MÉXICO, MÁS ALLÁ DE TRUMP

La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos generará importantes cambios geo-económicos y geo-políticos ante los cuales los empresarios mexicanos deberán estar preparados.

Los escenarios al momento son impredecibles porque dependerán de la correlación de fuerzas de empresas, políticos norteamericanos y gobiernos extranjeros, por ello las empresas deben estar preparadas para manejar un escenario de incertidumbre y volatilidad en tipo de cambio y tasas de interés, tanto internas como internacionales, y deben enfocarse en fortalecer sus ventajas adaptativas, competitivas y comparativas, invirtiendo en la capacitación de una mano de obra y de procesos productivos flexibles, capaces de enfrentar cambios tanto en la demanda de productos, como en la oferta de materias primas, y cambios rápidos en sus precios.

Es importante realizar una correcta planeación financiera, administrativa y de recursos humanos, haciendo de éste último departamento un partícipe activo en el diseño de las estrategias de corto, mediano y largo plazo que permitan generar un trabajador multifuncional y adaptable.

También llegó la hora de diversificar las exportaciones, fortalecer el servicio al cliente y la calidad de los productos, así como aprovechar la existencia de diversos acuerdos y tratados comerciales con otros países. Las empresas deben reconocer aquellos países que están creciendo por encima del promedio mundial y que adicionalmente presentan identidad cultural, baja inflación, estabilidad en sus monedas y tasas de interés.

En América del Sur pueden encontrar clientes interesantes en los siguientes países, que además de mostrar tasas crecimiento económico por encima del promedio mundial, baja inflación y estabilidad en su tipo de cambio desde 2010, tienen mayor identidad cultural. Entre ellos se destacan: Bolivia con un crecimiento promedio anual de 5.1 %, e inflación promedio de 5.24%; Costa Rica cuyas cifras son 3.9% y 3.6% respectivamente y Perú con 5.17% en crecimiento y 3.2% de inflación, en Centro América se destacan Costa Rica y Panamá.

Hay que considerar que el mayor volumen del comercio internacional se realiza a través del océano pacífico, donde existe el mayor crecimiento económico a nivel mundial, destacando Myanmar (antigua Birmania), Camboya, Filipinas, Corea del Sur, Singapur, China y Japón. Este último, y a pesar del largo proceso des-inflacionario por el que ha pasado en los últimos 10 años, es una economía con un fuerte mercado interno y muy dinámico.

En función de la Evaluación de Desarrollo Económico Sostenible (SEDA) del Boston Consulting Group, Noruega, Finlandia, Austria, Dinamarca, Bélgica, Suiza, Suecia y Luxemburgo son mercados que tienen un crecimiento sólido, con alto poder adquisitivo y enfocados en el bienestar social.

El Banco de Comercio Exterior en México se especializa en detectar oportunidades de comercio para productos mexicanos, por ello es importante consultar sus informes para detectar las raíces de un buen negocio, ya que tiene estudios específicos por países y ofrece una cantidad importante de apoyos económicos, para comercialización, logística y ferias internacionales, programas de factoraje internacional de exportación e importación, financiamiento para proyectos sustentables, seguros de crédito y financia a exportadores directos, indirectos y empresas generadoras de divisas.

Lo importante es perder el miedo, evitar la inmovilización y la improvisación, y adelantarse a los hechos para estar preparados. Hay que negociar, mediante las cámaras empresariales, de comercio e industriales etc., los apoyos, convenios y recursos, así como los temas a renegociar frente a la apertura inminente del Tratado de Libre Comercio de América del Norte; fortalecer la negociación colectiva con otros empresarios del mismo sector, generar sinergias en conjunto y reconocerse como coompetidores (cooperación en la competencia). La unión hace la fuerza y hoy es el momento de estar unidos, trabajar en equipo y hacia la misma dirección para sortear los retos que el 2017 ya está planteando.

DIEZ RAZONES PARA ENTENDER QUE LA LIBERALIZACIÓN DE LA GASOLINA ES PRECIPITADA

La desregulación y liberalización de mercados es un proceso que trata de mejorar la competitividad y eficiencia y cuyo resultado final son menores precios para el consumidor y mejor calidad en el producto, sin embargo para liberar un mercado es necesario que existan ciertas condiciones de oferta, demanda, costos y medios de transporte, que en el caso de la gasolina y el gas no se cumplen.

La importante caída en la producción de gasolinas y el dinámico crecimiento de su demanda ha orillado al gobierno a tomar ésta precipitada decisión en el peor momento, bajo un marco de incertidumbre económica y financiera, y cuando la población se encuentra sumamente sensible por el incremento en la desigualdad social, la precarización del empleo, la inestabilidad del tipo de cambio y los riesgos de las políticas a instrumentar por Donald Trump.

