Ante las dificultades económicas el número de mujeres que se
integran al mercado de trabajo ha ido en aumento constante, muchas de ellas
buscan complementar los ingresos familiares mientras que otras deben mantener a
su familia.
En Jalisco del total de ocupados el 39.5% son mujeres, y del total de las mujeres el 50.6% son madres, de las cuales
el 71.9% están casadas o unidas a una pareja, en tanto que el 7.1% están divorciadas,
el 9.8% son madres solteras y el 11.1% son viudas.
Las madres que no realizan alguna actividad económica fuera
del hogar son el 54.8%, mientras que el 45.2% trabaja fuera del hogar, y de
ellas casi la mitad (48%) son jefes de familia, es decir: constituyen la
principal fuente de ingresos, en su mayoría porque el marido ha abandonado el
hogar.
Las mujeres que trabajan realizan una doble jornada de
trabajo, en el hogar, lo que implica la limpieza, administración y el cuidado de
los hijos y, en la empresa donde sus funciones son de índole diversa. Ellas son
madres, esposas y empleadas al mismo tiempo y su tiempo libre es casi nulo, en
especial el tiempo dedicado a ellas mismas en materia de salud, deporte, ocio y
cuidados personales.
No es un secreto la desigualdad laboral en materia de
salarios y responsabilidades que las mujeres asumen, tampoco es un secreto la
violencia intrafamiliar que es mucho mayor para las mujeres que trabajan y
tienen hijos pequeños, en particular por que la pareja considera que descuida
la familia.
De acuerdo con el Banco Mundial, las mujeres en México ganan
20% menos que los hombres para el mismo puesto y las mismas responsabilidades,
y la diferencia se incrementa en Jalisco donde ganan menos que el promedio
nacional, algunas encuestas han establecido que la mujer gana 30% menos y el
21% sufre de discriminación laboral.
La mayor desventaja con respecto a los hombres se encuentra a
nivel de puestos directivos donde solo el 11% son mujeres, así como entre los
profesionistas y los funcionarios públicos y del sector privado, pero muy en
especial en aquellos relacionados con el comercio. La ocupación con menor
índice de discriminación se da entre los trabajadores domésticos.
El empleo de las mujeres en Jalisco es sumamente precario, el
46.7% de las mujeres no tiene acceso a instituciones de salud, 59.5% no esta
sindicalizada, 22.4% no tiene acceso a aguinaldo ni a vacaciones pagadas con
goce de sueldo o reparto de utilidades, el 59% no tiene acceso a guardería ni a
cuidados maternos, 51% no tiene acceso a préstamos personales o cajas de
ahorro, 61.7% no tiene acceso a un seguro de vida o seguro privado para gastos
médicos, 34.1% no tiene contrato por escrito, 7% gana hasta un salario mínimo,
23.4% gana entre 1 y dos salarios mínimos, y 17.9% gana entre dos y tres
salarios mínimos, es decir que el 48.3% de las mujeres que trabajan ganan menos
de tres salarios mínimos.
Adicionalmente el 31% no tiene prestaciones laborales, 32% no
tiene acceso a instituciones de salud y 3.2% tiene un trabajo secundario, es
decir reparte su día en tres ocupaciones distintas.
Por último falta contundencia por parte del Instituto Jalisciense
de las Mujeres, su falta de presencia y documentos de investigación es realmente penosa, su página de internet es suamamente pobre y escueta, sin estadísticas,
publicaciones etc., y de su página de Face ni hablar.
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