LO QUE HAY DETRÁS DE LA LÍNEA DE CRÉDITO CON EL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL

El Fondo Monetario Internacional (FMI) renovó la línea de crédito por 73 mil millones de dólares a México, está línea de crédito se nos otorgó en marzo del 2009 ante los efectos de contagio generados por la crisis económica internacional y ha sido ratificada dos veces, el 30 de agosto del 2010 y éste 30 de noviembre de 2012. En ninguna de las ocasiones hemos tenido la necesidad de utilizar dichos recursos y han permanecido como una línea abierta de la que se podrá disponer en caso necesario.

El FMI recalca que esta línea no se le otorga a cualquier país, solo a economías que demuestran fortaleza macroeconómica pero, si esto es así, la línea de crédito no tiene por qué ser necesaria, ¿qué hay entonces como trasfondo?

La respuesta es sencilla, blindar a la economía ante un choque externo que amenace con depreciar (devaluar) al peso mexicano, de esta forma tendríamos dólares suficientes para apuntalar a la moneda y garantizar la convertibilidad de la inversión extranjera de corto plazo a dólares y el pago, no solo de la deuda externa, sino también de las importaciones de productos. Así sumando las reservas internacionales a la fecha 163 mil 117 millones de dólares más la línea de crédito del FMI por 73 mil millones, tenemos un blindaje en divisas (dólares) por 236 mil 117 millones de dólares.

Este blindaje puede ayudar a hacer frente a nuestros compromisos con el extranjero, porque en los últimos años ha habido un creciente endeudamiento del sector privado y del sector público, pero básicamente del primero que a junio de este año representaba el 43% de la deuda externa total con un saldo de 134 mil 072 millones de dólares, mientras que el gobierno federal tiene el 21% de dicha deuda externa con un saldo de 65 mil 359 millones de dólares, el sector bancario debe un 6% del total y el resto son ajustes referidos a: deuda en pesos pero en poder de no residentes, a bonos del gobierno mexicano emitida en dólares pero en poder de residentes, y a deuda de mexicanos con agencias de bancos en el extranjero con el 30% restante.

Lo anterior significa que la deuda externa total ajustada del país es de 309 648.5 millones de dólares, lo que equivale a casi el doble de lo que tenemos en reservas y de la cual nuestro blindaje financiero solo cubriría el 76% y, aunque la totalidad de la deuda no es necesariamente a corto plazo, si nos dice que en caso de una depreciación abrupta del peso, tendríamos serios problemas para pagar.

La otra preocupación se encuentra en la inversión extranjera de cartera, que es aquella que llega a comprar acciones, bonos del gobierno y en general papeles de deuda de corto plazo. Esta inversión es muy volátil y muy sensible a eventos relacionados con la estabilidad financiera internacional como el precipicio fiscal en Estados Unidos, problemas de deuda soberana en Europa: Grecia, España, Italia, Portugal; y cambios en tasas de interés y política monetaria de otras economías. Esta inversión en 2010 era de 29 mil 620.1 millones de dólares, para 2011 de 41 mil 743.5 millones y hasta septiembre del presente año de 57 mil 485 millones de dólares, lo que significa que en tres años casi se ha duplicado. La característica de esta inversión es que rápidamente puede ser retirada del país lo que generaría una depreciación (devaluación) abrupta del peso.

Como puede concluirse nuestro blindaje financiero no puede cubrir ambos rubros: deuda externa e inversión extranjera de cartera, y esa es la razón detrás de la línea de crédito renovada, porque más vale prevenir que lamentar.

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