La reforma energética contemplaba liberar la importación de gasolinas en 2017 y liberar los precios en 2018, en una lógica secuencia para evitar el desabasto, sin embargo se anticipó la liberalización de las importaciones (2016) y la de los precios (2017), sin haber cumplido el paso preliminar: garantizar el abasto y la existencia de competidores en un número suficiente.

En un libre mercado la equidad en el poder de negociación entre productores y consumidores es clave para evitar los abusos, ello supone información 100% disponible para la mejor toma de decisiones, un abasto suficiente de productos y un número grande de competidores. Sin embargo en México ello no se cumple por las siguientes razones:

1. México hoy tiene un menor número de gasolineras por habitante que es de una por cada 10 mil 560, mientras en EUA es de 1 por cada 2 mil 677 y en el medio rural ello empeora.

2. Los comercializadores extranjeros comenzarán a operar hasta 2018, al igual que la construcción de nuevos poliductos para su transporte por empresas nacionales y extranjeras como: MonterraEnergy, Invex, Dos Aguilas Howard Energy Partners, Sierra Oil Gas etc., lo que supone un desajuste ya previsto entre oferta y demanda.

3. Hoy la demanda es mayor que la oferta debido a que la producción del crudo en México ha venido disminuyendo consistentemente al pasar de 3.3 millones de barriles diarios en 2006 a 2.2 millones en 2016.

4. México no es un país autosuficiente en gasolinas, y cada vez lo es menos. Entre el 47 y el 52 % de las mismas son importadas según la demanda, y en el último año la importación aumentó 13.4%. En 2006 el consumo de gasolina y diésel importado era de 245 mil barriles diariamente (23% del total consumido en el país), en 2016 importamos 609 mil (51,6%), mientras que la producción nacional fue de 809 mil (77%) y ahora es de 570 mil (48.4%)

5. Debido a que más del 50% es gasolina importada el precio del dólar será determinante en su precio de mercado, y en éste 2017 el tipo de cambio será sumamente volátil, ¡tanto como el año pasado!, resultado de la incertidumbre existente en los mercados financieros internacionales, los efectos de las políticas de Donald Trump y las decisiones de la Reserva Federal de elevar las tasas de interés; ello sin contar con la inestabilidad en el Euro producto del Brexit y la tendencia a políticas nacionalistas, anti-inmigrantes y separatistas en la zona del Euro, especialmente en Francia e Italia. A lo anterior hay que adicionar los acuerdos entre los países productores del petróleo para restringir la oferta y permitir la subida del precio internacional del mismo.

6. La infraestructura para la transportación y distribución del energético es insuficiente, tenemos una escasa infraestructura en tuberías, pipas y ferrocarriles para una distribución eficiente, lo que encarecerá aún más los energéticos sin contar las enormes pérdidas asociadas a la ordeña clandestina de los oleoductos, principal medio de transporte terrestre del energético y que en México se estiman en 40 mil millones de pesos por robo de gasolina.

7. En México no se han construido refinerías desde hace más de 30 años y las existentes son obsoletas y se están desmantelando y para que hubiera una real competencia se requiere de mayores inversiones en seguridad, logística, transporte y refinación.

8. Pemex es quién posee la infraestructura de transporte y almacenamiento y será quien en el mediano plazo los rente y nada garantiza que la corrupción (compadrazgos, capital político, mordidas etc.) no impida un uso eficiente del mismo.

9. La incrementada dependencia de proveedores extranjeros y su escasa presencia en el mercado interno limita la competencia y los proveedores internos se encuentran organizados para generar economías de escala, mejorar su margen de operación y evidentemente establecer un mayor control del mercado, lo que se asocia con el criticado proceso de “búsqueda de rentas”. Estos grupos gasolineros pueden establecer estrategias específicas de captura de mercados que impida incrementar la competencia. Así tenemos diversas organizaciones como AMEGAS (Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros), Grupo Hidrosina, y Grupo Gasolinero G500. Éste último tiene 1,800 estaciones de servicio de un total de 12 mil, es decir casi el 10% del total. Tan solo en el Norte del país, existen ya proveedores con un fuerte poder de mercado como OXXO gas (más de 300 gasolineras) y Petro-7 de 7 Eleven con 216 estaciones de servicio.

10. La fluctuación de los precios de la gasolina generará expectativas negativas sobre los costos de producción, lo que podrá tener efectos de segundo orden en la inflación, esto significa un impacto continuo sobre la misma a mediano y largo plazo y no de un solo golpe.

En pocas palabras, no están las condiciones dadas para que la liberalización de la importación y el precio de las gasolinas garanticen el mejor precio para el consumidor.