POBREZA EN JALISCO

El gran problema con la pobreza es que durante las crisis económicas siempre se incrementa de forma rápida, mientras que en los períodos de recuperación económica no se reduce con la misma rapidez y ello pone en mayor desventaja a la población que desafortunadamente pierde su trabajo durante la contracción económica.

La pobreza puede medirse de diversas maneras: en términos de ingreso y en términos de su acceso a los servicios de salud, educación, seguridad social, calidad y espacio de vivienda, acceso a la alimentación y carencia de servicios básicos en vivienda. En éstos últimos puntos Jalisco tiene un buen desempeño en su combate, aunque en términos de ingreso su desempeño es más bien malo.

Lo interesante a destacar es que en materia de pobreza por ingresos el alcance de las políticas públicas es limitado pues no pueden influir directamente sobre los factores involucrados como la generación de empleos, la inversión productiva o la inversión extranjera; en cambio mediante el gasto público la incidencia sobre la pobreza multidimensional, es decir por acceso a servicios públicos es más efectiva.

El cuadro siguiente nos muestra los puntos donde hemos tenido un buen desempeño y los puntos donde el desempeño ha sido deficiente



Como podemos observar los pobres extremos no han sido beneficiados por la situación, en especial las personas en pobreza extrema, es decir aquellas que no pueden ni siquiera comprar una canasta básica alimentaria con un valor de $768.00 pesos en el medio rural y $ 1,079.95 pesos en el medio urbano por persona; en cambio las personas no pobres y no vulnerables en materia de ingresos y servicios aun aumentado, de forma que nuestra gran deuda social es con los más necesitados.

El otro gran problema es el representado por la pobreza por ingresos laborales, así por ejemplo, en el primer trimestre del 2005 el ingreso laboral por persona en pesos corrientes era de $1252.66 y para el cuarto trimestre del 2011 aumentó a $1,406.56, si ha dicho ingreso le quitamos la inflación, representa en términos reales solo $1,067.80 y si lo calculamos en función de los precios de una canasta alimentaria, representa un poder adquisitivo de solo $952.70 lo que significa que el poder de compra de los ingresos laborales se ha reducido notablemente. Para compensar dicha reducción se ha incrementado el número de personas de entre los 12 y 17 años de edad que trabajan, de forma que su participación laboral pasó de un 18% en 2005 a un 19.2% en el 2011.

Este incremento en la pérdida del poder adquisitivo de los salarios se mide a través del denominado índice de tendencia laboral de la pobreza, que en Jalisco es al día de hoy de 1.0517, mientras que a nivel nacional es de 1.2014. Si bien estamos en mejores condiciones que el promedio del país, al igual que este se presenta un incremento en el deterioro del poder de compra de los salarios y por ende una precarización del empleo.

Para concluir Jalisco muestra un buen desempeño en el combate a la pobreza multidimensional: educación, salud, vivienda y servicios básicos, pero tiene una gran deuda social en materia de ingresos y pobreza alimentaria, ello significa que las personas más necesitadas siguen al margen de los beneficios económicos en nuestro estado.

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