POLÍTICA MONETARIA Y CONCENTRACIÓN DE LA RIQUEZA

La riqueza se mide a través del valor de mercado de los activos financieros más los activos no financieros (principalmente propiedades de casas y terrenos) menos las deudas. A dólares corrientes la riqueza se incrementó un 127% del 2000 a mediados del 2014, a una tasa promedio anual del 4.3%. Pero utilizando dólares constantes el incremento en la riqueza en la última década ha sido del 55%.

De acuerdo con el reporte sobre la riqueza global del Credit Suisse Research de octubre del 2014, el 0.7% de la población mundial adulta es dueña del 44% de la riqueza global y el 8.6% de los adultos a nivel mundial concentra el 85.3% de la riqueza mundial.

A pesar de que la crisis financiera internacional del 2007-2008 causó una pérdida notable de riqueza del 15%, por la caída de los precios de los activos financieros, a partir del 2008 dicha riqueza ha crecido de forma robusta a una tasa promedio anual del 5.6%, y para el 2011 ya se había recuperado y rebasado los niveles anteriores a la crisis, llegando a los 263 billones de dólares. Si estuviera equitativamente distribuida entre toda la población adulta mundial nos tocaría a cada uno 31 700 dólares.

De acuerdo con su composición el 55% de dicha riqueza se debe a la tenencia de activos financieros y 46% a activos no financieros. Por su parte la deuda de estos individuos ricos ha ido disminuyendo llegando a su nivel más bajo desde el 2001.

Estados Unidos concentra el 32.8% de dicha riqueza, Europa el 31.2% y Asia-pacifico el 20%, el resto del mundo, que posee el 60% de la población mundial, posee el 16%.

Las naciones más desarrolladas son las que concentran el mayor volumen de riqueza y, a su vez, son las que tienen los mercados financieros más profundos y desarrollados, ya que la riqueza no proviene de actividades de ahorro o de la actividad laboral, sino de su activo papel en la compra-venta de acciones, bonos, papel de deuda y diversos activos financieros.

El incremento es mucho mayor en la riqueza financiera que en la no financiera y obedece al proceso de liberalización financiera instrumentado por Estados Unidos e Inglaterra desde principios de los 80's y promovidos en el resto del mundo a través del Fondo Monetario Internacional, la Reserva Federal, el Banco Mundial y otras organizaciones internacionales, sin embargo dicha concentración se ha acelerado como producto de las políticas monetarias no convencionales aplicadas por los principales bancos centrales del mundo: Reserva Federal, Banco de Inglaterra, Japón y Canadá para salir de la crisis financiera del 2007-2008 y, recientemente por el Banco Central Europeo para salir de la deflación.

Dicha política se aplicó cuando la reducción de la tasa de interés objetivo o referencia llegó a niveles cercanos del 0%, lo que provocó un incremento en el precio de los bonos, acciones y activos financieros diversos. Debido a que la banca comercial no ofreció créditos y los agentes económicos tampoco los demandaron,los bancos centrales de esos países tuvieron que recurrir a la compra de activos financieros tóxicos (invendibles en los mercados financieros) para inyectar dinero a las instituciones financieras incluyendo instituciones financieras no bancarias (aseguradoras, fondos de inversión etc.) e incluso empresas privadas; el objetivo era evitar una mayor crisis y rescatar a aquellos enormes bancos que eran demasiado grandes para dejarlos quebrar, pues ello hubiera profundizado aún más la crisis.

Así se rescató, con recursos públicos, a los más poderosos: ¡los inversionistas financieros institucionales!, causantes de la crisis por su elevada avaricia e imprudencia y, cuando dicha crisis se transformó en una crisis de deuda pública que afectó las finanzas públicas, se aplicaron medidas fiscales elevando impuestos y reduciendo el gasto público lo que generó una mayor pobreza y recesión en las economías periféricas de la eurozona. De esta forma se privatizaron las ganancias y se socializaron las perdidas siendo los mayores beneficiados los más ricos y los más perjudicados las familias que dependen principalmente de los ingresos laborales y que no poseen activos financieros y no financieros.

