas políticas públicas, fortalecer la transparencia y la calidad de las instituciones.
- Establecer programas sociales de amplio alcance que beneficien a los más perjudicados por la crisis, con subsidios no generalizados, porque los recursos son escasos y que generen capacidades y empoderamiento en los beneficiarios para que en un futuro dejen de depender de la ayuda gubernamental.
- Estabilizar la demanda agregada con políticas públicas a escala y escalables que precise sobre cada componente: consumo de las familias, inversión de las empresas, gasto público en todos los niveles de gobierno: nacional y subnacional hasta el municipio, y que estabilice el comercio exterior: exportaciones e importaciones.