La distancia entre estas dos riquezas, financiera y no financiera, se ha ido incrementando, mientras que el nivel de deuda de los más ricos se ha mantenido constante a lo largo del tiempo. Como resultado ha surgido una nueva clase social, a la que el banco mundial denomina como la ¡clase vulnerable! y que es la que tiene la mayor movilidad social, pues puede fácilmente caer en pobreza y, con un mayor esfuerzo educativo llegar a ser clase media mientras que los ricos siguen siendo ricos y no temen verse perjudicados, pues dado su poder económico, financiero y político, siempre saldrán rescatados.

¿ESPECULACIÓN EN CONTRA DEL PESO?

Existe un cuarto factor que ha determinado el precio del dólar y su volatilidad, dicho factor se denomina especulación.

La especulación es la actividad de compra-venta de bienes, divisas, oro, plata, etcétera, que las personas realizan cuando esperan obtener un beneficio económico adicional simplemente por la variación del precio del bien adquirido en el tiempo.

En el caso de divisas, y en especial del dólar para México, el motivo de dicha especulación es la incertidumbre con respecto al riesgo que representa la pérdida de valor del peso con respecto al dólar, de forma que las personas compran hoy los dólares a un "precio barato" para poder pagar a futuro una deuda en dólares, un viaje al extranjero, adquirir los insumos importados y necesarios para la producción del año, enviar dinero a sus familiares en el extranjero, etcétera. Sin embargo cuando se presentan movimientos abruptos, fuera del promedio, el principal motivo es realizar ganancias cambiarias en el corto plazo.

En éste último caso lo que se da es una apuesta en contra el peso, y si muchas personas piensan de la misma manera, lo que era una posibilidad de depreciación del peso se traduce en una realidad generándose un fenómeno al que los economistas llamamos "expectativas auto-cumplidas".

Ello puede generar fuertes presiones financieras sobre empresas, gobiernos, bancos e instituciones financieras y familias endeudadas en dólares, o empresas que importan materia prima, maquinaria y equipo en cantidades importantes, por ello el Banco Central, en nuestro caso el Banco de México debe salir en defensa del dólar mediante subastas de sus Reservas Internacionales, en las cuales el precio es fijado por los compradores, o bien mediante ventas directas a un precio determinado.

En muchos casos el sólo anuncio de la posibilidad de subastar reservas funciona para evitar el movimiento especulativo en contra del peso, pues no hay motivos reales (deuda, turismo internacional, remesas, importaciones) para demandar dichos dólares, sino simplemente desconfianza y temor a la pérdida de poder adquisitivo del peso ante una probable depreciación. Los especuladores se ven desmotivados porque saben que de inyectar dólares al mercado cambiario, el precio del dólar disminuirá y probablemente en lugar de tener ganancias tendrán pérdidas cambiarias.

Sin embargo y a pesar del anuncio del día 11 de marzo por parte del Banco de México de incrementar la subasta de dólares y reducir el ritmo de acumulación de Reservas Internacionales para poner más liquidez en el mercado cambiario los compradores de dólares han estado muy nerviosos y especulando contra el peso.

¿A qué se debe ésto?, la razón es sencilla y se relaciona con la posibilidad de que la Reserva Federal cuya presidenta es Janet Yellen, incremente las tasas de interés para normalizar la política monetaria que aplicó durante los últimos cinco años en los que mantuvo su tasa de interés objetivo a niveles de entre 0 y 0.25% anual, a la par que realizó una compra masiva de bonos respaldados por hipotecas por 1.8 billones de dólares y bonos del tesoro por un total de 4.5 billones de dólares. Esto implicó una inyección de liquidez a niveles sin precedentes lo que se tradujo en un incremento en la cantidad de dinero en circulación que pasó de 837.2 billones de dólares en diciembre de 2007 a 3 mil 830 billones en noviembre del 2014.

Gran parte de esta liquidez emigró a economías emergentes, una de ellas México, para lograr intereses más atractivos en bonos del gobierno y bonos privados, así como atractivos rendimientos en acciones en el mercado de valores.

Si la Reserva Federal sube su tasa objetivo, dichos capitales emigrarán en un vuelo por la calidad buscando mejores rendimientos en Estados Unidos y el peso tendrá una depreciación acelerada si la tasa de interés de la Reserva no sube de manera muy paulatina, y ésto lo saben tanto los especuladores, como los importadores y las empresas que se endeudaron en dólares durante los últimos tres años para aprovechar las bajas tasas de interés en EUA y la apreciación del peso que se había producido producto de dicho flujo de capitales.

En pocas palabras éstos agentes económicos están muy nerviosos ante la posibilidad del incremento en la tasa objetivo de la Reserva y el grado en que dicha tasa se va a incrementar. Se dice entonces que son sensibles a los movimientos en la tasa de interés, o que su respuesta es demasiado elástica a dicha tasa generando el movimiento especulativo en contra del peso.







¿POR QUÉ EL PESO SE DEPRECIA CONTRA EL DOLAR?

Mucha gente piensa que el peso se ha depreciado porque la economía mexicana está en crisis, sin embargo este no es el caso, la actual volatilidad del peso tiene que ver con tres factores externos, sobre los cuales el gobierno mexicano no tiene ningún control.

El primero de ellos es la caída de los precios internacionales del petróleo que definitivamente afecta negativamente al presupuesto público y que impone recortes en el gasto público, ello desacelerará la economía generando menores tasas de crecimiento, insuficientes para cubrir las necesidades de la población lo que deteriora las entradas de dólares al mercado de cambios y reduce su oferta, pero no así su demanda, de forma que el precio del dólar se presiona al alza.

El segundo de ellos tiene que ver con la Política Monetaria aplicada tanto por la Reserva Federal como por el Banco Central Europeo, el Banco de China y el Banco de Japón.

La Reserva Federal ha finalizado su política monetaria expansiva o acomodaticia “Quantitative Easing” (QE), el paso siguiente será drenar la liquidez en el sistema, ello generará un incremento en las tasas de interés que pueden obstaculizar la recuperación de la inversión productiva y el consumo de las familias por un lado; pero por otro lado la recuperación amenaza con una expansión insostenible del crédito pues la banca comercial tratará de colocar el exceso de recursos monetarios que ahora posee ociosos y acumuló como resultado de la política monetaria acomodaticia.

La estrategia de salida por parte de la FED se ha estado experimentando desde septiembre del año pasado con ventas moderadas de bonos, para determinar el tiempo correcto de aplicación y no parar en seco la economía, sin embargo ello tiene efectos sobre los flujos de capital internacional, afectando a economías emergentes como México que ven una salida de capitales en búsqueda de un mayor rendimiento y seguridad, y esto ha fortalecido al dólar y debilitado al peso.

Por su parte el Banco Central Europeo ha reducido sus tasas de interés y ha decidido aplicar una política monetaria expansiva similar al QE que agregado al problema no resuelto en Grecia y el advenimiento de la izquierda al poder ha debilitado al Euro fortaleciendo al dólar.

El Banco de Japón por su parte, ha buscado incrementar la inflación con una política monetaria expansiva (inyección de liquidez en el mercado) y así poder dejar atrás su racha deflacionaria, ello ha depreciado al yen y fortalecido al dólar.

Y por si fuera poco China está a punto de entrar en deflación (0.8% en el último mes) y ha decidido también bajar su tasa de interés de referencia debilitando al Yuan.

El tercero factor es el proceso de recuperación de la economía norteamericana que incrementa la confianza de los inversionistas, a lo anterior se suma una sensible reducción de su déficit fiscal que para éste 2015 será de 2.6% del PIB cuando en 2012 era un 6.8%. Adicionalmente sus importaciones de energía han caído disminuyendo la salida de dólares del país.

En función de lo anterior, el peso se ha depreciado pero en menor medida que el Euro, el Yen Japonés y el Real en Brasil, y aunque mal de muchos es consuelo de tontos, la economía México tiene uno de los mejores desempeños dentro de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Flickr: Luis Romero